No sé como sentirme al respecto. Mi mente es una maraña de pensamientos y preguntas que no cesan la ráfaga de inquietudes que me sucumben.
Me resulta difícil respirar ya que mis pulmones desean hiperventilar pero la grande y fría mano de Jared solo me permite apenas respirar por la nariz. Estoy temblando e pies a cabeza y no estoy muy segura si es por el esfuerzo de haber estado corriendo con todas mis fuerzas o simplemente porque una maldita horda de guardias armados hasta las trancas están bajo nosotros.
Escucho sus susurros, sus pasos, sus respiraciones aceleradas y cada segundo hace que mi mente se entumezca de forma agónica. Me están buscando, deseando matarme o entregarme al consejo para... prefiero no pensar para qué. Y todo por unos archivos... Joder ¿Qué hay en esos malditos papeles? ¿La solución para la inmortalidad?
El vértigo me sacude por unos segundos pero rápidamente es sustituido por el puro terror. ¿Qué voy a hacer ahora? ¿A dónde voy a ir? ¿Qué pasará con Justin? ¿Y con los chicos?
Retengo las lágrimas que amenazan con llevarme directamente hacia el colapso.
Los minutos pasan y la claridad del sol empieza a traspasar por las copas de los árboles, iluminando gradualmente el bosque.
Podrían vernos por la claridad y eso me estaba poniendo de los nervios. ¿Qué pasaría si nos ven? ¿Atentarían contra nosotros? Sabía que a Bryan no le herían las balas, todavía recordaba cuando hace prácticamente dos años Lucas le había disparado y él ni se había inmutado. Pero Justin hace año y medio hirió a Jared y Meredith sin mucha dificultad.
Y mejor no hablar de mí.
Los minutos pasan y aunque debería de concentrarme en los hombres armados debajo de mí me centro en Meredith y Bryan.
Meredith está como cuando me sacó de la cueva. Su cabello rubio lacio hasta las costillas, enmarañado y evidentemente seco y bastante estropeado. Su piel también se mantenía visiblemente seca y bastante pálida. Su torso desnudo con sus pequeños pechos a la vista. Su delgado rostro con sus característicos ojos lilas, pero esta vez fulgurantes.
Observa hacia el suelo, mirando cada movimiento que realizan los guardias con suspicacia y alerta, por si tiene que abalanzarse sobre cualquiera de ellos.
Bryan estaba en otra rama a unos metros de nosotros también observando a los guardias. Su cabello estaba como siempre, las puntas de su pelo azabache rozando sus ojos verdes. Él también estaba desnudo de cintura hacia arriba y sus ojos también estaban fulgurantes.
No sabía cómo sentirme al respecto de volver a verlo tan de cerca. ¿Debería de tener miedo? Pero no lo tenía...
Un recuerdo fugaz me devolvió la razón. Jack había dicho que todos los de su especie tenían unas hormonas que prácticamente te hacían perder la razón, y que esa hormona residía principalmente en sus ojos. Ese pensamiento provocó que me removiese un poco en el agarre de Jared.
Había preferido no pensar mucho en esa información pero en estos momentos necesitaba pensar en ello. Esas supuestas hormonas explicaban muchas cosas, todavía no encontraba una razón para que esas hormonas alteraran la razón de los humanos pero no debía obviar esa información.
Desconozco cuanto tiempo pasa hasta que los guardias se dan por vencido y deciden volver al campamento antes de que los escuchen los clandestinos y vengan a por ellos. Mientras se van los escucho decir que lo más probable es que sea comida para los clandestinos. También los escucho quejarse y decir que les van a echar la bronca por no volver con los archivos.
Esperamos unos minutos antes de que Bryan asienta sin mirar a nadie en concreto. No me da tiempo siquiera a soltar un grito cuando Jared se deja caer hacia delante, saltando del árbol hacia el suelo. No tarda más de diez segundo en quitar la mano de mi boca y permitirme respirar con irregularidad.
ESTÁS LEYENDO
Alala (EN PAUSA)
FantastikBILOGIA DESTINO #2 Alala Murphy y Bryan viven un año bastante complicado para su extraña relación. Y tras Alala poder cumplir una antigua promesa ella tendrá que someterse a muchas cosas... Verdades dolorosas. Perdidas irreparables. Sentimientos con...