Capitulo 23 - Federico Holland -

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Desperté junto a Daniel, ya eran las 5:00 a.m, esta semana quería comenzarla con buen pie y llegar temprano. Vi a Daniel dormir y sonreí, no podía creer que ya estábamos bien, le bese la mejilla y salí de la cama, entre al baño a ducharme. 15 minutos más tarde salí del baño y comencé a colocarme mi ropa de trabajar, esta vez me vestí con una camisa de vestir gris plomo con las mangas subidas hasta el codo y una falda negra de secretaria hasta las rodillas.

- Me encanta como luces de secretaria. - hablo Daniel sentado en mi cama aun con las sabanas cubriéndolo de la cintura para abajo.

- No te acostumbres - sonreí.

- Espero que no - Salió de la cama desnudo y sonreí. - Buena vista desde aquí.

- Deja de mirarme el trasero pervertida. - grito desde la puerta del baño.

Me hice una cola de caballo mientras montaba la cafetera, prepare unas tostadas con mermelada y huevos revueltos. Daniel salió de mi habitación y me abrazo por detrás mientras revolvía los huevos. - ¡Que romántico! - Me dije sarcásticamente a mí misma.

- Hueles Divino - Sigue siendo romántico.

- Huelo a huevos revueltos, ahora deja de besarme así o llegare tarde y juro que es lo último que quiero hacer. - se sentó en el desayunador.

- Si te pido un favor me lo harías - Hablo Daniel mirándome a los ojos. Le serví el desayuno.

- No renunciare Daniel. - Que empeño porque renuncie.

- Joder Caroline no me gusta que trabajes allí ya te lo dije. - reafirmo serio.

- Y yo te dije que ¿Por qué no te gusta? - Mordí una tostada. Espere una respuesta y hable - Tu trabajas allí también ¡Es más! No trabajas allí, mi padre trabaja para ti.

- Tu padre tiene muchos socios Caroline. - Respondió seco.

- Pero el único que conozco eres tú, tú lo ayudaste a que se ampliara y tuviera mejor sueldo y que otros se asociaran ¿Que tanto con eso? - lo mire con el ceño fruncido.

- Ese es el problema Caroline. - lo mire con curiosidad. - No lo entenderías.

Siguió comiendo y permanecimos callados por un tiempo, quede pensando en lo que dijo y lo digerí.

- Nunca me has llevado a tu empresa Daniel. - lo mire intrigada. - Lo único que sé es que eres comerciante.

- No hay nada emocionante en mi empresa. - Respondió.

- Tu hermana trabajaba contigo antes de caer...- trate de buscar una palabra para no ser tan especifica. - ¿En rehabilitación?

Me miro atónito el muy poco hablaba de su hermana.

- Arianna era nuestra contadora. - refiriéndose a su hermana. Tomo de su café. - Ahora llegaras tarde así que ya es hora de salir.

Todo daba vueltas en mi cabeza tratando de entender cada cosa que había dicho Daniel. Subí a mi auto me esperaba un largo viaje a New Jersey, mientras conducía trataba de unir todo, la hermana de Daniel era la contadora del negocio de su familia, ella cayó en las drogas y la internaron en rehabilitación, Daniel busco a otro contador y consiguió a mi papá que no era muy reconocido y es familiar, Daniel se hizo su socio para que manejara la contabilidad de su empresa, Daniel nunca me ha hablado de su empresa ni mucho menos de sus padres, como coño acomodo todo eso para poder tener una maldita idea de lo que pasa. En ese momento se me ocurrió una idea, sonreí.

El Socio De Mi Padre ©️ Mapu Olivieri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora