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Me despierto a causa de la molestia que causan los rayos de sol que se filtran por la ventana a mi cara, me levanto y decido tomar una ducha, me pongo el uniforme, desayuno y salgo, una vez afuera volteo hacia el cielo y veo un punto negro que se hacerca y empieza a verse como un cuervo. Alzó mi brazo y este se posa en el.

- Misión, Misión, Misión, Misión - me repite.

- Si, si, ya entendí, pero dime donde - le digo ya que solo repite "misión".

- Lo siento, me emocione - se disculpa - al norte, se han reportado desapariciones de niños con sus madres, dirígete al norte.

Dicho eso me pongo en marcha, corro a gran velocidad en cuanto salgo del área de las recidencias de los cazadores, es así por un par de horas hasta que llego a la entrada del puebro, a simpre vista todo se ve normal, pero conforme recorro sus calles se puede notar que la mayoría de los habitantes son hombres, esto me da un mal presentimiento, me meto a un bar en busca de información, me hacerco a quien está sirviendo las bebidas, este me mira de ariva a bajo.

- Se nota que no eres de por aquí - dice por lo bajo, me pregunta que voy a beber y le respondo que Sake, el me juzga con la mirada pero me lo sirve - ¿que hace una señorita sola en este tenebroso puebro? - parece que no pudo con la duda.

- Soy periodista, se a echo popular los rumores de este puebro - digo para empezar a beber.

- No debieron de mandar a una mujer - dice serio.

- Tal vez... ¿No tiene algo que me pueda servir para mi investigación? - le digo en tono coqueto, el hombre solo suspira con pesadez.

- ¿Si te lo digo te iras del puebro lo antes posible? - me mira de reojo ya que esta secando algunos vasos, yo asiento - Las mujeres desaparecen a altas horas de la noche, todo comienza cuando en la puerta de alguna casa aparece un listón rojo, eso quiere decir que esa casa tiene que sacar a alguna mujer que viva en ella al atardecer y no dejarla entrar, si aparece uno rojo y uno anaranjado quiere decir que deben hacer lo mismo pero con una mujer y su hijo - me exprica.

- ¿y que pasa si no cumpren con aquello? - digo haciendo anotaciones en un pequeño cuaderno.

-Toda la familia amanece muerta - dice y su sembrante se vuelve tenso - los cuerpos de toda la familia queda en la casa excepto las mujeres y niños - dice, se le nota perturbado.

- A usted... ¿A usted ya le paso? - preguntó dudosa, veo unas lágrimas asomarse por sus ajos, el asiente.

- No quería que mi mujer fuera, pero ella salió por su propia voluntad con nuestro hijo en brazos, ella atranco la puerta desde afuera impidiendo que saliera para meterla a la casa, escuche como se la llevaron, tengo otro hijo en casa, es lo único que impide que me suicide - se recarga en la barra y seca sus lágrimas.

- ¿eso cuando susedio? - se que no debería seguir insistiendo pero puede que aún haya esperanza.

- Hace dos noches - responde, su voz apenas se escucho y eso gracias a mi buen oído.

- No se preocupe, haré todo lo posible para traerlos de vuelta - digo, dejo unas monedas en la barra junto a mi basó básico, es mas de la cuenta, el me mira desconcertado y luego se da cuenta de mi espada y uniforme que no concuerdan con un periodista,antes de que pueda decirme algo salgo de aquel establecimiento.

Voy entre calles, y me doy cuenta que en una casa un hombre recoje de afuera de su entrada un par de listones, dos rojos, tiene una mirada de miedo pero aún así los recoje y entra de nuevo a su hogar.

Me paseo un poco más pero siendo más discreta esta vez, unas horas antes del atardecer me escondo serca de la casa que vi en la mañana, escondo mi presencia, mi olor y mi sonido, de esta forma incluso si me pusiera enfrente de la casa no me detectarian fácilmente, uso mi respiración para esto, en estos momentos soy como una sombra.

A tu lado. Rengoku x tnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora