La Cita

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-Hola mi hermosa Julieta - dijo Sirius. Voltee rápidamente y se estaba sentando a un lado mío.

Me sorprendía al escucharlo y comence a ponerme nerviosa al tenerlo tan cerca de mi. Pero me contuve y no deje que mis emociones me dejaran al descubierto, no delante de él, tenía que contenerme mucho.

-Que no me digas Julieta - le dije algo molesta, aunque la verdad no era de todo mi desagrado. Había una parte de mi que si me gustaba que me dijera así, era algo romántico - tengo un nombre por si no lo sabías -.

-Y me encanta - sonrió con esa peculiar sonrisa que tiene y me hace derretir - tenemos mucho de qué hablar mi Nallely - puntualizo en las últimas dos palabras. Cambio su cara de alegre a seriedad absoluta, eso me puso algo tensa y nerviosa más de lo que ya estaba.

-Primera no soy Tu Nallely - le recalque. Pero si lo era, ya era suya. - Y segunda, ¿de qué quieres hablar? - pregunte curiosa. Y se que pudo notar mi nerviosismo.

-De nosotros - contestó. Seguía serio. Con esa respuesta y su actitud me demostraron una cosa que me agradaba y se veía que iba por buen camino.

-¿De nosotros? - pregunte desinteresada aunque por dentro me moría de la intriga.

-Si, mañana, después de las clases hablaremos - se puso de pie - te espero en la sala común a las 7pm - dijo y sin más se fue a sentar junto sus amigos.

Estaba impresionada la verdad de su iniciativa, de su interés, eso me hizo sonreír, no podía creer que en verdad estaba pasando, Sirius enamorado o bueno eso esperaba, enamorado de mi.

-¿Qué pasó Nalle? - me preguntó Mar acercandose a mi.

-Quiere hablar conmigo mañana - conteste emocionada - pero, tengo miedo - confesé.

-¿Miedo de qué? - pregunto Avi. Se había acercado hacía nosotras.

-Sirius quiere hablar con Nalle mañana a solas - le contestó Mar.

-¿Sobre, sobre? - pregunto emocionada Avi. Se veía más emocionada ella que yo.

No podía demostrarlo del todo, aún podía verme, estábamos cerca el uno del otro, solo nos separaban nuestras amistades, así que debía de guardar la compostura.

-Llegando a la habitación les cuento a todas - dije sería.

-Aburrida - me dijo sacando la lengua. Me reí.

-No es por eso Avi - dije señalando con mi cabeza hacía donde estaba Sirius.

-Oh, ya entiendo - dijo mirando a Sirius - no te preocupes, hasta estar en un lugar menos concurrido nos cuentas - yo solo asentí con la cabeza.

Por fin llegaron los de primer año que iban guiados por Hagrid, igual que a mis amigas y a mi nos ocurrió el año pasado. <Que rápido pasa el tiempo> pense. Llegaron a donde estaba McGonagall con un taburete y encima de él estaba el sombrero seleccionador. Canto la misma canción de hace un año, que la verdad creo que es la misma desde hace décadas.

Al término de la canción la profesora McGonagall comenzó a llamarlos uno por uno, los comenzó a enviar a las diferentes casas, pero cada vez que un alumno era enviado a Gryffindor nos levantabamos y gritabamos de la emoción por el nuevo miembro a nuestra casa. Después de la selección llegó el Gran Banquete, y ni como negarse a comer todo lo que ponían al frente de una, todo se veía delicioso y suculento.

-¡Qué rico! - dije al ver toda la comida.

-Tu siempre tienes hambre Nalle - dijo Kami.

-Lo sé - dije sonriendo - pero no ves que soy una nena en pleno desarrollo - me reí.

-Ya mejor coman que si no se acabara todo - nos dijo Mika. Siempre nos hablaba como una madre.

-Si mami - respondimos todas. Eso siempre le molestaba y nos hacía reír.

-Son un caso perdido todas - negaba con la cabeza. Pero se le podía ver una media sonrisa.

Cenamos como si fuera la última vez que lo haríamos, quedamos más que satisfechas.

Pero mientras yo cenaba giraba un poco la cabeza hacía donde se encontraba Sirius y me sonrojaba cada vez que lo encontraba viendome, esto hacía que la emoción subiera de nivel.

El director Dumbledore se levanto de su silla y dió fin a la cena, nos despidió con sus peculiares frases que ningún alumno podía entender o que nos moríamos de risa. Todos los alumnos no dirigimos a nuestras salas comunes para de ahí irnos a nuestras respectivas habitaciones.

-¡Qué emoción! - dije, caminando por los pasillos para dirigirnos a nuestra sala común.

-Si - también estaba emocionada Avi.

-Ya quiero que comiencen las clases, quiero aprender más - dijo feliz Mar.

-Yo también - sonrió Mika - ya quiero aprender más encantamientos.

-No sé como somos amigas - dijo Kami volteando a verlas sorprendida- yo no quiero deberes, yo quiero aventura y travesuras - dijo perversamente.

-Si - casi grito emocionada Avi - también eso quiero yo - se acerco hacía Kami - tu si sabes que es lo bueno amiga - le paso su brazo por los hombros.

-Solo si les pido que cualquier cosa que hagan, no me involucren - les advirtió Mika - ya saben que quiero ser prefecta en un futuro -.

-Uy, uy, señorita prefecta - se burló Kami.

-No le digas nada, ya sabes que siempre ha querido ser doña perfecta - se burlo Avi. Parecía que la estaba defendiendo pero solo se burlo más.

-Con ustedes no se puede - dijo Mika negando con la cabeza y adelantándose en el camino - pero verán - se volteo a vernos y apuntandonos con su dedo. Nos paramos en seco - cuando necesiten mi ayuda con los deberes no vengan a pedirme apoyo, porque yo no - nos amenazó a todas.

-¿Qué culpa tenemos nosotras? - pregunte ofendida y apuntandonos a Mar y a mi.

-También ustedes la llevan - fue lo último que dijo para luego voltearse y dirigirse hasta la torre de Gryffindor.

-Ven - dijo Mar volteando a ver a Avi y Kami - por su culpa ya no tendremos buenas notas - se quejó cruzándose de brazos.

-Hasta crees que lo hará - dijo de lo más tranquila Avi - ya mañana se le pasa la molestia -.

-Más les vale - dije - si no, le pedirán disculpas - les adverti.

-Si, si - dijo Avi sin darle mucha importancia.

Seguimos caminando las cuatro hacía los dormitorios, si me sentí un poco mal por Mika, pero así nos llevabamos y sabíamos como eramos cada una.

Me quede un poco rezagada de mis amigas por ir admirando de nuevo este majestuoso castillo que no me canso de ver y que creo que nadie a podido recorrerlo al cien. Como veía que mis amigas iban ya muy adelante decidí quedarme en unos de los ventanales para admirar la hermosa noche que estaba afuera de Hogwarts, las estrellas estaban a todo su resplandor y no se diga de la Luna, estaba bellisima como siempre.

Andaba con paso lento, ya faltaba poco para llegar a la torre, pero sin más ni menos al pasar por una puerta que la verdad no se a donde daba, alguien me tomó por el brazo y me jalo hacía aquella habitación desconocida.

No se veía absolutamente nada estaba totalmente oscuro. A tientas busqué mi varita para poder invocar luz, pero la otra persona se me adelanto.

-Lumos - dijo.

Quede sorprendida al ver quien era.

-Sirius - dije al verlo - ¿qué pasa? - le pregunte entre molesta y preocupada.

-No podía aguantar hasta mañana - dijo en un tono desesperado.

-Pues anda, habla - dije cruzandome de brazos.

-Esto no es de hablar, es de actuar - fue lo último que dijo para luego acortar la distancia de los dos en segundos, tomarme en sus brazos y sin previo aviso me beso.

Te amo Black! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora