Capitulo 26 - Secuestrada -

15.7K 1.1K 190
                                    


Desperté desconcertada y con un dolor de cabeza de muerte, toque la parte de atrás de mi cabeza, sangraba. Mire a mi alrededor y pude notar que estaba en una habitación con escasa luz, me encontraba acostada en el suelo. Me levante como pude, todo daba vueltas.

- ¡AYUDA! - Grite como pude porque me dolía la garganta - ¡POR FAVOR ALGUIEN QUIEN ME AYUDE! - no se escuchaba ni un alma.

- ¿CARO?- pude escuchar - ¿CAROLINE ERES TU?

- ¡SI! ¡SI! - hable desesperada.

- CAROLINE SOY MARIA, ¿DONDE ESTAMOS? - Se notaba que ella estaba igual de confundida que yo.

- ¡MARIA! - Hable asustada de que ella estuviera igual que yo, pero al mismo tiempo con alivio de no estar sola, egoísta de mi parte. - ¡NO TENGO IDEA! - Mis lágrimas salían.

- ¡CALMATE! ¡CALMATE!.- Grito. Eso fue lo último que escuche de ella.

- ¡MARIA! ¡MARIA! MARIAAA. - La llame repetidas veces. - JODER MARIA CONTESTA.

Me senté en el suelo después de varios minutos esperando una respuesta, cuando ya tenía más de dos horas mi ojos no botaban mas lagrimas, mi mirada era perdida, perdí la noción del tiempo, idee hasta un jodido plan mental de como poder escaparme, pero todos los episodios que vi de Fugas casi perfectas que transmitían en Discovery Channel no me sirvieron para nada.

Desperté de nuevo pensando que todo era una mala pesadilla. No podía procesar aun que Daniel era traficante y asesino, todos los de su familia eran traficantes, era el puto negocio familiar. El sol entraba por la pequeña ventana, cuando dormí aun era de noche, cuantas noches he pasado en este infierno. Me encontraba en una habitación cubierta de hongos, con una ventana del tamaño de una sandia y una puerta en el frente de madera con una pequeña rendija en el medio.

Moría por orinar y tomar agua, sin mencionar de comer, Lanzaron una bandeja de la rendija y una botella de agua, corrí rápidamente a la puerta.

- Oye, oye no te vayas por favor, dime tan siquiera cuantos días he estado, estoy embarazada y no he podido ni ir al baño. - Hable por la rendija.

- Tienes tres días y hay una cubeta allí adentro. - respondió rápidamente y oí sus pasos al marcharse, quería preguntarle tantas cosas, ¿María estaba bien? ¿Cuantos días estaría aquí? ¿Por qué coño estoy aquí? ¿Me mataran?

Maldición tenía tres días aquí, no lo podía creer, vi a mi derecha y en una esquina pude notar una cubeta negra, lamí mis labios, esto era increíble una puta película. Destape mi agua y bebí de ella, no estaba fría pero por lo menos era una botella de agua sellada sabía que estaba limpia, moje un poco mi cara y vi la bandeja con lo que suponía que era comida. Al destapar la bandeja vi un sándwich el cual contenía mantequilla de maní y jalea, era alérgica a él maní, suspire lanzando la bandeja a la pared con impotencia.

-----------------------------------------

Tres días más tarde.

Me había cansado de gritar, mi garganta dolía a mil demonios, mi estomago igual y no me habían vuelto a traer comida ni agua, estaba débil, escuche los pasos aproximándose a la puerta, lanzaron una bandeja y agua.

- Soy alérgica al maní... - logre decir.

- Lastima. - Se marcho, no Caroline, no llores mas, no quiero que a mi bebe le pase algo. Termine por llorar, igual que mas podía hacer.

Me encontraba acostada en el suelo, sin haber comido por una semana, sudada y con mi respiración debilitada, rezando por no morir de esta forma.

Escuche unos disparos, ruido mucho ruido, sonido de autos y pasos, corrían, no podía gritar mi cuerpo no lo permitía, mas disparos más ruido, el ruido aumentaba los pasos igual, gritos mas gritos, mi puerta se abrió de golpe, Daniel.

----------------------------------------

Abrí mis ojos lentamente, pude notar que estaba en la cama de un hospital, en mi brazo una infusión de suero, mis labios secos, vi a Daniel dormido en una silla en la esquina, tosí y sus ojos de una vez se abrieron, se levanto poco a poco, su respiración era pesada, tenía varios vendajes, lo vi que lloraba como un niño al acercarse a mí, nunca antes lo había visto de esa manera, mi cabeza estaba hecha un lió.

- Lo siento mucho Caroline, de verdad soy un idiota lo siento, yo... Yo no debí, yo.... - Su llanto aumento. - Perdiste al bebe. - Dijo en una voz inaudible. Mi corazón dejo de latir en ese segundo.

- Salte de la maldita habitación.- Mis lagrimas no salían, no lloraría mas.

- Caro yo... - Lo interrumpí.

- SI, SI LO SIENTES, ¡SALTE DE LA MALDITA HABITACIÓN! - Esta vez grite.

Lo vi salir, entonces llore, toque mi panza. Ya no sería mamá.

- Caro. – Vi entrar a mamá, Alejandra y Franco.

- Mamá vete, juro por Dios que no te quiero ver ni a ti, ni a papá por un muy largo tiempo, vete. - Su cara era de angustia y tragedia, se marcho de la habitación limpiándose los ojos. Ella sabia porque yo estaba así, ella sabía lo que papá hacia ¡Ella lo sabía todo!

- Oh Caro... - Vi a Alejandra llorar y Franco igual pero de una manera desgarradora. - Caro... María murió.

Mis ojos se agrandaron más de lo normal, mi respiración era agitada, mi llanto no tardo en salir, un buen llanto de dolor de furia de todo junto.

- ¿Como paso? - Pude hablar entre lágrimas, Franco se sentó en la silla donde hace unos minutos Daniel dormía.

- Cuando las estaban rescatando, Ian la busco en donde estaba, ella estaba bien no como tú, algo débil pero podía pararse, al salir de allí hubo un tiroteo, Ian trato de cubrirla pero una bala impac...- rompió a llorar otra vez.- Impacto en su estomago.

Después de calmarme un poco pude preguntar más de lo que había pasado. - ¿En dónde estábamos?

- En las afueras de New York. - Respondió inmediatamente.

- ¿Cuantos días estuvimos? - Seguía preguntando.

- Ocho, estuvimos con Ian y Daniel todo el tiempo, las buscamos incansablemente, la hermana de Daniel e Ian pudo escaparse en la noche y llamo a Daniel diciéndole donde estaban, cuando llegamos al lugar los guardias de Federico no tardaron en salir, todos los que trabajan con los chicos igual dispararon mientras Ian y Daniel las buscaban.

- El hijo de puta de Federico, ¿Sigue vivo? - Alejandra asintió.

Sentí como todo hervía en mi interior.

- Pudo escapar, pero supuesta-mente el papá de Daniel lo está buscando, porque ya no tiene guardias ya que por lo que hizo se quedo sin la mitad de la empresa y los que trabajaban con él lo dejaron.

- Lo matare apenas salga de aquí. - Hable.

- ¿Como lo harás Caroline? - Esta vez hablo Fran. - ¿Qué? ¿Sabes donde esta? Por Dios quédate quieta. - Su cara era de enojo, salió de la habitación. Alejandra se acerco a mi cama sentándose en ella.

- Ya no tenemos 18 años Caroline, todo lo que hacemos tiene consecuencia, no hagas nada imprudente. Tú y yo sabemos lo que puedes hacer y eso no solucionara nada... - Se limpio una lágrima y hablo con un hilo de voz. – Matar a alguien no nos devolverá a María ni a tu bebe. – Se levanto de la cama besándome la cabeza y salió de la habitación dejándome sola pensando en todo lo que había pasado.

------------

Espere a la noche, quite el suero de mi brazo y todos los demás cables, mi vientre dolía más de lo normal, tome una píldora que me había dejado la enfermera para el dolor y me levante, respire profundo, vi un maletín morado con ropa en el sofá.

Me duche y me cambie, salí de la habitación con mi suéter negro cubriendo mi cabeza con la capucha, trate de dar pasos apresurados hasta la salida.

Busque el primer teléfono público, coloque 25 centavos en él y luego marque el número de la casa de los padres de Daniel.

- ¿Bueno? – Escuche al otro lado de la línea la voz de Arianna. Entonces hable.

- Date por muerta zorra. - Colgué.


OUOL)QB1

El Socio De Mi Padre ©️ Mapu Olivieri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora