-¡Eso no vale!- exclamó Wanda al ver que Felicia movió el peón sobre el tablero de ajedrez, dos casilleros hacia adelante.
-Por supuesto que vale- dijo con fingida seguridad, la chica sabía que estaba haciendo trampa pero era divertido.
-¡Moviste el peón dos casilleros y se mueve de a uno!- Visión y Natasha sonreían divertidos ante la situación que se daba en el pequeño patio de la vivienda.
-No, se puede de a dos- se encogió de hombros escondiendo una risa.
-¡Pero solo en el primer movimiento!- exclamó con indignación. Felicia no aguantó más y estalló en carcajadas. Wanda abrió su boca para decir algo pero simplemente negó con la cabeza antes de reír ella también.
Unas cuantas partidas y horas más tarde, el viento frío comenzó a correr, y cuando los cuatro se decidieron por entrar, Pietro llegó.
-Hola, printsessa - pasó su brazo sobre los hombros de la chica y ella le regaló una sonrisa antes de recibir un beso en la mejilla por parte de él -Estás congelada, ten
Pietro se sacó el liviano sueter que llevaba puesto para entregarselo a la chica quien se lo colocó, agradecida. Visión y Wanda cruzaron una mirada de complicidad.
-Asi que...¿entramos?- preguntó Natasha ocultando una sonrisa.
-Sí, vamos -dijo Felicia negando con la cabeza para salir de sus pensamientos. Cuando la chica intentó caminar hacia la puerta, sintió una mano tirando el sueter que usaba hacia atrás y decidió volver a hablar- Mejor.. adelantense ustedes, ahora vamos
Cuando la última persona puso un pie dentro de la casa, el movimiento de Pietro fue inesperado: tomó a la chica por la cintura, haciéndola dar un giro sobre su propio eje y le plantó un beso en sus labios.
-¿Y eso qué fue?- preguntó Felicia divertida. Él se encogió de hombros con las comisuras de sus labios elevadas y le dio otro beso -¿Y por qué no lo haces de nuevo?
Ante el pedido indirecto de la chica, Pietro le dio una seguidilla de besos en toda la cara, a lo que ella rió muy contenta.
-¿Dónde estuviste toda la tarde?- dijo ella con los brazos envueltos en el cuello de Pietro.
-Yelena y yo estuvimos mirando una película, no la conocía y me dijo que me faltaba cultura o algo así -explicó sin darle mucha importancia.
-Creí que estabas durmiendo, la última vez que fui a la habitación lo hacías- comentó frunciendo el ceño levemente. Consideró extraño que ellos se llevaran bien, aunque quizás era solo su impresion, porque después de todo: ella era la que aún no entraba en confianza con la rubia.
-Oh, sí, pero ella me despertó porque no los encontraba a ustedes. Después descubrió que la casa tenía un patio- sonrió divertido y Felicia asintió, separándose de él y comenzando a caminar hacia dentro de la casa. Pietro la siguió.
Cuando la noche había caído por completo, Yelena trató de alivianar el ambiente entre los demás, quienes no la conocían mucho, asi que tenía una propuesta para hacer.
-Estuve averiguando en esta cosa- soltó mostrando su teléfono, el cual no usaba mucho más que para recibir llamadas de Natasha -Y aquí cerca hay un lugar en donde podemos tomar unos tragos... Tal vez te sirve para alivianar esa tensión por las demás viudas, Nat
Dirigió ese último comentario a Natasha, quien ya había dicho repetidas veces que debían seguir con la misión apenas se recompusieran de sus heridas.
-Yo voy -dijo Pietro sumándose a la salida y eso hizo que Felicia levantara su vista del libro que leía sentada en el sofá. Yelena recorrió el lugar con sus ojos esperando a que alguien más quisiera acompañarlos.
-Yelena, creo que está muy frío para que estén divagando en la calle, y no creo que Pietro aguante los mismos tragos que tú- ese comentario de Natasha con un tono escondido de sarcasmo, hizo que Pietro levantara una ceja y abriera su boca para decir algo.
-¿Nadie más? ¿Seguros?- inquirió Yelena ganandole al chico la palabra e ignorando a Natasha. Sin embargo, lo dijo con un poco de decepción al ser solo el sokoviano el que quería ir.
Wanda cruzó una mirada con Felicia pero nadie dijo nada. Natasha estaba un poco agotada de jugar el papel de madre responsable con Yelena y que ella no le tomara la atención que requerían sus palabras.
Cuando Pietro estaba recogiendo su abrigo para salir, interceptó a Felicia que pasaba por su lado, en el pasillo.
-Printsessa, ¿seguro no quieres venir?- preguntó tomando su brazo para frenarle el paso.
-No puedo tomar, creo que olvidaste que soy menor de edad -respondió ella un poco tajante. Al decir esas palabras, Felicia recordó que meses atrás era Clint el que le decía que no podía tomar bebidas alcoholicas, y por un segundo lo extrañó más de lo usual.
-Podemos divertirnos igual- frunció el ceño al ver que ella negó con la cabeza.
-No quiero ir, gracias por preocuparte de todas formas- le dio una sonrisa lo menos fingida que pudo, en realidad no estaba feliz para sonreír -Además es peligroso, Pietro, no sabes quien puede verte. Pero no puedo obligarte a que te quedes aquí, asi que solo ten cuidado y no te enfríes
-Viví toda mi vida en un lugar que podría congelar, ya estoy acostumbrado -la chica asintió y él le dio un beso en la parte superior de su cabeza para despedirse -Te veo luego Clark, solo serán un par de tragos
Felicia volvió al mismo lugar del sofá en el que estaba antes, y se dedicó a leer su libro unos minutos más: quería terminar el capítulo que había empezado ese día. Mientras tanto, Natasha se encontraba en el comedor arreglando una rotura en su traje. Wanda, quien salía de la habitación con su ropa para dormir ya puesta, se acercó a Felicia.
-Hola bonita- la saludó sentandose a su lado, justo cuando la chica cerraba el libro con el capítulo número siete ya terminado.
-Hola Wanda- sonrió ante la presencia de la pelirroja.
-¿Terminaste el capítulo?- consultó muy interesada en ello y la chica asintió -¿Y? ¿Por fin la besó?
-No, ahora están peleados, otra vez.
-Increíble- negó con la cabeza ante lo contado y luego decidió preguntar lo que en realidad venía pensando -Con Vis estábamos aprendiendo a hacer unos animales de ogari, ¿quieres hacer uno también?
-¿Origami?
-Eso, origami -asintió con una calidez que contagió a Felicia. Amaba la paz que transmitía Wanda cada vez que hablaban.
-Sí, me encantaría- su rostro se alegró notablemente.
Los tres estaban sentados en la cama grande de la habitación de Wanda y Visión, junto a la otra cama en la que Yelena durmió la noche anterior. Siguiendo las instrucciones en internet, Visión pudo armar una grulla y una mariposa de papel en pocos minutos, y ahora ayudaba a Wanda a armar la suya. La sokoviana tardó un poco más en darle la forma que quería al papel, pero lo logró. Sin embargo, no fue lo mismo para Felicia.
-Mira, ahora junta esta punta con el centro de esta parte- explicó Vision señalando ambos lugares. La chica lo intentó repetidas veces -No, no. Del otro lado
-Me cansé, me rindo- dijo soltando el papel en la cama -Es la figura más fácil y no puedo hacerla
-Pero te falta poco, sigue Felicia- la animó Visión.
-No, definitivamente eso no es para mí, asi que pasame el control de la televisión-ante el pedido inesperado, ambos sonrieron y Wanda le pasó el control.
La chica comenzó a pasar canales para encontrar una película "interesante" según dijo, mientras que los otros dos seguían jugando con las figuras de papel. En el medio de la búsqueda, se topó con un canal de noticias.
ESTÁS LEYENDO
Corriendo | Pietro Maximoff
Fanfiction-¿Tú?- preguntó el chico que ahora apenas la sostenía. Ella casi no lo reconoció. -¿Maximoff? Esta es la historia de Pietro Maximoff y Felicia Clark.