Capitulo 21 - Todo donde comenzó -

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Baje la mirada tratando de pensar en una respuesta, el caminaba hacia mi lentamente veía sus zapatos, mi mente estaba hecha un lió, como seria todo ahora, lo perdonaría así de fácil ¿Volver a empezar? Y ¿Lo pasado qué? No sería lo mismo, no saldríamos tomados de la mano y con la bendición de mi padre mucho menos.

- Yo.... – Lamí mis labios.

- MI PEQUEÑA. - Gritó mi padre mientras subía las escaleras, me voltee y volví mi mirada a Daniel. - Oh, veo que te encontraste con Salvatore. - Mi mandíbula se tensó la rabia volvía a mi cuerpo.

Le di una mirada rápida a Daniel y vi el morado debajo de su ojo, ya casi no se notaba pero aún se veía, trague saliva.

- Si, vengo por lo del mensaje papá.- Dije cortante.

- ¡Oh! claro que sí, Salvatore toma asiento, esto tardara unos minutos. - ¿Como lo hacía? El aparentar que nada paso. Mi enojo seguía más y más alto, si fuera una caricatura estaría roja y con humo saliendo por mis oídos, vi a Daniel tomando agua y sentado en el sofá de a mi lado.

- Papá tengo prisa. – Trate de apresurarlo para que fuera al grano.

- Bueno, esto es sencillo pequeña. Trabajaras para mí. - Daniel casi se ahogaba con el agua. - Oye, ¿Está bien Salvatore?

- Umm - tocio - Si todo bien.- hizo una sonrisa falsa.

- ¿Qué clase de trabajo? - Respondí desviando mi mirada de Daniel hasta mi padre.

- Serás mi mano derecha, organizaras mis reuniones estarás presente y tomarás nota de lo importante que digan, también contestaras las llamadas de clientes y organizaras mis carpetas.- Coloque los ojos en blanco.

- Seré tu secretaria....- mi cara era de pocos amigos.

- Te pagaré mejor que en ese bar Caroline. - Allí Daniel se ahogo más y su tos era más seguida, mi papá se levantó y le dio golpecitos en la espalda. ¡Ha! hipócrita, pensé que la hipócrita solo era mi madre pero veo que viene de familia. - ¿Ya? ¿Mejor? Deberías dejar de tomar agua.

- Mmm, ¡sí! Saldré a tomar aire. - me miró con los ojos llenos de enojo.

- Papá vayamos al grano, ¿Cuánto me pagaras? - El sonrió.

- 100 dólares el día, lo que equivale a... - sacó su calculadora. - 3.000 Dólares al mes. - Sonrió más amplio.

- ¿Me pagaras igual que a tus contadoras? - Lo mire con sorpresa.

- Eres mi hija. - sonrió. - Solo que... Mantengámoslo en secreto ¿Si? - mi papá espero una respuesta. - ¿Entonces qué dices?

- Cual es mi horario de trabajo.- Sonreí falsamente, me pagaría 3 mil al mes joder claro que aceptaría el trabajo.

- Te lo enviare por correo electrónico, te quiero. - me abrazó y yo igual.

- También te quiero, me iré ya, largo camino por recorrer. - salí de la oficina encontrándome con Daniel y su cara de culo frente a mí.

- Permiso. - dije sin más.

- No, necesitamos hablar. - suspire.

- Si eso es más que obvio... Pero creo que lo más apropiado es que sea fuera de la jodida oficina de papá, tú y tus putos lugares para hablar.

- Bueno vamos a un café cerca. - me miró a los ojos y solo quería tomarlo y besarle hasta que la boca se desgas... ¡No! Vamos Caroline, se fuerte.

El Socio De Mi Padre ©️ Mapu Olivieri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora