Capítulo 26: Mundo real

124 7 2
                                    

—HORUS 

Creo que mi madre realmente tuvo una conversación bastante dura con Osiris ese día, porque la verdad, es que la semana siguiente no volvió a la casa sino que estaba yendo y viniendo, casi siempre lo veíamos en la cena y veces Seth, se marchaba con él y le hacía compañía por las noches. Lo cual, por supuesto que no me venía nada bien sabiendo que mis días viviendo juntos con él estaban contados. Pero al menos, ahora Osiris conversaba con su hermano sin discutir e incluso parecía que tenían un par de bromas propias de ellos. Pillé a mi mamá mirándolos con una sonrisa  desde la sala y rodé los ojos —¿Hasta cuándo vas a tenerlo castigado? — le murmuré  y me arrepentí al instante de mi osadía, seguro el castigado terminaría siendo yo. 

Sin embargo, mi mamá sólo soltó una risa —¿Así es como lo ves?— la miré unos segundos pensando cuidadosamente mis próximas palabras, sin embargo, contestó ella misma su pregunta —Simplemente, estoy tomándome todo esto con calma, creo que a Osiris también le vendrá bien, dado que según parece,  necesita realmente creerse su discurso de que puede aceptarlos a ambos incondicionalmente. 

—Mamá no tienes que... — comencé a decirle, pero me silenció al instante, se veía decidida. 

—Tengo que hacerlo, esto también es algo importante para su relación con Seth, quiero que piense las cosas dos veces antes de volver a hacerle daño a su hermano. 

La miré con admiración, no sólo estaba cuidando de mí, también estaba preocupada por lo que pasaba entre ellos. Yo también había estado algo receloso al respecto, debido a que Seth parecía haberle abierto más que una pequeña ventana a su hermano, realmente lo estaba intentando. Y no quería que saliera dañado de ninguna manera. 

Pero finalmente un par de semanas después, me lo había topado una mañana apurando una vaso de café en la cocina, aún en pijama y bastante somnoliento, me dio una mirada con algo de sorpresa, pero finalmente me sonrío y yo rodé los ojos —Así que finalmente conseguiste el perdón divino — le dije algo bromista. No habíamos hablado sólo los dos desde ese día en que casi todo se había ido a la mierda, pero realmente quería intentarlo y superar todo ese asunto de una vez. 

—No sabes la cantidad de horas de penitencia que me tomó — murmuró entre dientes mientras negaba un poco —Aunque me lo tengo merecido. 

Lo miré con algo de compasión, el hombre había estado esforzándose un poco más de lo necesario todos esos días. Seth entró en la cocina con algo de pereza y yo lo miré con una sonrisa —Buenos días Horus ¿Dormiste bien? — me dijo antes de notar a Osiris, pero cuando su mirada se cruzó con la de su hermano, lo escuché soltar una risa  burlona—Oh. 

Osiris sonrió ampliamente—Cállate Seth. 

—¿Qué? No iba a decir nada... — le respondió mientras su sonrisa se ensanchaba un poco más y tomaba un vaso de agua. 

—Prepárenese ambos, nos iremos de viaje este fin de semana — mencionó intentando evadir el tema que claramente estábamos a punto de tocar, pero en cuánto le preguntamos que tenía en mente, miró a su hermano y dijo con firmeza —Iremos a ver a nuestros padres, Seth. 

Los siguientes días habían sido un ir y venir entre miradas preocupadas, algo de ansiedad y preparativos apresurados. Seth me dijo que estaría bien, que quería hacerlo, que estaba prepado para aquello, pero no podía evitarlo, creo que estaba incluso más impaciente que él. 

Me senté en la parte de atrás del coche junto a Seth, pero mantuvimos el contacto al mínimo. Por supuesto, que desde que volvimos a la casa ya no dormíamos juntos. No queríamos incomodar a nadie ni ponerle leña inecesaria al fuego, incluso a pesar de que ni siquiera a Osiris parecía importarle realmente y estaba seguro de que mi mamá ya sabía que mi relación con Seth no era muy platónica que digamos. No habíamos querido jugar con los límites y con esa inesperada ventana de paz que teníamos en ese minuto. Así que seguía fingiendo que no tenía ganas de besar esa sonrisa que me daba cuando me pillaba observándolo con más intensidad de la que permitía la decencia. 

SETHXHORUS: Entre el desierto y el cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora