18 "Sueldo y Amenazas"

8.4K 837 38
                                    

A la mañana siguiente cuando llegué al comedor, pude notar que Ron se puso de mal humor con Harry.

Sabía que pasaría, pero no está de más darle una lección para que aprenda a no desconfiar de sus amigos.

Así que con mi magia hice que el jugo de calabaza que estaba tomando, fuera directo a su rostro, lo que logró que los que estaban a su alrededor se rieran.

Luego de que Hermione obligara a Harry a escribirle a Sirius, nos dirigimos a nuestras clases.

Obviamente se corrió la voz de lo que yo había dicho en la Sala Común, porque aunque se aguantaban la lengua, no dejaban de mirarnos a Harry y a mi con ojos de asombro, agg, me dan ganas de maldecirlos.

Draco estaba súper odioso, estoy segura de que si solo hubiera sido yo, no habría ningún problema, pero dado que Harry entró también, el rubio no puede quedarse callado, y los comentarios de Blaise tampoco ayudan mucho.

Como siempre que los estudiantes que les tocaba Cuidado de Criaturas Mágicas, iban muy emocionados por el animal que verían hoy.

Todos fueron guiados a un claro que estaba alejado del colegio, y vieron a la ojiazul con la ropa que siempre usaba para dar la clase.

Los estudiantes intentaban sacarle a Hagrid que animal verían, pero como no siquiera el lo sabía, no les contaba nada.

-Hola a todos, hoy veremos un animal muy peculiar, están prácticamente extintos, por lo que solo lo podrán observar hoy, espero lo disfruten -dijo ella con una sonrisa e hizo una especie de chiflido con ritmo.

Durante unos segundos no apareció nada, pero de repente, se escuchó el sonido de alas detrás de ellos, al darse vuelta todos abrieron la boca y Hagrid incluso soltó lágrimas.

-S..son Pegasus -dijo el semigigante al verlos.

-Asi es, son Pegasus negros más específicamente, ellos 7 son los últimos que quedan, y el es Zeus, el líder -dijo y el más grande se acercó a ella y se dejó acariciar- estos animales son muy leales y protectores, pero también feroces y posesivos, mayormente con su pareja y cría, pero en este caso, también conmigo, que soy la cuidadora.

-¿Cómo los conseguiste? -preguntó Lavender.

-Eso no puedo responderlo, pero puedo dejar que monten, Blaise, ven aquí -dije y el moreno palideció.

-Muñeca, ¿Porque mejor no va otro? -dijo el nervioso y Draco le dio un zape- ¡Auch Draquito!

-En primer lugar Blaise, no me digas Draquito -gruñó el rubio y el moreno sonrió inocentemente- y en segunda, no seas cobarde.

-Eso Blaise, sé valiente como un hombre -se burló Pansy, el moreno los vio mal por burlarse, pero infló pecho y caminó hacia aquí.

-Bien Blaise, es sencillo, solo estira tu mano y deja que se acerque y la huela, si le agradas, restregará su hocico en tu mano, sino, solo te morderá -dije y me vio con pánico- pero como estoy yo, solo te dará la espalda y te ignorará.

El moreno se acercó despacio al animal que lo veía con arrogancia y estiró el brazo, durante algunos segundos el animal no reaccionó, pero al cabo de un rato bajó su cabeza y aceptó a Blaise, el cual sonrió emocionado.

Al cabo de un rato, todos estaban acariciando a los Pegasus, me acerqué a Harry y le dije.

-Oye Hagrid -el me miró- ¿Debería pedirle a Dumbledore un sueldo?

El semigigante se echó a reír y al poco rato, yo igual.

Sin embargo los días no siguieron tan bien como esperaban, Gryffindor era claro que nos apoyaba y Hufflepuff se alegraba por nosotros, pero algunos alumnos de Ravenclaw murmuraban que echamos nuestros nombres por atención, yo solo los fulminabapor la mirada y se callaban, y de los de Slytherin, pues ellos obvio iban a comentar, pero Draco los detenía cuando yo estaba presente.

La Heredera de Merlín.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora