Capitulo 19 - Quizás -

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Después de cinco días de lo acontecido me encontraba más calmada, seguía con mal humor, extrañaba despertar con Daniel, hablar con él, besarle... Lo extrañaba en todo sentido. Alejandra habló conmigo y me dijo que estaba exagerando que la culpa fue de los dos, de mí por mantener el secreto sabiendo lo que podía pasar y que algún día tendría que salir a la luz y de Daniel por... Pues por discutir fuera del restaurante, Daniel seguía insistiendo con sus llamadas y mensaje, tengo muchas rosas azules con moño blanco y una tarjeta de disculpa, el sabia que amaba las rosas teñidas de azul porque destacaban de las otras eran únicas y él decía que se parecían a mí, únicas, extrovertidas pero a veces con tono triste pero a la vez feliz, se debía a mis distintos cambios de humor.

*Un mes antes*

- ¿Entonces qué dices? - Preguntó un Daniel algo intrigado. Nueva fase.

- Solo me gustan las teñidas de azul. - Lo mire tratando de disimular una sonrisa.

- Pero estas... Estas tienen todo tipo de colores, ¡Son más llamativas!- Sonrió de tal manera que me derretía.

- Eso es lo que odio de los hombres, son tan... Tan predecibles - Hice un gesto subiendo mi ceja izquierda y frunciendo mis labios. El frunció el entrecejo.

- ¿Predecibles? - Me miro atento.

- ¡Pues si! - Añadí - Porque siempre buscan lo llamativo y cuando ven puff – Hice un gesto con las manos de cómo si algo se explotase. - Se marchitan y su color es una basura - Su mirada cambio a una de curiosidad - En cambio, las mas lindas y con un sentimiento profundo son las de unicolor pero muy raras de ver... Por eso odio las llamativas o las que todo el mundo ama como no se - Hice un gesto de desagrado con mi rostro - Las margaritas, las rosas amarillas o blancas y sobre todo las que son color rosado - Terminé mi discurso y lo vi con una sonrisita en su rostro.

- Entonces... Dices que ¿Tú eres como una Rosa BLANCA teñida de azul? – Abrí mi boca un poco pensativa, luego le respondí.

- Pues si lo ves de esa forma así es...- Sonreí con orgullo. - Bueno también depende como lo pienses, como quieras que las rosas teñidas de azules sean. - Hice cara de confusión.

- Para mí como describiste la rosa teñida de azul es algo incorrecto si la compraras contigo, tu serias más así como una rosa roja apasionada, defensora, lujuriosa, pero si amas tanto las azules.- Me miro a los ojos. - Lo correcto sería que tanto tu como las rosas teñidas de azul son, únicas, extrovertidas, con aires de bondad, belleza, sobre todo tristes y a la vez alegres debido a como cambias de humor repentinamente. - Lo mire a los ojos sonreí y lo bese.

- Creo que las rojas serán mis segundas preferidas de ahora en adelante.

*La actualidad*

Sonreí al recordar ese momento en la floristería, le llevaríamos flores a la tumba de su abuela que cumplía 8 años de fallecida y ella amaba las rosas, terminamos pidiendo una docena de rosas teñidas de azul y me regalo una roja a mí, la cual coloque en una copa de vidrio en mi habitación.

Me mordí el labio inferior, como lo extrañaba... Estúpida, estúpida estupidaaaaa. – Me repetía mentalmente. - Iría a su departamento, ¡Sí! hablare con él y terminare con esta idiotez de una vez, me iré a disculpar y espero que todo salga bien.

Corrí a tomar una ducha, me vestí con unos vaqueros rasgados y una camiseta de Ramones, mis converse y mi cabello castaño sin arreglar suelto, me maquille un poco para no parecer un zombie.

- ¡Ah! Boscan - Vi a mi amigo tomando de la boquilla del zumo de naranja. - Si Alejandra te ve haciendo eso te mata - Le quite el zumo y tome de la misma forma. - Pero como yo también lo hago, será un secreto mutuo.- Le guiñe el ojo y él me miró atónito.

El Socio De Mi Padre ©️ Mapu Olivieri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora