Q•U•I•N•C•E

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Manuel

- Y por eso te lo digo, porque fue un error. Perdóname. Por favor.

Ava me miraba, mientras estaba pensando.

- ¿Estás seguro de que no estás confundido? Porque uno, no quiero ser "otra", y dos, Violetta tampoco merece eso.
- Estoy seguro, Ava.
- Sé muy bien que no puedo "prohibirte" mirar a otras personas, porque además es una estupidez.
- Ava.
- No, déjame hablar. No quiero ser la tonta e intensa novia. Y quiero que estemos bien. ¿Entiendes?
- Ajá.

Se acercó a mí y pensé que me iba a besar, pero me abrazó.

Por alguna razón, eso se sintió mucho más sincero que todos los besos que nos dábamos siempre.

Nuestros dedos se entrelazaron y me di cuenta de que si se había vuelto un fastidio emocional para mí, y que, si Ava fuese o no increíble, no importaba, porque yo la había elegido y ella a mí.

Se separó de mí y me sonrió antes de irse.

***

Terminé de adelantar mi cuaderno y salí silbando. Violetta había salido hacía poco y sabía que iba a la enfermería, en su cara siempre se notaban las emociones.

Iba bajando cuando la vi frente a la puerta murmullando insegura. Cuando me vio intentó ocultarse, pero solo la miré.

- Ava ya sabe todo, lo siento. Entra, él... te está esperando.

Me sonrió y esperó a que me fuera, o eso creyó ella.

Me escondí y esperé a que ella entrase. Abrí levemente la puerta y vi la escena.

Beso.

Me sentí raro. Como si estuviera celoso, pero de una forma distinta, pero vacilaba entre celos de romance y celos de hermano mayor.

Finalmente se separaron y toqué la puerta.

Violetta estaba algo roja pero al verme se puso más roja.

- Hola - dije con un acento algo descarado - veo que estás mejor, Oliver.
- Eh...

Me reí ante sus expresiones, parecían "descubiertos".

Me senté encima de sus piernas y le puse ojos tiernos.

- ¿Me extrañaste, bro? - Violetta se echó a reír fuertemente.
- Ay, no sea bobo - me dijo Oliver pero se le escapó una sonrisa torcida.

En eso llegaron Tamara y Elena.

- Oh por Dios - dijo Tamara al verme encima de Oliver, y Elena abrió los ojos desmesuradamente.
- ¡Vivan los novios! - gritó Violetta horrorizando más a las dos chicas.
- No entiendo nada - continuó Tamara.
- ¿Tú no eras novio de Ava? - preguntó Elena inocentemente.

Violetta se estaba ahogando de risa.

- Lo soy - de un salto me baje y me senté en el otro sillón - solo bromeábamos.
- Hablando de otras cosas, ¿Qué haces aquí? - preguntó Elena a Violetta.

Ella se sonrojó y miró a Oliver de reojo, antes de carraspear y hablar.

- Yo... eh... tenía que hablar unas... cosas con Oliver.

Tamara sonrió como si lo hubiera...

- Lo suponía. Bueno, además Chelsea está allá afuera llorando y me contó todo.

Oliver se frotó la frente.

- Tengo que hablar con ella. ¿Pueden...?

Todos asentimos y ya nos íbamos, cuando Oliver tomó de la mano a Violetta.

- Quédate.

Lejos del romanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora