Capítulo 30: En el desierto y en el cielo.

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Seth estaba mudándose hoy.

Y yo no me estaba mudando con él.

¿Qué clase de basura era aquella?

Sabía que podría visitarlo. Pero no quería sólo visitarlo, quería quedarme con él cada noche, cada día, compartirlo todo, incluso la vida.

Pero no íbamos a decir que esta última era precisamente lo más justo en el mundo.

Serket, contrario a lo que todos habían predicho, después de todos los años que les tomó a estos dos conseguir la herencia, les había pasado el dinero bastante rápido, así que eso había facilitado la mudanza de mi novio. Seth no paraba de repetirme que era para mejor. Pero yo no lo creía, me gustaba poder verlo a diario, tomar desayuno juntos cada mañana e incluso aunque sabía que ya no iríamos juntos a la universidad porque Seth acababa de graduarse (con grandes honores, como el genio que era, ni comparado a su novio que se había ido a exámenes de repetición), aún así me gustaba saber que lo vería luego en casa.

Pero bueno, habían cosas que no podían evitarse. Me recosté en su cama ahora vacía y lo miré guardar las últimas cosas de su escritorio fruncí el ceño —Seth ¿Sabes acaso lo cara que está la vida como para que tú además vayas a vivir solo? Es una completa locura— le repetí por quinta vez y vi como una sonrisa divertida aparecía en su cara.

—Por eso no viviré solo mucho tiempo porque mi novio se apurará en terminar la universidad y se mudará conmigo ¿No es así? ¿Cuándo son los exámenes? — me preguntó mientras echaba su laptop dentro de la mochila.

—Desde el miércoles. Una semana y media— dije en voz baja y afirmé mi cabeza contra el colchón soltando un gemido —No hay manera de que apruebe Seth, entra todo el semestre, dicen que pasar uno es imposible, tengo que dar tres. Reconócelo, estoy perdido. Mi madre va a quitarme todo el dinero y me encerrará para siempre — exageré un poco y mi novio soltó un suspiro sentándose a mi lado en la cama y comenzó a acariciarme el cabello suavemente.

—Puedes hacerlo, sólo tienes que concentrarte y ponerte serio al respecto — me dijo bajando su mano a mi cabello —Esto tampoco me va a gustar a mí, pero creo que es mejor que no nos veamos hasta que termines, quiero que te enfoques sólo en lo que tienes que hacer.

Levanté la cabeza bruscamente y lo miré con ojos trémulos —No puedes estar hablando en serio ¿Quieres terminar?

Seth negó enérgicamente seguramente algo sorprendido de que yo haya tomado ese camino —Claro que no Horus, quiero que termines la universidad ¿Crees que acaso yo no me volveré loco? Él sólo hecho de pensar que no podré tenerte conmigo más de una semana me va a volver loco.

—No lo parece, después de todo te vas a mudar incluso aunque Osiris dijo que no era necesario— le respondí de mala gana y vi una expresión algo piadosa aparecer en su rostro.

—Conozco a mi hermano, amor. Te prometí que tu y yo viviríamos juntos y mantendré esa promesa con toda mi alma — se recostó en la cama y me atrajo a sus brazos —Te amo Horus, nunca te olvides de eso y quiero lo mejor para ti. Y en este minuto es que tengas un tiempo para estudiar correcta y responsablemente tus materias.

Asentí y me incorporé un poco entre sus brazos para robarle un beso. Aquel sería nuestro último beso en casi dos semanas, parecía una completa locura —Promete que me llamarás al menos una vez al día.

—Claro que sí, de seguro tendré mucho que contarte.

Y Seth se había marchado. Me sentí un poco estúpido mientras miraba su coche por la ventana sin poder hacer nada al respecto. Mi madre me había abrazo por los hombros y sonreído un poco al verme tan emocional —Todo va a estar bien, hijo.

SETHXHORUS: Entre el desierto y el cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora