Capítulo 18: ¿¡Pero qué rayos!?

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- A ver si entendí- dijo la rubia por cuarta vez intentando de entender el plan- ¿vamos a preguntarles a todo el mundo, donde fue la última vez que vieron a pequitas y a qué hora?

- ¡Sííí! Scarlet entiende de una vez, te lo hemos contando cuatro veces ¡Por dios!- Scott elevo las manos desesperado por su comportamiento

- Es que me gusta que tú me lo repitas- Scarlet se mordió el labio inferior, Scott por otra parte rodo los ojos ignorándola

- ¡Ya! Basta de seducción y más acción- dije irritada por la situación, Scott me miro y me sonrió como si supiera algo ¿ahora qué le pasa a este imbécil, porque me mira así?

¡Atención jóvenes!, por favor diríjanse al salón de clases en el piso uno, en la puerta de nuestros dos salones están una lista con sus nombres los dividiremos en dos grupos de cuarenta personas con sus respectivos maestros y ¡recuerden! Que después del almuerzo tendrán la reunión grupal con muestra queridísima psicóloga Emma Thompson, que tengan un bellísimo día.

- La voz de esa mujer me da sueño- Scott bostezo.

- A mí me parece relajante- dijo Eric

- ¡podemos dejar de hablar de la voz de Ivanna y concentrarnos de lo que realmente importa!- dije empezándome a enfadar.

- Tranquila fiera- dijo Scott tratando de colocar sus manos en mis hombros pero se lo impedí dándole un manotazo

- No me toques.- el elevo sus manos en modo de rendición, se lo dije solo porque no quiero sentir esa rara sensación que siento cuando él me toca

- Ok, entendido

- Ay no puede ser, vámonos que quiero ver la dichosa lista, ojala no me toquen con Sam y con Kimberly porque me vuelvo más loca de lo que estoy- Scarlet empezó a caminar guiándose de los demás que iban a la misma dirección.

Llegamos y las personas veían la lista y se marchaban hasta que llego nuestro turno.

- ¡Me toco con cuatro ojos, esto es Genial!

- Yo tampoco estoy muy emocionado Scarlet

- Qué suerte la tuya Kim, te toco con el bueno de Scott- me susurro Scarlet moviendo las cejas y con una sonrisa maliciosa.

- Y tú crees que eso me emociona al contrario ¡lo detesto!

- No, no, no- Scarlet movió su dedo de un lado al otro- del amor al odio solo hay un pasito Kim así que cuidado con el chico misterio ahí te lo dejo.- y con eso se fue al salón con Eric.

Entre al salón y como lo esperaba es lo mismo que todo el lugar con ventanales gigantes permitiendo que la luz del sol entrara e iluminara el gran salón, las sillas escalan de arriba hasta llegar abajo y al fondo un escritorio con una gran pizarra.

Me senté en las primeras filas de arriba, de mi mochila saque una libreta de color negro y un lápiz para empezar hacer garabatos como mi único entretenimiento, ya que mi celular no lo he encendido por la única razón de que no quiero ver las fotos de recuerdos dolorosos.

El lugar se llenó rápidamente, estoy tan sumida en mis pensamientos que no mi di cuenta que la clase ya había empezado y el profesor me está llamando por mi nombre.

- Kim te hablan- dijo Scott sentado a mi lado.

- ¿Y tú que haces aquí sentado a mi lado?

- ¡Kimberly Pérez, ultimo llamado!- dijo un hombre ya mayor, alto y encorvado con una nariz larga y grandes lentes.

- ¡Presente!- todos me miran y se susurran cosas no sé si era por no haber prestado atención al llamado del profesor o es porque Scott está sentado a mi lado.

- Bonito dibujo, tienes talento Kimberly- dijo con voz un poco ronca

- Solo son garabat...- deje la palabra en el aire cuando mire mi libreta y vi que dibuje a la perfección una manos sosteniendo un cuchillo manchado de sangre.- ni siquiera sabía que estaba dibujando eso.

- Debió ser tu subconsciente- se encogió de hombros y miro al frente.

- ¿Por qué te sientas junto a mí?

- Porque quiero y puedo, shh presta atención a la clase.

- Por fin dices algo coherente- digo fijando mi vista al pizarrón.

Todos dejamos de prestar atención cuando vemos a Sam entrar vestida complemente de rosado parece una niña pequeña vestida de esa manera. El profesor tosió pero no le dijo absolutamente nada a Sam y siguió con su clase eso levanto más sospechas en mí y también en Scott que me miro confuso.

- Hola chicos, perdón por llegar tarde ¿tiene mucho tiempo que empezó la clase?- se sentó junto a mí y parecía una persona totalmente diferente.

- No, acaba de empezar- le respondí.

- Oh genial, me encantan las matemáticas- se sentó derecha y puso atención a la clase.

- ¿¡Pero qué rayos!? - Scott me susurro y solo miramos a la chica sin entender nada.        

Luchar o MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora