Corriendo | Pietro Maximoff

XI: ¿Puedes quedarte?

-Entonces dices que no dormiste, y... ¿Ahora adoptaste al sintezoide?- dijo Tony con una taza de café en su mano mientras que Steve, Clint y los gemelos desayunaban y miraban la situación con atención.

-Claro que no lo adopté, no es un perro. Se llama Visión, tiene pensamientos y puede hablar como tú y yo. Hablando de eso, ¿dónde está él?

-Ok, ahora también tiene nombre. ¿Y las muletas por qué o qué?- preguntó mientras Felicia tomaba una tostada.

-Su tobillo- respondió Pietro con burla, lo que hizo que Felicia lo fulminara con la mirada.

-¿Eso también te lo hiciste en África?

-No, se lo hizo ayer aquí- Wanda codeó a su hermano.

-Ok chico, ya entendimos que por alguna razón tú sabes algunas cosas de nuestra chica. Pero creo que le están preguntando a Felicia, me gustaría que ella responda- dijo Steve y Pietro se cruzó de brazos. Ahora todos miraban a Felicia esperando una respuesta.

-Ayer me caí buscando ropa para los gemelos y me torcí el tobillo, eso es todo. ¿Ahora pueden decirme qué hicieron con Visión?

-Lo llevé al laboratorio, está escaneándose a sí mismo en la base de datos. Thor está con él, llegó anoche por si quieres verlo

-Bien, estaré allí con ellos- tomó unas tostadas para darles a Thor y Visión. A todos les pareció extraño que no preguntara acerca de Nat, ayer se veía a Felicia muy afectada por eso y ahora no mencionaba el tema. Creyeron que era mejor así.

-¡Lady Felicia!- Thor la abrazó cuando entró al laboratorio y casi hizo que sus muletas se cayeran-Oh, lo siento no quise...¿Esto es para mí?

-Sí, pero no todas- dijo entregándole algunas tostadas.

-Hola Felicia- Visión la saludó con una sonrisa -Debo asumir que, ¿esas son para mí?

-Exacto- Felicia sonrió entregándoselas y él las comió. A diferencia de la noche anterior, lo hizo sin ningún drama.

-¿Y qué tal está eso de la base de datos?

-De hecho llegaste justo a tiempo. Visión ya terminó, y estábamos hablando sobre el funcionamiento de mi martillo- Thor hablaba con la boca llena y Felicia lo miró con una ceja arqueada -Lo siento, eso fue de mala educación. Muy, muy... mala-La chica blanqueó sus ojos divertida.

Una semana pasó desde que Natasha había sido llevada a quién sabe donde por Ultrón. Los gemelos y ella no cruzaban muchas palabras, y las pocas veces que lo hacían Felicia terminaba por llamar idiota a Pietro por algo que decía. Las cosas con los demás Vengadores estaban muy bien, pero no del todo: a todos les afectaba la ausencia de Nat.

-¿Felicia?- Pietro se asomó en la puerta de su habitación mientras afuera estaba comenzando a anochecer -¿Puedo hablar contigo?

-Sí... Pasa- Felicia dejó de leer cuando notó la expresión triste en el rostro del chico. "¿Nada de testaruda esta vez?" pensó ella pero no dijo nada.

-No quiero robarte mucho tiempo. Venía a preguntarte si.. ¿Conoces algún lugar en donde pueda pasar un tiempo solo?

-Sí...conozco un lugar. No sé si te gustará pero, sígueme- dijo poniéndose de pie y tomando sus muletas. Estaba dudosa de llevarlo allí, pero al verlo decaído optó por hacerlo.

Pietro la siguió hasta el ascensor, y Felicia tocó el botón para subir al piso más alto en el edificio. La situación era un tanto incomoda, y que ninguno dijera nada no mejoraba las cosas.

-Bien. Aquí es- comentó Felicia saliendo del ascensor junto al chico -Sé que no es mucho pero es donde yo vengo a veces para pensar, me gusta la vista que hay

-¿Estás bromeando? Es perfecto...- dijo él mirando a su alrededor-¡Mira esa vista! ¡Mira los colores en el cielo! ¡Amo esto!

Felicia permanecía en silencio y retuvo una sonrisa al ver la emoción que tenía Pietro.

-Lo siento, me emocioné. Es que me recordó a un lugar que solíamos visitar con mi hermana y con...no importa, no te interesa- negó con la cabeza mientras tomaba asiento en el suelo-Gracias por traerme hasta aquí, ya no te molestaré más.

-¿Tus padres? ¿Con ellos ibas a ese lugar del que hablas?- el asintió para luego mirar hacia el sol poniéndose.

-En Sokovia la mayoría de personas tienen poco dinero, apenas para sobrevivir. Nosotros éramos de esas personas. Asi que no nos llevaban a esos parques de diversiones ni nos compraban los juguetes "de moda". Pero sabían como hacernos felices con muy poco... Había días en los que nos despertabamos en la madrugada y mi padre llevaba a todos a un edificio abandonado. Nos subíamos en el techo y desde ahí veíamos como el sol salía. Era mi lugar favorito en el mundo, sobre todo porque estaba con ellos

-Eso es realmente lindo Pietro- Felicia sonrió levemente. A ella le hubiera encantado tener un recuerdo así con su familia.

-Sí...

Ambos asentían mirando hacia el lejano sol que desaparecía poco a poco. Felicia comenzó a caminar de vuelta hacia el ascensor, Pietro había ido para estar solo y ella seguía allí.

-Bueno, me alegra de que te haya gustado el lugar. Te veo luego Pietro

-¿Felicia?- ella frenó su paso antes de entrar al ascensor-¿Puedes quedarte? Me haría bien hablar con alguien... Solo si quieres, ya dije que no quería molestarte.

-Está bien...

Felicia asintió y se sentó junto a él. Era raro estar con Pietro, pero a ella le gustaría que alguien la acompañara si se sentía triste, por eso su decisión fue rápida. Unos minutos pasaron en silencio. Los dos contemplaban la noche que entraba.

-¿Puedo preguntarte algo?- dijo Felicia y él movió su cabeza levemente indicando que sí -¿Por qué querías estar solo? ¿Pasó algo con Wanda o...

-Sí. Discutimos...-respondió Pietro- Nosotros somos muy unidos ¿sabes? Pero a veces no coincidimos y ella se enoja, o yo me enojo. Esta vez ella lo hizo, pero creo que pronto estaremos bien de nuevo... Supongo que todos los hermanos pasan por eso

-Sí, supongo que sí- dijo ella desconociendo el sentimiento -Yo no tengo hermanos, asi que nunca pasé por eso. Pero ustedes se ve que tienen un lazo especial

-¿Qué hay de tus padres, Felicia? ¿Cómo son ellos?

-Mis padres fallecieron cuando tenía tres años...-dijo ella evitando mirarlo. Hablar de sus padres la ponía sensible y las personas siempre le daban una mirada con lastima cuando lo hacía, eso no ayudaba.

-Oh, lo siento. Yo no...

-Está bien, no tenías como saberlo...- lo interrumpió -Fue un accidente automovilístico. Papá iba manejando cuando un perro se cruzó. Giró de repente para no chocarlo, y eso hizo que el auto volcara. Mi padrino me lo contó todo años después

-Y tú...¿Dónde estabas en el momento del accidente?

-Dentro del auto. -sonrió con amargura- Salí ilesa, pero ellos no tuvieron la misma suerte. Supongo que quien quiera que nos esté viendo en otro plano, decidió que yo tenía una vida más larga por delante. Pero una sin ellos.

-Lo siento mucho Felicia, creéme que sé lo que sientes- dijo él apenado. A Felicia le empezaba a gustar el hecho de que su acento resaltara cada vez que hablaba.

-Gracias- ambos sonrieron levemente.