Después de haber pasado las dos semanas en casa de mis padres, que la verdad fueron un poco aburridas y demasiado largas para mi gusto, aunque la verdad no negaré que llegue a recibir visitas por parte de mi
familia y eso me distraía un poco.Por parte de la familia de mi papá no sabían que era bruja y mucho menos que iba a una escuela de magia por eso decíamos que iba a un internado en Francia y solo regresaba a casa en vacaciones, por ese mismo motivo todos venían a visitarme.
No podía negar que me gustaran esos tipos de detalles, con la familia de mi padre siempre fuimos muy unidos y ni se diga la de mi madre pero pues a ellos es más fácil verlos o estar en comunicación por medio de las lechuzas o polvos flu.
Pero por fin había llegado el día tan esperado, el día que me iba a ir a casa de Mar. Estaba de lo más emocionada, empaque todo tan rápido que no se veía ni el polvo que dejaba a mi paso por toda la casa, iba de un lado a otro recogiendo lo que me llevaría tanto a casa de mi amiga como a la escuela. La emoción de irme era, una por ver a mis amigas, estar de nuevo todas juntas y la otra razón por la cual estaba inmensamente feliz era que vería a mi Romeo a mi Sirius Black.
- ¿Qué más quieres que lleve? - le preguntaba a Mar por teléfono o gelegono como decía ella.
Aún le costaba decir ciertas palabras del mundo muggle bueno las menos conocidas para ella. Me hacía reír mucho cada vez que intentaba decir algo y lo cambiaba totalmente, eso me hacía sentir una mala amiga, pero trataba de ni reírme frente de ella o que me escuchara hacerlo y aparte la corregía para que pudiera decirlo bien.
Durante las vacaciones la había enseñado a utilizarlo, fueron unas clases un poco intensivas y no porque yo se lo ofrecí o ella me lo pidió para estar en contacto conmigo, su amiga, si no, por el simple hecho que quería comunicarse con Charlie el chico que había conocido en el parque que estaba por mi casa.
- NADA - gritaba por el auricular.
- Pero no me grites - le decía por décima vez. No quiero ni imaginarme cómo serían las pláticas con el susodicho.
- Lo siento - bajó su tono de voz - pero no, no te traigas nada, sabes que acá hay de todo y si no pues los elfos lo consiguen.
- Bueno, entonces ya mañana por la mañana llego a tu casa por polvos flu - no iba a negar que estaba nerviosa por eso. Ya había viajado por ese medio pero siempre tenía un nerviosismo latente. Mi estomago con solo pensar que viajaría por ese medio comenzaba a revolverse.
- No te preocupes estaré al pendiente - me alentó. Pudo notar mi nerviosismo - por cierto ya le dijiste a ya sabes quién, ¿que mañana llegas? - me pregunto, casi podía a apostar que estaba alzando sus cejas varias veces.
- ¿Pero por que le llamas a Sir...? - no pude terminar la pregunta.
- Calla - volvió a gritar - no digas su nombre, nos pueden estar escuchando - comenzó a escucharse paranoica.
- Nadie nos puede escuchar - le dije - solo yo te escucho, pero con tus gritos no dudo que hasta a China ya nos escucharon - reí.
- Recuerda el tic - me dijo. Con eso pude saber de quién hablaba. Mi padre.
- No te preocupes - baje de mi cama para salir de la habitación. - Ahorita checo - baje por las escaleras cuidadosamente para no ser escuchada por mis padres - entonces las demás también llegan mañana - seguía como si no pasara nada, pero mi voz era más baja de lo normal. No creía probable aquella situación, mi padre escuchando mis conversaciones por la otra bocina, pero bueno era de esperarse ahora que un chico rondaba a su pequeña.
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Te amo Black!
FanfictionSera que algún día se de cuenta que lo amo... Nunca le demostrare mi amor hacía él... No seré una más de su lista... ¿Me amara como yo lo amo a él? ¿Estará jugando conmigo, como lo hizo con las demás? ¿Estoy lista para esto? Lo que si es...