SETHXHORUS: Entre el desierto y el cielo.

Capítulo 12: El cielo se quiebra.

Me quedé por horas sentado en la orilla de la cama, esperando que todo el mundo se fuera a dormir y entonces caminé hacia el cuarto de Seth, por supuesto estaba despierto, me había dicho que esperaría hasta que todos se durmieran para ir a mi cuarto pero me había adelantado, después de todo no importaba, Osiris lo sabía, no le daríamos información extra. Seth me sonrió al instante apenas me vio y me extendió los brazos, mi sonrisa tembló un poco pero aún así me acerqué y lo envolví fuertemente con mis brazos y luego me incliné para besarlo lenta y profundamente.

–Viniste temprano.

–Es que te extrañaba mucho – susurré mientras él se abrazaba a mi cintura. El pecho me dolía terriblemente, no sabía si había una manera en la que pudiera estar lejos de Seth sin sentir que me iba a partir en dos.

Seth asintió mientras yo dejaba un beso en su cabello – Estoy feliz de verte.

Me incliné un poco para bajar mi rostro hacia su mejilla y luego aún abrazándolo nos recostamos juntos en la cama, aproveché de acariciar su espalda lentamente. Habíamos pasado demasiado tiempo separados, demasiado tiempo sin poder dormir juntos y la verdad, incluso aunque este fuera el final, deseaba a Seth más que nunca.

Era claro que no podíamos estar juntos, éramos de la misma familia, sí, quizás no teníamos relación sanguínea alguna pero aquello era simplemente ridículo, casi podía imaginarme el siguiente movimiento de Osiris que todo el tiempo parecía estar sobre su hermano si se enteraba de que había decidido simplemente ignorar su advertencia, no podía dejar que le hiciera daño. Y para que Seth no siguiera siendo lastimado y ridiculizado por Osiris, yo tenía que alejarme de él y esta vez debía ser en serio. Y sabía, que todo aquello nos iba a causar demasiado dolor.

No podía proclamar que lo amaba si lo dejaba hacerse daño, no podía dejar que sufriera por mi culpa, quizás no habíamos ido tan lejos aún, quizás aún teníamos un camino atrás, una manera en que esta relación que parecía condenada al fracaso y al sufrimiento desde el inicio terminara de una manera no tan terrible como podría serlo.

Me aferré a su cuerpo y dormí así toda la noche, hasta que, lo sentí acariciando mi mejilla suavemente –Horus...

Me removí levemente aún con los ojos cerrados –¿Hm?

Sentí su risa y su cálido aliento golpeo mi rostro mientras abría los ojos –Lamento tener que despertarte, pero Osiris se va a levantar pronto y debes volver a tu cuarto.

Lo miré unos segundos fijamente, su rostro, sus mejillas levemente sonrosadas por el sueño y me incliné sobre él para besarlo profundamente, casi con desesperación. Profundicé y alargué ese beso todo lo que pude, no quería alejarme de él jamás. Fue finalmente Seth quien se separó y besándome en la frente susurró –Ve, no quiero que tengas problemas, tenemos toda la tarde para estar juntos, recuerda que hoy irán a cenar.

Apreté la mandíbula y asentí con tristeza mientras me levantaba con lentitud y salía del cuarto. Osiris estaba parado justo al lado de la puerta, sentí como se me escapaba toda la sangre del cuerpo al instante cuando lo vi –Supongo que ya tomaste una decisión.

Asentí mientras cuadraba los hombros –Lo hice.

–Me alegro, porque mi paciencia no es eterna Horus, supongo que lo sabes, no tengo intención de seguir viendo como juguetean por mi casa, dime entonces, ¿Qué decidiste?

–Supongo que cuando hablaste de ese apartamento, no estabas sólo hablando.

Osiris me sonrió de lado y me extendió las llaves, dejándolas caer en mi palma abierta –Eres bastante inteligente, Horus.

–Si te atreves a hacerle más daño a Seth, créeme que encontraré la forma de que lo pagues.

Osiris levantó las cejas con una sonrisa incrédula –¿Hacerle daño? Sólo quiero lo mejor para él... y también para ti. Es incorrecto lo que estabas haciendo Horus, lo sabes.