Capitulo 13 - En un segundo-

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- ¿A dónde me llevas? - Pregunte mirando por la ventana.

- Al aeropuerto. – Lo mire y vi las comillas de sus labios crecer.

- ¿QUE? - Dije alterada. - ¿A dónde? ¿Por qué? ¿Y mi maleta? ¿Mi ropa? ¡Mi pasaporte! Yo...

- Shhhh - Me callo - Mientras te alistabas tus amigos me ayudaron a hacer tu maleta y de tomar tu pasaporte.

- Hijos de... Los amo. - Sonreí.

- ¿Y a mí? ¿Me amas? - Su cara cambio a nervioso, no podía creer que un chico tan confiado de si mismo se encontrara dudoso.

- Pregúntamelo dentro de dos meses ¿Si? – Reí besándole la mejilla, él se lamió los labios y frunció el ceño. Yo no podía amar a un hombre que iba conociendo, si le tengo bastante cariño y me gusta mucho pero no para llegar al amor, al menos no por ahora.

El camino al aeropuerto estuvo muy callado y me sentí incomoda, el miraba hacia el frente y nunca hablo, así se mantuvo por quince minutos.

- ¿Tienes hambre? - Por fin hablo y fui lo más cortante posible.

- No. - Punto.

- Y mmm - se rasco la garganta carraspeando - ¿Tienes curiosidad hacia dónde vamos? - Claro que la tenía pero no iba a dar el brazo a torcer tan grande, me jode que las personas no hablen y más por nada.

- No. - Punto.

- Esta bien - Suspiro - Ya llegamos.

Se bajó del auto y yo igual, me miro y bajo mi maleta, el bajo la suya, para ser honesta no tenía idea de cómo hizo para meter su maleta, salimos juntos esta mañana, mi cara también era de enojo como la de él, me entrego mi maleta y di media vuelta caminando sola.

- ¿A dónde vas? - Me gritó, me voltee y le respondí.

- ¿Ahora si quieres hablar? Me voy a mi casa. - Seguí caminando y él corrió hacia mí, me tomó del hombro volteándome.

- ¿Como que a tu casa? Tenemos un viaje. – En sus ojos se veía nervosismo por lo que haría.

- Un viaje del cual no tenía ni idea. – Subí una ceja.

- ¿Y por qué coño te vas? – Me miro a los ojos con nerviosismo y curiosidad a la vez.

- Porque pasaste quince minutos con mala cara y sin hablarme, si vas a estar así en todo "el viaje" – Hice comillas con mis dedos - Es preferible no ir y cuando te dé la gana estar bien, me avisas. - Seguí caminando, a los segundos me retracte de tratarlo así, pero es que ¡Me hacia enojar!

- No irás a ninguna parte - Me detuvo otra vez ordenándome.

- ¡Ah! mírame hacerlo. – Mi cara era de incrédula.

- Mira...- Suspiro - Lo siento, es que yo no... Yo me acordé de algo que paso con lo que me dijiste de pregúntamelo dentro de dos meses. - Tenía cara de tristeza.

- A mis ovarios lo que pasó, a mi no me trates así por culpa de otras personas. – Coloque mis manos en mi cintura observándolo.

- Vente de viaje conmigo, por favor quiero estar contigo, no me dejes solo. - Con eso que dijo mi corazón se arrugó y lo abrace.

- Ni una sola palabra, soy orgullosa pero tengo un lado oscuro, sensible del cual no volverás a ver. - Río y nos fuimos al aeropuerto.

Me senté a esperar que entregará nuestras maletas y lo mire detalladamente, de verdad que era el hombre más bello que existe, sus ojos cafés juguetones y penetrantes, su boca rosa y con unas comillas hermosas, sonrisa perfectamente blanca (irresistible) cabello marrón y con un corte medio juvenil pero con ese tono de seriedad integrada, vestía hoy casual jeans azules y una camiseta negra, así vestido aparentaba menos edad, su cuerpazo no no no. ¡Sí! me lo he estado comiendo con la mirada es que joder está muy bueno y es mío... Pues... Muchas chicas estarían igual si tuvieran a Daniel Salvatore de... Lo que sea que seamos.

Regreso a mi lado y sonrío de lado.

-¿Qué cosas piensas de mi? - Me saco de mi trance y sonreí.

- No, pues para que vea señor Salvatore no estaba pensando en usted no se crea el centro del universo.- Mentí, ¿Que le iba a decir? Si te estaba casi follando con la mirada pues no.

- A ver qué era lo que la señorita Moretti pensaba, claro si se puede saber. - Que pensaba... Que pensaba... Trataba de que se me ocurriera algo. ¡BINGO!

- Pues ¿A dónde viajare? ¿Está muy bien pensado este viaje? Porque apenas tengo unos meses de conocerte y pues eso me hace entrar en razón y pensar que joder si soy fácil... Pero bueno que mas da ya de todos modos estoy en el aeropuerto, la puedo pasar de puta madre o sentarme en mi sofá y ver películas todo el fin de semana con, mi homosexual amigo y su novio, una chica fresa obsesiva de la limpieza y otra chica extremadamente grosera follando con su novio todo el fin de semana. Pues esta idea de escaparme con un casi extraño a un lugar que no tengo la menor idea, ¿A poco que crees tú? ¿Te gusto lo que pensaba? o el señor, quiere que lo mande por escrito en un trabajo resumido pero con palabras extensas - Sonreí satisfactoriamente con mi respuesta y él me miro intrigado de una manera divertida.

- Eres la mujer más impredecible del universo, en un segundo me haces volar con un beso y luego en otro segundo me matas con una palabra. - Me beso y sonrió una de esas sonrisas que sabes que está feliz no de esas falsas que dan por halagar a alguien o querer conquistar, fue una de esas sonrisas las cuales te hace sonreír, te transmite carisma.

- ¿Me dirás ahora a dónde vamos? - Coloque mis manos en mis caderas.

- A Paris, Francia nena – Me miro esperando algún gesto.

- ¡NOS VAMOS A PARIS! - Grite aplaudiendo y dando saltitos de emoción. El reía a carcajadas, siempre quise ir a parís.

- Vamos cálmate, la gente pensara que estoy con una demente. – Bromeo y lo golpee en el pecho. Aun no podía creer a dónde íbamos.

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El Socio De Mi Padre ©️ Mapu Olivieri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora