✨Cuarenta y seis✨

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El sol se alzaba a lo alto en su punto máximo del día. Joaquín odiaba salir a pasear con tanto calor, pero no pudo negarse a la petición de Emilio de ir por un helado. Aunque el alimento lo había refrescado un poco, su cuerpo se sentía caliente y sudoroso, además de que el helado había empezado a chorrear por toda su mano, manchándola y dejándole una sensación pegajosa. Se arrepentía de haber pedido un cono en vez un vaso como Emilio. 

-Estamos bajo un árbol y aun así me estoy asando vivo-  

Joaquín se abanicó con su mano intentando espantar el calor. No tenía nada en contra del verano, pero definitivamente no era su estación favorita. 

-Ve el lado positivo, pudiste estrenar los pantaloncillos que tanto te gustaron- 

- ¿Son bonitos no? -Movió sus piernas presumiendo la prenda- Pero creo que engordé, me siento un poco más hinchado- 

-Tal vez son los postres que has estado comiendo con Dylan-  Joaquín se sonrojó al verse descubierto. Debido al embarazo, Dylan había estado comiendo más de lo recomendado y como Joaquín iba a visitarlo frecuentemente, terminaba consumiendo lo mismo que su amigo para no hacerle sentir mal, claro que no era exactamente una tortura para él. 

-No quiero ofender a Dy rechazando lo que me invita- 

-Está bien, de todas formas, la cantidad de ejercicio que haces en el trabajo compensa todo lo que comes- Comentó mientras intentaba sacar el helado de los bordes del vaso- Y me alegra que ya no te preocupes por las calorías que consumes-

-Dejé de hacerlo cuando empezamos a planear tener un hijo, no quiero enseñarle un hábito tan horrible-  Emilio sonrió orgulloso del logro de su pareja y se aceró a sus labios para besarlos. Joaquín sonrió sobre su boca, se sentía como en una cita adolescente. Eran dos enamorados en un parque sentados, hablando y pasando el rato sin preocuparse de la vida. 

- ¿Estás bien? - Emilio preguntó preocupado cuando Joaquín se llevó la mano a la cabeza- ¿Te congelaste el cerebro? 

-No, creo que es el cambio de temperatura- Respondió tranquilizándolo- El sol está muy fuerte y caminamos mucho, tal vez ya es hora de regresar a casa- 

Emilio se levantó e inclinó su torso levemente mientras le mostraba la espalda. Joaquín rio emocionado y se colgó de su pareja utilizándolo como medio de transporte. 

-Me arrepiento de no traer el auto-

-Eres un flojo-

Dulce Ronroneó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora