Romeo

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- ¿Cuando? -pregunto Mar riendo.

- ¿Cuándo qué? - pregunte mirándola confundida mientras me dirigía de nuevo a mi lugar ya con los hot cake's en mi plato.

- Cuando no tienes hambre - dijo atacándose de la risa, casi se caía del taburete. Hizo reír a las demás también, no tan al grado de ella pero sí.

- Cállate — comencé a reírme también.

- Anda comienza a desayunar — me dijo Kami poniéndose de pie — iré a arreglarme en lo que terminas de desayunar — se dirigió hacia la puerta de la cocina — al rato nos vemos — se despidió.

- Esta bien - comento Mika sonriendo — no te vayas a tardar -.

-No lo hagas Kami — grito Mar — terminando Nalle nos iremos al Callejón Diagon — volvió a gritar para que la escuchara. Kami ya había salido de la cocina.

-Lo prometo — grito Kami desde la sala.

Me puse a comer los hot cake's que por cierto estaban de lo más delicioso, los elfos se habían lucido haciéndolos. Ya no se volvió a tocar el tema de Sirius y mis sentimientos hacía él, se los agradecí mucho, a pesar de ya haber aceptado ante ellas todo lo que me sucedía no me apetecía para nada hablarlo.

Kami cumplió su promesa de no tardar mucho en arreglarse, no tardo mucho, yo justamente estaba acabando de desayunar cuando ella iba entrando de nuevo a la cocina ya sin la pijama. En eso caí en la cuenta y voltee a ver a las demás, ellas ya estaban listas por si fuéramos a salir de la mansión y así era, íbamos a salir al callejón Diagon.

-Lista — abrió los brazos Kami al llegar, traía una gran sonrisa.

-Perfecto — hablo Mar — Nalle ya acabo — volteo a ver y yo asentí mientras con mi dedo índice quitaba la miel del plato.

-Eres increíble Nalle — se río Avi.

-¿Qué? — Dije como si no hubiera pasado nada — déjenme terminar a gusto — sonreí.

-Bueno ya vámonos — se puso de pie Mar.

-Si, por favor — pidió Mika también poniéndose de pie.

Todas salimos de la cocina para dirigirnos a la chimenea, por el momento era la única manera de ir al callejón, aún no teníamos edad suficiente para aparecernos o irnos en un automóvil al centro de Londres, aunque pensándolo bien con tanto dinero puede ser posible que Mar si tenga algún automóvil muggle. Otra de las opciones que están descartadas es un traslador pero sus padres no se encontraban como para poder hacerlo, así que teníamos que acoplarnos con la red Flu, no era de todo mi agrado pero no había de otra, tenía que aceptarlo.

Cada una entraba a la chimenea y se desaparecía entre las llamas verdes, esas llamas verdes que daban cosquillas pero a la vez miedo que pudieran quemar, bueno eso pasaba en mí caso que la verdad creo que a una que otra de mis amigas también le llegaba a pasar por la cabeza lo mismo que yo pensaba. Cada una fue desapareciendo hasta que toco mi turno. Me adentré a la chimenea, de nuevo era la última en irme, tome los polvos, grite fuerte y los eche al suelo. No tarde mucho en llegar al caldero chorreante, esta vez llegamos ahí.

- Bueno ya estamos todas - hablo Avi al verme llegar con ellas - así que vayamos de compras — sonrió.

-Pero no son compras de gusto — comento Mika mirándola sería — son compra de materiales escolares — le recordó.

-Sí, si — la ignoro — también eso, pero no podemos negar salir a comprar una que otra cosa más — sonrió de oreja a oreja.

Salimos del caldero chorreante para poder atravesar la pared de ladrillo y de ahí adentrarnos al callejón Diagon. Había mucha gente recorriendo la calle de un lado para otro y no era menos de esperarse, estábamos a un día del regreso a Hogwarts y las compras de última hora eran siempre de esperar cada año.

Te amo Black! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora