𝔓𝔯𝔬́𝔩𝔬𝔤𝔬

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—¿Cómo va el asunto de la metanfetamina? —Manjiro, quien estaba recargado en el sofá principal de la sala de juntas, preguntó a los presentes.

—He encontrado posibles proveedores —comentó Hajime, colocando una pierna encima de la otra.

Hubo silencio, Manjiro estaba esperando a que alguien más hablara, pero no sucedió.

—Ya va más de un mes desde que puse el tema de producir metanfetamina por nuestra cuenta —empezó sacado de sus casillas— y lo único que me traen es que han encontrado "posibles" proveedores.

—No queremos proveedores —se quejó Kanji Mochizuki—, queremos cocineros.

—No es fácil encontrar alguien capaz de hacer tal cosa, corremos muchos riesgos —dijo Hajime defendiéndose.

—Al igual que la vez pasada, insisto en que pongamos a Hattori a elaborarla —propuso Takeomi quien ya estaba cansado por las tantas horas que estaba durando la reunión.

—No vamos a poner su basura en el mercado —negó Sanzu.

—Pero él sabe de química, además que es parte de la asociación, no corremos el riesgo de que hable.

—Nos llevará a la ruina en lugar de hacernos crecer. Eh probado su mierda y lo que tiene de químico lo tiene de fiel —argumentó Sanzu—. No conozco tus razones, Takeomi, pero yo no confío en ese bastardo. Necesitamos algo mejor y creo que Kakucho y yo encontramos a alguien.

—Muero de ganas de ver de quién se trata —dijo Ran, acomodándose en su asiento.

—¿Haces los honores? O lo hago yo —preguntó Sanzu mirando hacía el lugar donde Kakucho se encontraba.

—Lo hago yo —suspiró y se puso de pie.

Se dirigió hacía la pantalla de cincuenta pulgadas colocada en el centro de la pared al otro lado de la habitación. Conectó su teléfono al televisor para proyectar información de la persona a la que se referían.

La fotografía del rostro de una chica apareció abarcando toda la pantalla. Era una joven con no más de 22 años, su tez se veía pálida debido a su ondulado cabello negro que llegaba hasta sus hombros, sus ojos oscuros como la obsidiana la hacían ver con una mirada fría que impartía desprecio hacia todo aquel que miraba, pero aún así era atractiva a la vista de muchos.

—Ella es Joanne Kenway —inició Kakucho.

—Es un nombre peculiar —observó Ran.

—No es del país, pero ese no es el tema del que estamos hablando —agregó Sanzu dándole una señal a Kakucho para que continuara.

Pasó a una siguiente imagen la cual era una nota periodística con una fotografía de ella sosteniendo un premio. —Actualmente está cursando su último año en la carrera de química. Durante sus estudios ha ganado en primer lugar diferentes concursos de todos los niveles posibles para su nivel de estudios. —Pasaron más imágenes donde de igual manera se le veía sonriendo con sus premios.

—¿Solo nos vas a hablar de los premios de una mocosa? Ve al punto, Kakucho, tenemos aquí todo el día —dijo Rindou.

—Esta chica, es la mejor a nivel nacional. Se necesita un nivel de inteligencia gigantesco para conseguir todo lo que ha hecho en tan poco tiempo —colocó una última fotografía.

—Es por eso que creemos que es una buena opción para que sea nuestra química o cocinera, como gusten decirle —interrumpió Sanzu después de darse cuenta que Kakucho no la dejaría de elogiar—. Es lo que necesitamos para meternos en ese mundo.

Back to Black I BontenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora