Capítulo 40: ¿tú?

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Todos nos quedamos pensativos ¿Qué significara eso? trato de traducir los demás documentos pero es muy difícil.

- No puedo traducir lo demás- digo tirando los papeles a la mesa frustrada por todo lo que está pasando.

- Debes estar muy cansada, no te culpo yo siento que si no duermo ahora mismo voy a morir- Scott trata de hacer que no me sienta tan culpable por no poder hacer más.

- ¿Por qué están tan cansados?- Emma mueve ambas cejas insinuando algo y luego se ríe.

- No, no es lo que piensa- le digo moviendo ambas manos.

- Es que estamos más que seguros que en la comida le deben de colocar algún sedante o droga- le dice Scott cruzándose de brazos.

- Y así hacer los experimentos o lo que sea que estén haciendo aquí – dice Emma entendiendo todo.

- ¿no creen que es peligroso que estemos aquí?

- Más peligroso es salir de aquí Scott- le responde Emma.

- Es mejor que esperemos hasta que amanezca, dudo que Agustín nos haga algo estando los demás despiertos- ellos se calman un poco dándome la razón.

- Es mejor que duerman chicos.

- Sí, es lo mejor que nos puede pasar hoy- le digo a Emma

- Tú duerme en el sofá, yo dormiré en la silla.

Scott me guía al sofá y me acuesto en él.

- Lo siento mucho, te debo una cita- me susurra Scott.

- Tranquilo- acaricio su mejilla y el cierra los ojos como si eso era lo único que le faltara para conciliar el sueño.

- Buenas noches Kim

- Buenas noches Scott

Cierro los ojos y caí en un profundo sueño.

SCOTT GILMORE

Verla dormir es lo más bello que he visto en mucho tiempo, sus largas pestañas descansan en sus mejillas sonrojadas por el frio, me quito el suéter y se lo coloco para medio arroparla. Con ella siento el deseo de protegerla de todo y todos para que nada le pase, no soportaría perder a otra persona.

- La quieres ¿verdad?

- Si, la quiero- le respondo a Emma mientras le acaricio la mejilla a Kimberly.

- Es una chica muy inteligente, vi la determinación que tenías de protegerla.

- No quiero que nada le suceda, sabe lo que paso con la persona de las amenazas, me sentí inútil por no haber llegado a tiempo.

- Lo importante es que no le sucedió nada y dime Scott, ¿sientes deseo de probar sustancias?

- No, desde que la conocí no he sentido ese deseo, todo esto lo hago por mí, por mi tía y por ella, no se merece a un chico como yo, que está roto, dañado y destruido por traumas y culpas.

- ¡vaya!, sí que la quieres y estoy segura que ella te quiere a ti.

Sonrío

- ¿Usted cree?

- ¿Qué si lo creo?, estoy segura de que así es, su química es mucha, como psicóloga no debería de decir y creer esto pero, creo en las almas gemelas y vidas pasadas y este es su caso, solo sigue en ese camino y saldrás de esto.

- Gracias

Me siento en la silla, observo a la hermosa chica que duerme en el sofá y cierro los ojos.

EMMA THOMPSON

Los chicos duermen profundamente, por mi parte no tengo nada de sueño y mucho menos con todo lo que me paso.

Para matar el tiempo reviso algunos expedientes descubro que aquí tratan desde años cualquier tipo de enfermedades mentales y problemas, desde el insomnio hasta la esquizofrenia, solo veo los documentos en Alemán pero no entiendo nada, hace mucho que no escucho ruido, no hay un reloj ni nada por el estilo, así que decido asomarme para ver si ya el sol a salido.

Abro la puerta.

No hay nadie y la luna es la que me recibe.

Salgo para asomarme por la ventana.

No hay nadie.

De pronto siento un olor asfixiante y alguien que me toma por el cuello, mis ojos se cierran poco a poco, la persona me quita el pañuelo de la nariz y me voltea para que le vea el rostro.

- ¿tú?

Y lo último que vi fue su macabra sonrisa.     

Luchar o MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora