Corriendo | Pietro Maximoff

VIII: Igual de malos que buenos

-Por qué nos ayudas? Tú no nos debes nada...-murmuró Pietro entre quejidos mientras Felicia pasaba una aguja en la herida de su brazo izquierdo.

-No te preocupes que no lo hice por tí. Jamás olvidé lo que Wanda hizo en Sokovia- explicó ella cortando el hilo que terminaba de usar y acercó sus manos a la frente del chico para continuar con la herida de allí.

Felicia temblaba del frío acurrucada en una de las paredes del pequeño lugar en donde estaba encerrada. Su cuerpo estaba frágil, morado en todas las partes visibles, y había una clara desnutrición en ella. Veía a personas pasar y pasar por ese pasillo, pero nadie le prestaba atención.

-Privet... Ty v poryadke?- una voz aterciopelada le susurró a Felicia, lo que le hizo levantar la cabeza. Una chica castaña estaba agachada al otro lado de las rejas de su celda.

-Yo no.. no hablo tu idioma, lo siento- dijo débil y un leve "oh" se formó en la boca de la otra chica.

-Preguntaba si te encuentras bien...¿Necesitas algo? Mi nombre es Wanda- se presentó pensando en que así transmitiría un poco más de confianza, aunque la preocupación estaba azotando su cara.

-Nada en lo que puedas ayudarme...Gracias de todos modos - sonrió respondiendo y la castaña analizó por unos segundos el lugar en el que Felicia estaba encerrada. Miró al chico parado tras ella. Él no dijo nada.

-Pietro, ​​pereday mne sumku- Wanda le habló al que Felicia supuso que era su hermano, por el parecido entre ellos. El chico le alcanzó una bolsa que guardaba en su mochila. -Ten, creo que esto te hará bien

-¡Auch! ¿Podrías tener un poco más de cuidado?- exclamó Pietro cuando Felicia lo pinchó con la aguja en la frente.

-¿Prefieres que llame a Clint y lo haga él?-Pietro se limitó a hacer una mueca de disgusto y blanquear sus ojos-Sí, eso fue lo que pensé

-¡Proklyataya suka!- exclamó con dolor cuando Felicia lo pinchó otra vez por accidente.

-¡Hey! Cuidadito con lo que le dices rufián porque no te lo permitiré, entendido?- dijo Natasha girando su cabeza hacia Pietro mientras se limpiaba sus manos. Ya había terminado de curar a Wanda. -Ya terminé con ella, ¿Estarás bien si te dejo aquí un rato?

-Sí, ya casi termino Nat- respondió Felicia y ella asintió para luego irse con las herramientas que había usado, no sin antes echarle al chico una mirada amenazadora. Felicia continuó cociendo la frente de Pietro, luego su mano y por último un corte que tenía en la parte interna de su brazo derecho.

-No puedo cerrarte esto si estás acostado, necesito que te sientes- Él trató de sentarse apoyando sus codos en la cama, y profirió unos fuertes quejidos de dolor -Bien, mejor no. Quédate acostado y pon tu mano derecha en mi hombro

-Tú tienes una herida ahí- comentó él con el ceño fruncido.

-Estoy perfectamente bien, ahora por favor haz lo que te pido así podemos terminar con esto- dijo ella restandole importancia.

-Todo se mueve muy lento para mí, veo muchas cosas que ustedes jamás notarían. Desde que llegué noté las vendas. Tienes una herida de bala en el hombro izquierdo y una más profunda en la parte baja de tu abdomen también del lado izquierdo, y por como caminas se ve que te duele. Además, deberían cambiarte esas vendas, mancharon tu ropa- Felicia dirigió su vista hacia su abdomen y unas pequeñas gotas de sangre se marcaban en la camiseta que llevaba puesta.

-Ya estoy mejor, no sé de qué hablas

- Eres una.. ¿Cómo se dice en español?... Ah sí, una testaruda- Felicia blanqueó sus ojos y levantó la mano derecha de Pietro para colocarla sobre su hombro herido. La chica intentó disimular una mueca de dolor al hacer este movimiento pero los hermanos la notaron, aunque no dijeron nada. Mientras Felicia trabajaba, Pietro dirigió una mirada a Wanda y ella le sonrió mucho más calmada de lo que se encontraba antes. En cuanto tuviera la oportunidad, la sokoviana le agradecería a Felicia por todo esto.

-Bien, terminé. Creo que será conveniente si descansan un poco- bajó la mano de Pietro con cuidado, tomó las cosas para limpiarlas y se fue a la cocina a avisarles a los demás.

Clint se resistió a interrogar a los gemelos en ese momento y decidieron que lo mejor sería dejarlos dormir por unas cuantas horas.

-Felicia, me gustaría preguntarte algo...-Comenzó a hablar Steve recibiendo la atención de los demás en la cocina. La luz del día ya había desaparecido afuera.-¿Por qué los ayudaste? Estaban del lado de Ultrón, nos atacaron y... ¿Ahora salvamos sus vidas?

-Lo siento. Sé que no lo consulté con ustedes, pero es una deuda que debía cumplir. Lo crean o no, esos dos me salvaron más de una vez

-¿De qué hablas? El chico casi te asfixia cuando recuperamos el Cetro -comentó Natasha

-Y luego me salvó en el barco. Un androide me tomó por sorpresa y empezó a dispararme, una bala al hombro luego otra al abdomen. Después los disparos cesaron, todo era silencio. Él había destruído el robot.

-¿Y qué hay de ella?- Steve jugaba con unas pequeñas figuras de acción que le pertenecían a Cooper.

-Hace un año yo estaba en la base de hydra, en Sokovia. Strucker me expuso al poder del cetro durante 76 horas sin parar. Yo solo esperaba morir, y creo que él también creyó que lo haría, porque hizo que los guardias me dejaran inconsciente en una celda. Estuve una semana sin que nadie se acercara a revisar si estaba muerta o no, aunque me hubiera gustado estarlo. Una semana y media sin comer ni beber nada, hasta que ella me encontró. Wanda fue la única que miró hacia la celda en la que me pusieron. Y decidió darme la comida que tenía para ella y su hermano. Ella me salvó. Me salvó de morir de hambre tirada en una celda de hydra, y creo que si ustedes vivieran algo así, tampoco olvidarían un gesto como ese.

-Creo que juzgamos un poco mal a los chicos...-comenzó Steve pero Clint lo interrumpió.

-Mejor digamos eso después de interrogarlos. Si necesitan que les de una categoría, para mí son igual de buenos que malos

-¿Y por qué no los interrogamos ahora?- sugirió Natasha -Ya pasó un tiempo considerable

Felicia se encogió de hombros para luego seguir a sus tres compañeros de equipo a la habitación de Lila. Steve despertó a Wanda y Clint despertó a Pietro. Se veían mucho mejor a comparación de como llegaron a la granja. Pietro ya no tenía el cabello oscuro por el hollín, y Wanda no tenía sus mejillas cubiertas de sangre.

-Hola chicos ¿tienen hambre?- Steve les sonrió brevemente y Natasha le dio una mirada incrédula.

-Hola Capitán Rogers- el acento de Wanda resaltaba en sus palabras. -Muchas gracias por esto. Creo que a mi hermano y a mí nos gustaría comer algo...Si eso no es molestia claro.

-Mejor agradezcanle a Felicia, yo los hubiera dejado en un camino perdido y le hubiera enviado la ubicación a Ultrón para que él mismo los encontrara- dijo Clint tratando de hacer que su comentario sonara con sarcasmo, pero todos allí sabían que no lo era.