O•C•H•O

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Manuel

- Cálmate bro, estamos en el colegio - se burló de mí Oliver después de que volviera a besar a Ava fuertemente.

Ella sonreía pero ahora se puso las manos en la cintura.

- ¿Estás bien? - preguntó - Digo, no me quejo, pero... no sé, estás raro.
- Perfectamente, hermosa.
- Cuidado, Manu: no se te vaya a pegar la loquera de esa niñita allá en esa casa... - comentó Chelsea refiriéndose a Violetta.

Mi estómago se revolvió. ¿Por qué había estado besando tanto a Ava? Demasiado...

Corazones de colores.

Mi mente se burlaba de mí con esa imagen. ¿Quién rayos le había mandado esa carta a Violetta? Los celos me llenaban y luego recordaba que tenía novia: por eso tantos besos.

Violetta no es tu problema.

- Por cierto, ¿cómo te va con ella en casa? - preguntó Ava curiosa.

Vi como Oliver se interesó de repente en la conversación y lo miré raro, pero seguí:

- No hay mucha cosa, saben que salgo con ustedes, y cuando nos toca fingir que somos amigos frente a nuestros padres tenemos que estar juntos un rato, pero ella es una estúpida y al final se pone a hacer sus tontadas.

Oliver volvió a su cuaderno de dibujo y Ava me besó en la mejilla alegrándose de que "fuera fiel".

Luego mis amigas se fueron caminando por el pasillo y me senté a leer el cómic que estaba leyendo.

Pasaron algunos minutos cuando vi a Oliver dibujando con rabia. Miré curiosamente pero no dije nada, hasta que él cerró el cuaderno con fuerza.

- ¿Seguro de que no está pasando nada entre ustedes dos?

Tragué saliva.

- ¿Qué dices?
- Digo, a veces pareces mirar demasiado hacia su silla...
- Pfff, no. Solo que, a veces es inevitable mirarla, es muy notoria - expliqué, e iba a seguir hablando cuando noté una cara rara en mi amigo.
- Si... inevitable.

Lo empujé, y él se cayó de lado.

- ¿Qué te pasa a ti? - pregunté yo ahora, confundido.

Oliver se sentó de nuevo, y notamos que las chicas habían volteado a mirarnos.

- Nada... - susurró él dada la atención - ¿viste la carta que tiene?

Corazones de colores...

- ¿Quién? - hacerme el tarado parecía la mejor opción.
- Violetta Banagod Chase - masculló él lentamente.
- Ah. Si, con todo el revuelo que hicieron las niñas riéndose como tontas, intentando ocultarla tontamente. sí.

Volvió a no decirme nada y me enojé un poco.

- Argh... Me avisas cuando te dé la gana de hablar.

Me levanté y salí.

***

Sus ojos, sus jodidos ojos. Eran tan atrapantes, profundos. Su cabello siempre despeinado y con su llamativo color rojo.

¿Por qué estaba detallando a Violetta?

Inglés. Era solo una palabra, pero la clase era taaaan aburrida, que tenía que recurrir a medidas desesperadas.

¿Eso o solo buscas una excusa para mirarla?

No podía enojarme con mi mente.

Oliver si que era inteligente, dibujando bajo el pupitre.

- Manuel, can you come to do the conversation? - me sorprendió la maestra.
- ¿Eh?

Su mirada de reproche llegó. Miré al tablero y vi una conversación escrita.

Me levanté y andé.

- Choose a partner for the exercise.
- Oliver.
- A girl.

Abrí los ojos. Ava me sonrió alegremente.

- Ava.

La maestra volteó los ojos.

- Always the same... I'll choose. Elise, come on.

Ella puso cara de fastidio y vino hacia mí.

- No.

Todos volteamos a ver de donde venía aquella voz.

Elena miraba asombrada a su compañera de puesto.

- Why not, Violetta?
- I want to do it - respondió ella, tranquila y sin pena.

Oliver apretó sus puños y tomó aire. La cabeza me dio vueltas.

Todos miramos a la maestra.

- Okey, come on.

Y ahí, queridos amigos, se formó la guerra mundial.

Lejos del romanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora