Camine por su apartamento con solo una camisa de vestir negra de Daniel, quería preparar desayuno pero observe su cocina y una señora de unos sesenta y pocos se encontraba haciéndolo.
- Hola señorita – Me saludo educada. También me miro intrigada pero no le dio importancia - ¿Desea desayunar? – Me pregunto, era una latina rellenita con un moño postizo.
- Si, huele delicioso - Le sonreí y pensé que si estaba acostumbrada de que Daniel trajera mujeres a su casa.
- Hice unos huevos rancheros con tocino y panqueques que están para morirse - Amaba su acento - Veo que es tan bonita como el patrón Daniel me dijo. – Abrí mi boca algo impactada sentándome en el desayunador.
- ¿Le hablo de mi? – Le hice referencia a Daniel y sonreí.
- Todo el tiempo. Que la señorita Moretti esto, que la Señorita Moretti lo otro, y hasta triste estuvo por un tiempo, en fin yo lo conozco como si lo hubiese parido y estoy segura de que era por usted. - Mi cara era un poema.
- ¿Si? ¿Lo conoce desde hace mucho? - Le pregunte curiosa por saber mucho de él.
- Ufff fíjese que desde que nació. Yo le cambie los pañales a él, al hermano y la hermana, los quiero como mis hijos, lástima que las señorita Salvatore este como este - Hizo cara de tragedia. - Pero sé que usted hará que no piense tanto en eso y mejorará el estado de ánimo del niño Daniel. - Sonrió y me sirvió el desayuno.
- ¿Hablaban de mi? - Se escuchó la voz de Daniel, voltee a mirarlo y su sonrisa estaba de oreja a oreja, cabello despeinado y solo un mono de dormir, ¡Joder! Qué hermoso hombre.
- Pues si... Me dijeron que eres un consentido. – Le sonreí comiendo un trozo de panqueque. Rocky se me acerco para que le lanzara algo de comida y le tire un panqueque, lo devoró al segundo.
- ¡Rosita! ¿Dijiste eso? - Se hizo el sorprendido riendo.
- Para nada niño Daniel - Ella río y el la abrazo besando su cabeza.
- Buenos días Rosita – Camino hasta el desayunador y acaricio a rocky. Me miro y me beso. - Veo que ya estás comiendo.
- Amo comer... – Tome zumo y él se lamio los labios clavando el tenedor en sus huevos.
- Lo sé, eres italiana nena, está en tu sangre. – Me guiño el ojo y siguió comiendo. - ¿Dormiste bien? - me miró a los ojos.
- Mejor que nunca – Susurré, me beso en la mejilla llego hasta mi oreja y la mordió.
- ¿No te duele nada? - Me susurro y me ruborice.
- Para nada - Me hice la mártir - Más bien hasta me apetece otra tanda. - Sonreí y él me miró sorprendido.
Comimos y reímos mucho con las cosas que decía Rosita, cuando terminamos nos fuimos a la habitación.
- Báñate y vístete, te llevare a un lugar. - Lo mire confundida.
- Pensé que nos quedaríamos aquí - Sonreí.
- Créeme que por más que quiera, también quiero llevarte a un lugar que se que también la pasaras genial - Me beso atrayéndome a el por la cintura.
- Bueno pero tengo que ir a mi Departamento para cambiarme, recuerde Señor Salvatore que usted me rapto anoche y solo tengo mi vestido.
- Bueno ponte estos - Me entregó unos shorts. - Yo me bañare y luego te llevo a tu departamento te bañas te cambias y nos vamos ¿Si?
- Esta bien – Lo volví a besar.
****
Busque las llaves del departamento y no las encontré... ¡Joder! Ahora tenía que tocar el timbre y no quería preguntas de mis amigos, cuando estuve a punto de tocar el timbre sale José con una camisa manga larga mostaza de lana sus jeans rotos sus botas y su guitarra, toque el timbre quería entrar, sentía la vergüenza a flor de piel cuando noto que estaba allí.
- Veo que la pasaste bien ayer - Mencionó José cerrando con llave su puerta.
- Yo... José discúlpame de verdad, es que... - Me interrumpió.
- No digas nada... Dinero mata a galán. – Sonrió falsamente - Algún día saldrás mal de la relación con él y pues tocaras mi puerta, lo bueno es que ya sabes donde vivo, cuídate. - Me dejó con la palabra en la boca. Sera idiota. Trague saliva y la puerta se abrió, mostrando la imagen de mis amigos.
- ¡Eres una golosa! - Grito Camilo. Veo que él y Franco se habían arreglado.
- ¡Perra! - Grito aun más fuerte franco.
- Ahora si no te salvas - Rio María.
- ¡Déjenla quieta! – Me defendió Alejandra.
- Gracias – Le agradecí entrando a mi departamento.
- De nada... Ahora cuéntanos ¿Qué tal la follada? - Rieron todos y yo voltee los ojos.
- Si folla asombrosamente bien, la tiene así de grande - Hice una medida con mi brazo y todos se asombraron - Ahora tengo una cita con él y me están retrasando apenas vuelva les cuento hasta cuando...
- Ya tranquila, entendimos. - Me paro Camilo con cara de asco.
Sonreí y corrí a ducharme, me coloque ropa cómoda pero sexy. Baje a los treinta minutos, vi a Daniel hablando con su mano libre por teléfono, subí a la camioneta, el volteo y me miró guiñándome el ojo.
- Esta bien, si... Hablamos luego Mike estoy con mi novia. - Mis ojos se abrieron y lo mire confundida, él me miro y me beso. - ¿Que pasa amor?
- Nada – Le sonreí. Se acerco a mi oreja y me susurro.
- Eres mía nena, dime ¿Cuanto crees que vas a gritar cuando te folle? - Se mordió el labio luego de sonreír pícaro.
Ahora tenía novio.
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El Socio De Mi Padre ©️ Mapu Olivieri
RomanceMentiras... mi mundo gira al rededor de ellas. ¿Las detesto? Si, ¿Las uso? demasiado para ser exacta. Mi primer amor una Avtomat Kalashnikova modelo 1947 más conocido por su acrónimo, AK-47 de calibre 7,62 mm, diseñado por Mijaíl Kaláshnikov. ¿Mi s...