S•E•I•S

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Manuel

Ava se acomodaba el cabello negro y largo cada tanto, dejando ver la línea pequeña de delineador y las sombras oscuras en sus ojos.

La miré de arriba a abajo. Su ropa estaba siempre a la moda, oscura, y tiraba para un lado la chaqueta dejando ver sus esbeltos hombros. Su rostro era bastante hermoso y lleno de alegría siempre.

Entonces oí la voz chillona de Elisa, en el medio del salón, gritando alguna cosa, estaba con Victoria, Mary y Violetta. Estaban riéndose de que se habían caído todas de la silla.

Y miré entonces a Violetta.

¿Eh? No puede ser...

Sentí un cargo de conciencia por la forma en la que había pensado en Violetta. Volteé rápidamente y le di un beso a Ava, quien se sorprendió un poco pero sonrió al terminar.

- Qué lindos - dijo con un poco de sarcasmo Oliver.
- No fastidies - indicó Chelsea - de verdad son tannn lindos.
- Además, deberías buscarte una linda novia - indicó Ava mirando fijamente a Chelsea.
- ¿Qué?

Oliver seguía sin entender las señales de nuestras amigas.

Me reí, mientras Ava volteaba los ojos y Chelsea se mordía el labio algo enfadada.

***

Estiré mis piernas y me puse a dar golpecitos al asiento de enfrente, aburrido.

Oí como éste se movía hacia adelante, y me di cuenta que no era el de Elena sino el de ella. No hace falta decir quién.

Pero me dieron ganas de molestarla y me estiré más dándole golpes a su silla. Ella se volteó y me miró mal por unos segundos, pero luego volvió a mirar al frente.

Deje de tocar la silla, ya no era divertido. Pero entonces sentí como me pateó.

- ¡Oye! - me quejé frotándome el pie.
- ¿Ahora me hablas, Manuel? - su voz era desafiante y fría, demasiado para ser la feliz Violetta del salón.

No supe que decir y solo seguí frotando mi pie. Me di cuenta de que Ava estaba mirándome interrogante.

M: Estoy bien. Solo que Violetta me pateó en la pierna.
A: ¿Por qué? ¿¿¿Que le da a esa???
M: Ni idea. Pero déjala en paz...
A: ¿Ok? Que podría hacerle?

Ridiculizarla de nuevo.

Aparté esa idea de mi mente: yo también lo hacía. Pero Ava era un poco feroz a veces.

M: nada. Solo digo que no vale la pena.
A: ok.

No vale la pena.

Lejos del romanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora