Capítulo 37: El Llamado.

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Nos quedamos callados sin saber que hacer exactamente, claramente no podemos ir a buscarlos, tenemos demasiado sueño y frió cara pensar con claridad.

- No sé qué decir o hacer

- Yo estoy igual Scott

- Vi algo pero no estoy muy seguro de si fue mi imaginación o la falta de drogas en mi cuerpo pero, antes de quedarme dormido vi a Sam

- ¿A Sam?

- Sí, yo sé que está muerta pero fue lo que vi

- Lo más probable es que sean las drogas que nos dan para quedarnos dormirnos.

Scott solo me mira, solo me basta con que me mire a los ojos para saber que está de acuerdo conmigo. Es increíble la conexión que podemos llegar a tener con tan solo mirarnos es como si nuestros ojos se hablaran y solo ellos tuvieran la clave para decir lo que no podemos con palabras.

- Lo mejor que podemos hacer ahora es- Scott bosteza y me contagia el bostezo- irnos a dormir

- ¡pero los chicos nos necesitan!

- Kimberly, en este estado no podemos hacer nada, no pensamos con cabeza fría, además aun estas un poco alterada.

- Tienes razón

Coloco mi mano en su hombro el me observa, luego dirige su vista a mi mano y se alarma asustándome

- ¡Kimberly que es esto!-toma mi mano con varias gotas de sangre por los pellizcos y mordidas.

- Lo hice para mantenerme despierta y...- me calla con lo que hace; toma su suéter arranca un pedazo de tela y limpia con delicadeza las heridas al terminar besa mis nudillos y me sonríe mirándome fijamente.

Trágame tierra

- ¿Qué te hicieron Scott?- la pregunta sale sin permiso alguno de mis labios, el perece tensarse con mi pregunta luego se relaja para luego suspirar.

- ¿Por qué lo dices?

- Tus ojos, tienen ese brillo de tristeza que un chico como tú no debería tener, además todos los que estamos aquí es por tener problemas y la mayoría son causados por personas que alguna vez quisimos o seguimos queriendo.

Es la primera vez que me expreso de tal manera con alguien, jamás dije lo que sentía por el simple hecho de que no tenía en quien confiar pero con él, con el siento que puedo confiarle hasta mi más oscuro secreto, que ya sabemos cuál es. Scott solo me mira, me encantan sus ojos pero a veces me mira con tal intensidad que me puede llegar a incomodar.

- Es una historia muy larga.

- No tengo prisa, además nos servirá para no quedarnos dormidos y estar atentos.

Justo cuando nos íbamos asentar para platicar, unos guardias se percatan de nuestra presencia.

Nos lanzamos al suelo y empezamos a gatear, suenan un silbato

- ¡EN LA AZOTEA!- grita unos de los guardias

Scott y yo nos levantamos del suelo para empezar acorrer, entramos al enorme pasillo, escuchamos los pasos de los guardias y vemos las linternas acercándose, no podemos ir a nuestras habitaciones ya que los guardias están por esa zona.

Por un momento me quedo paralizada sin saber que hacer o por dónde ir, Scott me toma del brazo trata de abrir una habitación donde guardan productos de limpieza y está cerrada. Los guardias cada vez están más cerca y no sabemos dónde ir.

- Nos atraparon- dice Scott

- ¡por aquí!- volteemos a la dirección de aquella voz y por la oscuridad solo vemos una silueta.

Nos miramos y a todo riesgo nos dirigimos al llamado.

Luchar o MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora