ℌ𝔞𝔰𝔱𝔞 𝔮𝔲𝔢 𝔩𝔞 𝔪𝔲𝔢𝔯𝔱𝔢 𝔫𝔬𝔰 𝔰𝔢𝔭𝔞𝔯𝔢

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⚠️Advertencia de Lemon explícito⚠️

No tardaron en llegar a la casa de Lani pues el trafico estuvo a su favor todo el tiempo. Kakucho se quedó fuera de la casa esperándola en su auto. Joanne le dijo que no había problema con que se marchara, podía pedirle a Lani que la llevara a casa, pero se negó rotundamente pues Sanzu y él habían acordado no quitarle un ojo de encima hasta que Yezzan estuviera muerto.

En cuanto Lani abrió la puerta y vio a su mejor amiga de pie frente a ella, le dio un fuerte abrazo, el cual casi la dejaba sin aire, pero era de esperar cuando creyó que jamás la volvería a ver. Al separarse de ella miró su rostro con lo ojos muy abiertos.

—¿Qué te pasó en la cara, Anne?

Joanne se extrañó pues muy probablemente se dio cuenta de sus golpes, pero ¿Por qué ella sí los vio y Violet no? Probablemente la chiquilla tenía los ojos tan llorosos que no pudo darse cuenta o Lani conocía tan bien sus facciones que notó alguna anormalidad.

—Nada —rio nerviosa— ¿de qué hablas?

—No intentes hacerme la tonta. Vamos a desmaquillarte para que me niegues los golpes que tienes.

—No es necesario —puso los ojos en blanco.

—¿Quién te golpeo? —preguntó molesta—. No me digas que fue el imbécil de tu ex y por eso se inventó toda una mentira para no dejarme verte.

—¡No! Lani, él no haría eso. Lo que te contó es verdad —miró hacia el interior de la casa—. ¿Me dejarás pasar o quieres que hablemos aquí?

Ambas entraron a la casa. Lani cerró la puerta y fue hasta la cocina donde sirvió dos vasos de agua mientras le gritaba a Joanne que tendría que inventarse una buena excusa o de lo contrario no le creería nada.

—Ahora sí, dime la razón de esos golpes —se sentaron en el sofá azul marino de la sala de estar.

—Bueno como ya sabes estaba de viaje de trabajo...

—En México, eso ya me lo contó Sanzu, quiero saber por qué te hicieron eso.

—A eso iba, Lani, ten paciencia por favor.

—¿Paciencia? ¿Me pides paciencia? —se le subieron los humos—. Después de que no supe nada de ti por dos semanas y el único que me daba respuestas fue un junky que además es tu ex. De verdad que verte frente a mí me sorprende muchísimo pues creí que no te volvería a ver. Al principio me angustié porque pensé que no alcanzarías a llegar a mi boda pero después eso fue lo de menos. Si no llegabas mañana estaba dispuesta a usar el dinero de nuestra luna de miel para ir a México y buscarte por mi cuenta.

—Lo siento mucho, de verdad no quise angustiarte, pero fue toda una travesía ese viaje, déjame explicarte.

—Más te vale hacerlo bien.

—Fue un viaje repentino, por eso no pude avisarte con tiempo. Cuando menos me lo esperaba ya me estaba subiendo al avión —empezó con su mentira. Tenía nervios de equivocarse en algo y que no cuadrara con la versión de Sanzu—. Fue un viaje larguísimo de muchas horas por lo que en cuanto llegué no podía pensar en nada más que una cama y me apresuré a llegar al hotel a tomar una siesta, por eso no te avisé. Estaba a punto de reunirme con unos clientes cuando hablaba por teléfono en el balcón de la habitación de mi hotel y dejé el celular sobre la barda del balcón pero se cayó y eran siete pisos, no iba a sobrevivir.

—¿Por qué no te compraste otro?

—Lo hice pero también tuve que comprar otro chip con un número distinto y el tuyo no me lo sé de memoria.

Back to Black I BontenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora