Julieta

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-No me amenaces Black - lo rete - y si quiero gritar, voy a gritar, AUXI... - ya no pude terminar la palabra porque Sirius ya me había callado con un beso, un beso que me enmudeció y correspondí. 

Fue un beso, bueno no fue un beso, fue "El Beso", ese beso que tanto había esperado, que tanto había soñado, sabía que no era el primero que me daba pero este lo sentía tan especial como si no hubiera otros atrás, como si fuera el primero, me deje llevar, cedí y yo correspondí también. Por fin había valido la espera, aunque dentro de mi sabía que a lo mejor sería el último no me importo, yo lo besaba como si así lo fuera, como si no hubiera mañana, que la verdad el tampoco se quedaba atrás, me besaba de una manera tan delicada y con mucho amor en el hacía mí.

-Te quiero Nalle – fue lo primero que dijo al momento de separarnos. Nuestros pulmones nos lo pedían, nos hacía ya falta el aire.

Cuando dijo eso yo tenía la mirada agachada, voltee a verlo pero no al instante, tenía ojos de sorpresa pero también insegura por lo que había dicho, mis oídos no se daban crédito por lo que acababan de escuchar, estaba en un dilema, mis labios y corazón le creían pero mi cerebro, mi razonamiento no le creían ni una pizca de lo que decía.

-Sirius – volví agachar la cabeza y cortando el contacto visual que teníamos.

-No digas nada – se acercó a mí y con su mano tomo mi mentón haciendo que levantara la cabeza y volviera a verlo.

Pude sentir su cálida piel al contacto con la mía, pude sentir una corriente eléctrica recorrer mí cuerpo. Se volvió acercar a mí para darme otro beso pero lo detuve al instante poniendo mi mano en su pecho.

-No Sirius – de nuevo le decía por su nombre, eso no estaba bien. Negué con la cabeza varias veces.

-Escúchame por favor – su tono era suplicante y se podía notar en su mirada también, en esos ojos grises que me llevaban al más hermoso paraíso – en verdad te quiero, no estoy jugando – me decía.

No sabía si creerle o no, estaba demasiado confundida, se veía sincero.

-No es cierto – dije separándome de él. Me zafe de sus manos que me tenían agarrada por los hombros – tu solo me quieres para un rato, te aprovechas de chicas como yo – me apunte con mi dedo índice mientras él se volteaba a verme.

-Tú no sabes lo que en verdad siento – dijo de una manera como si lo que acababa de decir fuera una ofensa para él – desde que te vi no puedo de dejar de pensar en ti, te clavaste en mi mente y cuando te bese fue peor aún, cada día y cada noche, te tengo clavada en mi corazón, nunca me había pasado esto, con nadie había sentido lo que siento por ti – decía mientras se tocaba su corazón y se acercaba a mí.

-No creo lo que dices, porque si así fuera no hubieras salido con aquella chica con la que te vi bien pegadito en la heladería hace semanas atrás – lo enfrente recordando aquel día.

Por ese tipo de cosas me hacía dudar lo que con sus palabras me decía, ya que sus acciones eran otras.

-Sé que haber salido con Danielle no fue una idea excelente – comenzó a decir pero lo interrumpí.

-Así que la rubia desabrida se llama Danielle, ahora ya no me gusta ese nombre – dije molesta mientras me cruzaba de brazos. Por fin podía ponerle nombre a la rubia.

-Tu siempre me has rechazado, todo el curso pasado lo hiciste de una y mil maneras me has demostrado que no te interesa salir conmigo – en su voz se notó tristeza al decirlo – pero hay momentos como este, que me demuestras lo contrario, tu mirada, la forma de verme – me tomo de las manos – como ahora – desvié la mirada de la suya – sé que tu sientes lo mismo por mí – puso mis manos en su pecho.

Te amo Black! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora