Capitulo 14 - Largo viaje -

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¡Malditas turbulencias! Ya llevábamos más de cinco horas en el avión y las que faltaban, Daniel estaba durmiendo mientras yo miraba a todos dormir, con pánico y terror, ¿Acaso nadie está nervioso de esta cosa se caiga? Y pues sí, ¡QUE NOS MATARAMOS TODOS! Esta era la segunda vez que me subía en un avió. La primera fue de New York a Miami corto viaje sin turbulencias y claro tenía ¡DIEZ AÑOS! Era una niña ahora que soy una mujer ya no puedo estar con este miedo, ¿Que haría una persona con mi temor en estas circunstancias? Pues rezar, llenar el avión de santos, pensar en unicornios y arco iris para no pensar en la posibilidad de caernos y tener una dolorosa muerte en el trayecto.

Mire para todos lados y vi a una aeromoza hablando con otra, ¡Eso sería! nada de rezar, ni de llenar el avión de santos, ni de pensar en estupideces. Me levante y pase con cuidado por las piernas de Daniel, me tomó del brazo parándome.

- ¿A dónde vas? - Me lamí los labios nerviosa.

- Pues a bajarme no... Así que solo queda el baño, ¿Podre ir? - Dije sarcásticamente.

- Si, lo siento es que tuve una pesadilla, ve. – Trague saliva aun más nerviosa. Ahora con más ganas todavía fui a donde estaban las aeromozas.

- Hola.- Las interrumpí de lo que quizás era una interesante charla.

- Hola, señorita ¿Que desea? - Me sonrieron muy amablemente.

- Pues... No puedo dormir tengo unas ganas terribles de vomitar, siento que el avión se va a caer, no vuelo desde que tenía 10 años, no me puedo dormir y tengo unas ganas terribles de hacerlo por favor ayúdenme regalándome un somnífero. - Hable lo más rápido posible. Ellas me miraban con miedo.

- Tranquila esos nervios son totalmente normales, tome asiento abróchese su cinturón y le llevaremos la pastilla en un minuto ¿Si? - Volvió a sonreír pero esta vez con falsedad.

- Mi novio esta allí - Le señale a Daniel sin importarme decirle novio. - No estaría contento con que me drogue con un somnífero y preferiría que me lo dieran justo ahora - Esta vez trate de sonreír yo pero ya me estaba desesperando.

- ¡Oh! Sara - Se dirigió a la otra aeromoza. - Tráigale ahora mismo la pastilla a la novia del señor Salvatore. - Sonrió y entre cerré mis ojos. Debe viajar mucho para que lo conozcan. - Tome. - me entregó la pastilla y un jugo de naranja. Hice una mueca. Okey jugo y demás. Volví a mi asiento, ya me había tomado la pastilla. Me recosté al asiento y todo lo que recuerdo es que puff en blanco.


7 horas después.


- Despierta... Vamos Caroline.... Despierta... Hey hey... Hemos llegado.

- ¿Qué coño le han dado? ¡Está totalmente dopada!

- Haré que las despidan... Ella puede quedar tonta o tener una sobredosis, no saben ni de cuantos gramos era la pastilla que le dieron son son unas....

- Que coño... - Me desperté y vi a Daniel con cara de nervios y haciéndome muchas preguntas.

- Ya, ya, solo estaba dormida que ¡Ah! ¿Hemos llegado? – Pregunte confundida.

- ¡Hace una hora! ¿Cómo se te ocurre Caroline? Te dopaste totalmente, sabes que odio ese tipo de medicinas, ahora andarás medio tonta yo... Yo...

- Cálmate Daniel, solo tome una dosis con una hora demás. - Me levante del asiento.

- ¡Estarán despedidas!- Menciono mirando a las aeromozas.

- ¿Qué? Espera, espera ¡No! Fui yo la que les dije que me dieran una pastilla, ellas no tenían idea de que no te gustaban por favor si alguien acá tiene la culpa de dormir demás soy yo... Estaba nerviosa y mareada pensaba que el puto avión se iba a caer ahora cálmate ¿Y sabes qué? Tengo hambre. - Pase por delante de él y lo vi atrás de mi.

Al salir del aeropuerto en un auto negro con los guardaespaldas de Daniel, nos dirigimos al hotel Marriott. Mientras estábamos en vía al hotel yo parecía una niña pequeña mirando por la ventana, era tan diferente a New York, todo era más vintage, más clásico y con tanta historia. Al llegar al lobby del hotel mi boca casi cae al suelo, este hotel era digno de una reina, sentía que tan solo por respirar aquí te cobrarían.

- Voy a registrarnos. – Hablo Daniel besando mi mejilla.


Después de ir comer a comer al restaurante del hotel subimos a lo que serie nuestra habitación por dos días, subimos hasta el piso 17 y al entrar a la habitación era también sacada de una revista no era una habitación simple era una suite, una jodida suite como mamá sepa que estuve en una suite y en París se morirá... ¡Ups! mamá no sabe que estoy con Daniel, papá me matara.

- ¿Te puedo preguntar algo Daniel?- Lo mire serio. - En realidad son dos preguntas. – Lo mire mientras caminaba hasta la cama.

-Dime. - Sonrió desempacando.

- ¿Que eres tu del avión donde nos vinimos? - Su cara cambio.

- Soy el Dueño. – Lo dijo con superioridad.

- ¿El dueño? - Que coñ... el dueño de una puta aerolínea. - ¿Y porque no tienes un avión para ti solo? – Mi curiosidad aumentaba.

-¿Quieres que tenga uno? – Me miro burlón.

- Bueno... Ash solo preguntaba.- Fruncí mi ceño levemente.

- Estoy en trámites de tener mi propio avión amore - Me tomo de la cintura - Entonces podremos estrenarlo. - Me mordí el labio.

- ¿Ah sí? - Lo bese y el beso se intensifico. De la nada tocan la puerta y cortan la magia.

- ¿Quien? - Grita Daniel.

- M. Salvatore, je suis Angela.- Habla una voz de mujer en francés.

- Pénètre - Hablo Daniel.

-Nous nous réunissons en moins de 10 minutes, nous ne voulons pas les retards se souviennent.- Entró una mujer a la habitación, llevaba su cabello rojo en bucles, tenía un cuerpo escultural, una nariz perfilada y un traje de oficina caro, me miro de pies a cabeza y alzo una ceja.

Yo sabía perfectamente francés, Daniel tenía reunión en 10 minutos y no quieren retrasos y veo que me ha traído por trabajo... Porque más seria.

- Bonjour heureux de vous rencontrer.- Le dije sorprendiéndola. Mire a Daniel, el estaba igual de sorprendido, el no tenía idea de que yo sabía hablar francés también, le dije a la chica (hola un gusto en conocerte) y ella ni siquiera acercó su mano a la mía.

- Maintenant, ils sont sept minutes, dépêchez-vous. - Lo apresuro y el gruño y mi mala cara se hizo notar.

- No sabía que hablabas francés. – Me volvió a tomar de la cintura.

- No sabía que me habías traído por trabajo - Dije de mala gana.

- Solo será una reunión apenas una hora y estaré aquí, ponte cómoda y disfruta ¿Si? - Lo mire.

- ¿Esa quien era? – Le hice referencia a la pelirroja que había entrado hace unos segundos. – Se nota que ni siquiera tiene modales.- El se incomodo rascándose la nuca.

- Ella es Ángela mi ex novia. - Mi todo se tenso, solo asentí y me metí al baño mientras él se fue a su reunión.

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El Socio De Mi Padre ©️ Mapu Olivieri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora