ADVERTENCIA: LENGUAJE EXPLÍCITO.
Definitivamente Seth no tenía idea alguna de cómo consolar a alguien que llora, me dio un par de palmaditas en la espalda bastante confuso, mientras se las arreglaba para secar con sus mangas mis ojos, conforme susurraba un "Ya, ya, todo estará bien", que definitivamente sonaba como si estuviera repitiendo una plegaria.
Finalmente, no logré aguantarme, se veía tan incómodo que no pude evitar una risa, observé su expresión confusa, seguramente se estaba preguntando si yo había perdido finalmente los cabales, probablemente sí, ya los había perdido hace un tiempo – Maldición Seth ¿Tienes que ser así de lindo? Se supone que iba a llorar mis tristezas ahora mismo.
Seth frente a mí, frunció el ceño cuando me escuchó decir "lindo" seguramente preguntándose en qué parte podría encajar él con esa palabra, pero aunque no lo viera, era muy lindo –¿Qué?
—Venga, tú y yo está noche no nos quedaremos aquí, podemos pensar en esta mierda mañana – dije mientras entraba en mi cuarto y rebuscaba entre las ropas que había dejado allí una chaqueta. Seth se paró detrás de mí, seguramente preguntándose a qué me refería, sin embargo, le lancé mi chaqueta verde favorita a sus brazos –Vamos a beber unas copas y bailar un poco, ya tuvimos suficiente.
Estaba siendo un niñato, lo sabía, pero no es como si quedarme en la casa fuera a solucionar algo. Osiris necesitaba definitivamente enfriar la cabeza y creo que yo también, porque a cada segundo que pasaba, más ganas me entraban de ir y darle una buena tunda por atreverse a abandonar a mi madre, que era sin duda, una de las mejores mujeres sobre la tierra. Estaba esperando a que Seth me replicara que aquello no era lo suyo, pero simplemente asintió y se calzó la chaqueta. No le quedaba precisamente justa, dado que para mí era bastante grande, pero aún así, definitivamente, me causó cierto revoltijo en las entrañas verlo con mi ropa.
El también parecía algo alucinado por tenerla puesta, como si estuviera sorprendido, se paró frente al espejo unos segundos y se contempló mientras yo lo seguía – Mi color favorito es el verde.
Lo miré unos segundos y asentí algo confundido – Me lo dijiste hace un tiempo.
–Es el verde por esta chaqueta Horus, la llevabas puesta el primer día que nos conocimos.
Lo miré con algo de curiosidad –De verdad tienes buena memoria, si esto es un queja porque la chaqueta está algo vieja, la verdad es que es mi favorita, así que en realidad...
Estaba bastante concentrado dando las explicaciones del caso cuando avanzó hacia mí y me estrechó entre sus brazos –De verdad, debo estar enamorado de ti.
Sentí que seguía montado en una nube el resto del viaje hacia "la calle de los clubs", como la llamábamos con mis amigos. El lugar estaba completamente iluminado con las luces de los diferentes locales, realmente iba a ser un milagro si no me encontraba con alguien aquí con la gran cantidad de universitarios que se amontonaban esperando su turno para entrar.
Seth miró alrededor con algo de aprehensión, evidentemente fuera de su ambiente, sin embargo, yo que había tenido suficiente de estarme escondiendo de todo el mundo, decidí que me valía una mierda lo tomé de la mano y nos metí a los dos en un club gay.
Era mi primera vez allí. También para Seth claramente. Estábamos tomados de la mano, así que no había duda alguna de que éramos pareja, pero estaba tan acostumbrado a que mis amigos fueran unos cretinos con respecto a ser gay, que casi me sentía un poco reducido, hasta que me di cuenta de que allí a nadie le importaba un comino. Perfecto.
Nos compramos un trago que bebimos con lentitud conforme observábamos alrededor a la gente bailar, todos parecían completamente sumergidos en su mundo, completamente felices, tal como debería ser, porque ninguno de nosotros debería haberse sentido jamás avergonzado por ser quien era.
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SETHXHORUS: Entre el desierto y el cielo.
FanfictionCuando tenía diecisiete años mi madre volvió a casarse, junto a este matrimonio llegaron Osiris mi nuevo padrastro y también Seth un completo bastardo al que ahora debía llamar tío aunque apenas tenía un par de años más que yo. En los tres años que...