Capítulo 4: Estoy Jodida.

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Siento el suelo duro y frío, lo reconozco de inmediato de tantas horas atrapada ahí desde mi niñez.

Me incorporo tratando de sentarme pero suelto un quejido me llevo las mano a la cabeza al sentir un dolor punzante, es tan fuerte que pensé que la cabeza se partiría en dos, cuando sentí algo seco en mi cabeza no hizo falta ver mi mano para saber que era sangre seca, mire donde estaba acostada y había un pequeño charco de un color que conozco perfectamente bien y además un color que me fascina.

Me levanto del suelo como puede para subir las escaleras del sótano, subo una a una como si no tuviera ninguna desesperación de salir de aquí.

Giro el pomo de la puerta y como lo esperaba, está cerrada.

- Mierda-maldije

Vuelvo al sitio donde estaba cuando escucho pasos aproximándose, abren la puerta y bajan las escaleras como si no quisieran hacer ningún tipo de ruido para no despertarme cuando notaron que estoy parada en el centro del sótano se sorprendieron o bueno Robert se sorprendió mi madre no dejaba de verme con...miedo y eso se me hizo divertido ya que al que debería de tenerle miedo es al animal que llama "esposo" y no a mí que sería incapaz de ponerle una mano encima.

Y solo hice lo mejor que se hacer.

Reírme.

- Kimberly ¿qué te es gracioso?

- Que mi madre me tenga miedo a mí y no a ti –respondo con una gran sonrisa en mi rostro

Siento mi mejilla palpitar cuando mi madre me día una cachetada, no me duele la mejilla sino el corazón, mi madre jamás me golpeo y era la primera vez que lo hacía, siento el sabor metálico de la sangre en mi boca y supe que me dio esa cachetada como si hubiera querido dármela antes y también con Odio y Decepción. Sin embargo no solté ni una lagrima, sino una mirada llena de odio hacia Robert y mi madre.

- Tú ya estas muerta para mi Kimberly ¡NO ERES MI HIJA CASI MATAS A MI ESPOSO Y TU PADRASTRO!

Esas palabras de que (no soy su hija y para ella estoy muerta) dolieron como el mismísimo infierno. Pero aun así con mi orgullo la miro directamente a los ojos y ahí perdí todo el respeto hacia ella y eso de cierto modo me...dolió.

- Estas mal de la cabeza Kimberly, lo supe desde que tenías 12 años cuando mataste al gato del vecino y tu propio gato-habla Robert, siento mi cuerpo flaquear ¿Cómo es que sabe que yo mate a esos gatos?.

- Por eso te encerraba aquí para que no tuvieras matando a más animales o mejor dicho para que no alimentaras esos impulsos.

- ¿Cómo fue que supiste? –pregunto.

- Los vecino, la familia Morgan siempre han tenido cámaras de seguridad y me mostraron la cinta donde tu apareces matando a su gato y el nuestro.

- ¡VES KIMBERLY, TU ESTAS E-N-F-E-R-M-A Y PUNTO!-mi madre suelta un sollozo y Robert dándose de un gran héroe le da un abrazo

- Ya sabemos lo que hiciste anoche Kimberly- dice mi madre mientras llora.

No, no puede ser.

- Vimos en las noticias esta mañana que hallaron a dos personas muertas cerca de aquí dijeron que están muertos desde anoche y sabemos que fuiste tú porque colocaron la grabación en la noticias y las cámaras captaron a una muchacha con uno pantalones negros y camisa de tirantes roja ¿Casualidad? No lo creo.

Estoy jodida.

- La policía te está buscando por suerte tienes el cabello largo y no se vio muy bien tu rostro, para ahorrarnos desgracias te vamos a enviar a una institución mental en Toronto Canadá así te recuperas y haces una nueva vida allá, te daremos una suma de dinero para que cuando salgas tengas lo necesario para vivir unos meses mientras buscas empleo o que se yo. Solo te queremos lo más lejos de nosotros y jamás vuelvas, olvídate de que tienes una familia, ahora estas sola como los locos como tu deberían de estar. Tu vuelo sale mañana a las 8:30am tu madre y yo te acompañaremos.

No tengo palabras para describir como me siento en ese momento, me querían lejos y si eso querían; bien lo hare al fin y al cabo me están ayudando irme del país, la policía me está buscando y eso es lo que me importa en este momento.

- No intentes escapar ni aquí ni allá en Canadá porque sabes que te conviene irte antes de que la polic...

- Lo hare.

Y sin más nada que decir, Salí del sótano para ir a mi habitación para darme una ducha, empacar para irme de una vez por todas de este infierno y especialmente para escapar de la policía.

Luchar o MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora