"Cuando use mi cuchillo, me trajo alivio psicológico. Sé que tengo que ser destruido. Yo era un error de la naturaleza"
-Andrei Chikatilo.
Esa frase rodaba en mi cabeza una y otra vez, pero lo más raro era que no sentía culpa o remordimiento alguno, me sentía... ¿Normal?
Me abrazo a mí misma mientras camino para poder llegar de una vez por todas a mi casa y agradecí al cielo que las calles estén solas, porque no me conviene que me vean manchada de sangre. Mí vista está en el suelo, como si así pudiera revertir lo que paso, pero esta era la realidad y no puedo hacer nada para cambiarla.
El vecindario donde vivo es un sitio lindo lo típico, calles iluminadas, casas con hermosos jardines y cercas blancas. Me apoyo en una de las casas para ver si hay personas que puedan verme y me lleve una gran sorpresa en ver que las calles están solas, normalmente hay ancianos paseando a sus perros o personas llegando del trabajo, pero no hay absolutamente nadie.
Corro lo más rápido que puedo, me asomo por la ventana a ver si esta mi madre y Robert están despiertos pero las luces están apagadas me pareció raro y me dispuse a ver la hora (ya que cuando mate a los dos hombre metí mi mano en los bolsillos de Mike y tome lo que me pertenecía y no podía dejar mi bolso de 80 dólares y mucho menos mi libro favorito) cuando vi la hora me sorprendió que fueran las 12: 26pm. Camine con tanta paciencia y calma que tarde mucho en llegar a casa.
Con mucho cuidado abro la puerta, la luz de la luna entra por las pequeñas ventanas de la casa dándole un toque sombrío y oscuro a todo. Cierro la puerta detrás de mí con suma paciencia y calma.
La luz de la sala se enciende y los tres nos llevamos una sorpresa, mi madre y Robert se encuentran a lado de la isla, mi madre al verme negó varias veces con la cabeza al mismo tiempo que se lleva una mano a la boca y Robert esta tan pálido que su cara fácilmente podría confundirse con un papel.
Pero yo no me que muy atrás con la enorme sorpresa que me lleve de ver a mi Madre con el labio inferior roto y con un hilo de sangre saliendo de ellos y en uno de sus hermosos ojos avellana con un gran morado que apenas podía verse ese color, esos ojos que alguna vez me vieron con amor y ternura, ahora me ven con tristeza y desaprobación.
Dirijo mi vista en la mano vendada de Robert ahí fue donde todo tuvo sentido, tal vez yo podría soportar los golpes de Robert porque yo tengo mi manera de soportar el dolor; pero ver que le hizo eso a mi madre dolió más que cualquier castigo y por segunda vez en la noche mi demonio salió hambrienta de sangre.
Me voy contra Robert con la poca fuerza que tengo caemos de espalda yo arriba de él, este al sentir el golpe en su espalda coloca una mueca de dolor.
- Eso si te duele, pero pegarle a las mujeres no ¿verdad?
Escucho los gritos de mi madre de que pare, siento sus manos tocar mis hombros pero aun así no paro de golpearlo, mis nudillos arden y duelen pero eso tampoco me importa y fue un golpe tras otro golpe.
Hasta que todo lo que vi fue oscuridad.
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Luchar o Morir
Ficção AdolescenteMi vida era "Normal" lo mismo de siempre, hasta que una noche mis demonios internos salieron a la luz ahí fue donde todo se vino abajo. Me envían lejos a otro País, para ser más exactos a Canadá donde van a tratar mis "Problemas". Me esperaba cual...