Lagrimas

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Ni en mis sueños me dejaba en paz, soñaba con él todas las noches, soñaba muchas escenas, por ejemplo que éramos novios y muy felices, otra donde aceptaba estar con él pero al poco tiempo me dejaba y se iba con otra chica, había de todo lo mejor que podía soñar con él, como lo peor de los escenarios. Ni en mis sueños me encontraba en paz.

Me había quedado dormida y me salte la cena, al día siguiente me desperté, bueno corrección me despertaron de una forma no muy grata.


- ¿Quién fue la muy infeliz? - grite. Había recibido tremendo almohadazo en el rostro, en el momento que me senté en la cama pude ver a mi amiga rubia y en sus manos tenía una gran almohada - Avi - volví a gritar - ¿qué te pasa? -.


- A mi nada, pero ¿a ti? - bajó la almohada poniéndola en mi cama para luego apuntarme.


- ¿Por qué a mí? - pregunte confusa. Aunque la verdad dentro de mí podría saber a qué se refería, no creo que en la noche se hayan borrado las ojeras y los ojos hinchados por llorar.


- Tienes los ojos hinchados - se le notaba la preocupación - de nuevo estuviste llorando, ¿verdad? - pregunto ya sabiendo la respuesta.


- No claro que no - negué rotundamente mientras me levantaba de la cama y me dirigía hacía la ventana que daba hacía el patio trasero.


- Admítelo Nalle, tan siquiera eso admite - me pidió acercándose a mí y puso su mano subre mi hombro derecho. Yo baje la cabeza. Hasta en esto les mentía a mis amigas.


- Está bien - lo acepte, debía aceptarlo, ya no podía negarlo más, negar lo inevitable - si estuve llorando - susurre.


- ¿Que dijiste? - pregunto quitando su mano y dando un paso más hacia mí. No había escuchado bien lo que dije. Lo había dicho más que nada para mí.


- Que lo admito, admito que llore - grite desesperada volteando para verla directo a los ojos - y admito que lo amo, amo a Black, ya satisfecha - grite más fuerte. Inmediatamente me lleve las manos a mi boca, eso último no supe porque salió de mi boca pero ya estaba dicho y para mí mejor, Avi abrió la boca formando una gran "O" al igual que sus ojos que estaban bien abiertos.


- Pues yo solo esperaba que admitieras que habías llorado pero eso no me lo esperaba - estaba sorprendida por la gran confesión - ves Nalle no era tan difícil admitirlo - de nuevo puso su mano en mi hombro en forma de apoyo.


- Claro que si - admití - no es correspondido mi amor - de solo pensar eso mi voz sonó demasiado triste.


- Y tú, ¿cómo sabes qué no? - pregunto animándome. Ella sabía cómo era él, todos en el colegió lo sabían, se me hacía raro que me preguntara eso.


- Fácil, porque él es un mujeriego - dije con pura obviedad - aparte se nota que le huye a los compromisos - mi voz seguía sonando triste y a punto de quebrarse para comenzar a llorar.


- A lo mejor tengas razón, a lo mejor no - dijo encogiéndose de hombros - se también la fama de Black, pero tanta insistencia hacía ti no creo que sea en vano - al decir eso mi corazón sintió una pequeña esperanza - a demás Nalle, apenas tenemos 12 años aún tenemos mucho por delante - sonrió.


- Si eso si - sonreí o espero que eso haya parecido y no una mueca fea.


- Bueno anda que de seguro ya nos están esperando para desayunar - dio media vuelta para dirigirse a la puerta - aparte ya mañana nos vamos de nuevo a Hogwarts - alzó las manos en forma de felicidad.

Ya tan pronto regresaríamos a nuestro segundo hogar o mejor dicho primero, no niego que estar con mis padres es lindo pero ese castillo tenía todo lo que siempre había soñado.

Te amo Black! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora