Te amo Black!

Cita a lo muggle

- Te extrañe mucho - dijo al separarse de mi. Yo solo pude asentir, estaba más allá de las nubes. Se puso a un lado mío tomándome de la mano - ¿a donde vamos mi bella Julieta? - me pregunto dándome un beso pero ahora en la mejilla.

-La verdad mi bello Romeo, no sé - me encogí de hombros. No tenía la menor idea de donde llevarlo, se me ocurrían muchas partes pero al mismo tiempo me bloqueaba. Pero mientras le ordenaba a mi cerebro poner las ideas en claro íbamos caminando por la calle.

-Se me ocurre ir a un lugar un poco privado - me tense un poco y sería a la vez, lo noto al instante - tranquila, no un lugar donde solo estemos los dos, me refiero a un lugar más tranquilo y donde podamos tomar algo - explicó tratando de tranquilizarme. Aún no estaba lista para dar ese paso, a pesar de ya tener trece años y de saber sobre eso, ni siquiera podía pronunciar la palabra, aún me sentía muy niña para algo así y aún estaba pequeña todavía ni podía denominarme como adolescente.

-Se de un lugar así - troné los dedos - hay una cafetería aquí cerca -.

-¿Una cafletera? - preguntó contrariado y pronunciando mal. Yo comencé con un ataque de risa - ¿Qué dije?, no te rías - estaba un poco avergonzado y dolido.

-Perdón, perdón - le di un pequeño beso en los labios - es cafetería - lo corregí - ven, vamos, hay una cerca por aquí - caminamos nuevamente tomados de la mano. No estaba nada lejos de donde estábamos, en menos de 15 minutos llegamos, siempre había querido entrar a ese lugar se veía muy bien.

Entramos a la cafetería que estaba en la esquina de la calle, por fuera se veía pequeña, pero era todo lo contrario por dentro, estaba grande el lugar. Al frente había una gran barra donde se encontraba el barista preparando los cafés y diferentes bebidas. Había varias mesas ocupadas, pero nosotros preferimos una mesa lejos de la entrada y que estuviera un poco aislada de toda la gente.

- ¿Te gusta? - pregunte, mientras nos sentábamos en una mesa circular.

Así como nosotros había varias parejas. O gente sola, leyendo un libro o en sus computadoras, ya fuera trabajando o se lo que estuvieran haciendo.

La cafetería tenía música ambiental muy bohemica, muy suave y al mismo tiempo sensualona. Tenía varias paredes como dividendo en cuartos algunas mesas de otras, le daba un toque de privado a las personas que estaban dentro de ellos. Las paredes estaban adornadas por cuadros de diferentes tazas de todo tipos de tamaños y colores.

-Me encanta, esta muy bien el lugar - respondió mirando hacía todos lados En realidad estaba muy sorprendido por todo y lo sabía al ver su cara, me daba cuenta que jamás había ido a un lugar como este y me emocionaba ser yo quien lo haya invitado a un lugar así.

-Sirius - le hablaba para que reaccionara. No quitaba su cara de asombro y empezaba a llamar la atención - Sirius, la gente se te esta quedando viendo - no me hacía caso y seguía embobado como hacían el café. Se me ocurrió decirle algo que sabía que con eso iba a reaccionar - Sirius, quiero hacerlo contigo - inmediatamente volteo conmigo aún más sorprendido. Yo estaba que me moría de la risa.

-¿Qué? - preguntó con los ojos más abiertos de lo normal y saliendo del trance en el que estaba.

-Nada - decía entre risas - solo quería tu atención.

-Oh - regresó su mirada hacia al frente pero pestañeando varias veces, como tratando de entender lo que había sucedido - bueno, ¿que hay de tomar aquí?.  

-Hay cafés, frappes y té, para comer hay varios tipos de pasteles - le comenzaba a explicar, pero pare al momento de ver su cara de no entender ni pío.

-¿Qué son cafés y todo eso?, bueno el té si se, pero lo otro - pidió que le explicara.

-Mira, los cafés con bebidas calientes y los frappes, son bebidas frías pero con un toque de café, pero como te dije, en frío, esos a mí me gustan más - sonreí - ¿quieres que pida por ti? - el solo asintió - de acuerdo, solo hay que esperar a que vengan atendernos - dije alzando un poco el cuello para ver si algún mesero estuviera cerca de nuestra mesa.