Luchar o Morir

Capítulo 30: La Confesión

Todos nos quedamos en silencio, sin saber que hacer o decir con lo que acaba de pasar.

- ¿y si le contamos a Agustín de esto? Al fin y al cabo es el director y dueño de todo esto, algo tiene que hacer- propone Eric

- No, el nombre de director le queda muy grande a ese tipo, tan solo observen lo que ha pasado y que ha hecho ¡nada!, absolutamente nada- les digo a todos para dejarme caer en la silla

- Le tenemos que contar a alguien, nuestras vidas están en riesgo, no tenemos comunicación con nadie del exterior, algo tenemos que hacer y ¡ya!- dice Scott poniéndose de pie y caminando de un lado a otro – no sabemos si en este momento nos esta observando

Todos miramos a todos lados, paranoicos y víctimas de los nervios

- Emma- digo de repente levantándome de la nada

- ¿la Psicóloga?

- Si Scarlet, la Psicóloga no es que confié ciegamente en ella pero ella confío en mi contándome lo de Sam, ella es la única que nos puede ayudar

Jóvenes, por favor diríjanse a sus habitaciones, solo se pueden quedar afuera los que tienen cita con la psicóloga Emma, que pasen una buena tarde- anuncia Ivanna

- Bien ya sabemos que hacer- dice Scarlet saliendo de la biblioteca para ir a nuestra habitación

Atrás de ella se va Eric, quedando Scott y yo

- Kim- me detiene Scott sujetándome con delicadeza el brazo- por favor, te lo suplico si es necesario, no te hagas la valiente y no vayas hacer alguna estupidez como andar sola después de lo que paso

Acaso se está preocupando por ¿mí?, hace mucho tiempo que no sentía ese sentimiento de preocupación.

- No me va a pasar nada, solo hablare con Emma para ver en que nos puede ayudar, todo va a estar bien ¿ok?- le sonrió y el me devuelve la sonrisa

Noto que tiene una herida no es grave solo sale de ella un hilo de sangre, no lo había notado y aparecer el resto del grupo porque nadie dijo nada

- Santo dios ¿te duele?- le pregunto pero el solo me mira

- No mucho, me golpee con el filo de la pared mientras corría

Con la manga de mi chaqueta le limpio la sangre con mucho cuidado de no tocar la herida, queda un poco de sangre en su rostro y opto por limpiarlo con los dedos

Cuando las yemas de mis dedos tocan su cálida piel el cierra los ojos y automáticamente coloca su mano arriba de la mía

Yo solo puedo mirarlo, es como si necesitara estar así

Cualquiera estaría incomoda pero en mi caso es todo lo contrario me siento como si por fin encontrara ese relleno para el agujero que dejo mi madre y el parece sentir lo mismo

- ¿Porque siempre que estoy cerca de ti, siento la necesidad de protegerte y cuidarte para que nada te pase?, es como si nos necesitáramos del uno al otro, tal vez este loco por pensar y sentir esto por alguien que conozco hace poco pero, esa es toda mi verdad y la verdad es que tengo miedo de sentir esto que es tan hermoso pero tan destructivo a la vez – abre los ojos y me deja ver esos ojos que casi siempre trato de evitar para ponerme nerviosa, pero que también me encanta ver por lo hipnotizantes que pueden ser

- No sé qué decir- trago saliva para aliviar el nudo de mi garganta que no me deja respirar correctamente.

Lo sé, sé que estarán pensando que todo puede ser una trampa para enredarme o engañarme y que suena estúpido por el simple hecho de sentir todo esto ya que hemos cruzado muy pocas palabras pero con tan solo mirarnos es más que suficiente y no solo él siente todo lo que acaba de decir sino que... yo también me siento de ese mismo modo, es como si uno complementara al otro, es como si nos necesitáramos para rellenar ese vacío que otros personas nos han dejado

- No tienes que responderme, la respuesta me la das cada vez que me miras con esos hermosos ojos avellanas

- Yo no sé, digo si- empiezo a balbucear el solo me sonríe y coloca su dedo en mis labios indicándome que haga silencio y no diga nada mas

- Te espero a las 12: 00am, en la azotea

No me deja responder o preguntar, solo se levanta y se va dejándome sola en el enorme lugar confundida pero a la vez emocionada

¿Acaso Scott Gilmore, el chico frio y con expresión seria acaba de confesarme todo eso?

No me la creo- digo en voz baja, me levanto dela silla y salgo de la biblioteca para ir a mi habitación para asimilar todo