La Heredera de Merlín.

9" Hipogrifos y Dragón"

Luego de comer bastante durante el almuerzo, a lo que me llevé miradas raras de la gente y preguntas de las chicas como ¿Como tienes ese cuerpo? O ¿Tienes algún hechizo para no engordar? Lo que realmente no me importó mucho, así que solo negué.

Al salir del castillo nos dirigimos hacia Cuidado de Criaturas Mágicas, la parejita felíz (Ron y Hermione) aún no se hablaban, lo cual en realidad no me sorprendía para nada.

Delante de nosotros estaban Malfoy y sus guardaespaldas riendo, y yo me pregunto, ¿Es idea mía, o Draco se ha puesto mas bueno que antes? Creo que las hormonas ya me están afectando, ¡Maldita sea!, saqué esas ideas de la cabeza cuando un Hagrid muy emocionado nos pidió que lo siguiéramos.

-¡Acercaos todos a la cerca! -gritó- aseguraos de tener una buena visión, lo primero que debéis hacer es abrir el libro..

-¿De qué forma? -dijo la voz fría y arrastrada de Draco detrás de mí, me recorrieron escalofríos.

-¿Que? -dijo Hagrid.

-¿De qué forma abrimos el libro? -repitió otra vez, y sacó el libro.

-¿Nadie ha podido abrir el libro? -preguntó Hagrid decepcionado.

-Yo si Hagrid, ha sido muy fácil y divertido -le dije sonriendo y su mirada se iluminó, me giré hacia Draco- es fácil Malfoy, de la única forma en que se calman los animales, acariciándolos.

Acaricié el libro, el cual se erizó con mi toque y de un momento se abrió, yo sonreí orgullosa.

-¡Que tonto hemos sido! -dijo Malfoy despectivamente- ¡Teníamos que acariciarlo! ¿Como no nos hemos dado cuenta?

-Yo..yo pensé que os haría gracia -dijo mirándonos a Herms y a mí dubitativos.

-Ah que gracia nos ha...

El rubio no terminó de hablar, porque sintió una mano puesta en su cara, bajó la vista para encontrarse con unos ojos azules que lo miraban directamente.

-Es realmente fantástico ¿No crees Draco? -dijo la chica logrando un escalofrío en el rubio la oír su nombre- Me imagino que la clase de Hagrid es muy interesante, ¿O no, muchacho?

Dijo lo último mirando a todos los demás de la clase, menos a su hermano y amigos, todos los otros, incluso el rubio, asintieron frenéticamente con la cabeza, logrando que la azabache sonriera satisfecha y que sus amigos, abrieran la boca hasta el suelo.

-En ese caso, me pueden asegurar que no habrá problemas y que disfrutarán la clase -dijo aún sonriendo.

Sin palabras que decir, todos volvieron a asentir, hasta que Lavender gritó, señalando hacia detrás de nosotros.

No pude evitar sonreír en grande la ver a los hipogrifos trotando hacia nosotros, se veían hermosos y altivos, en las Reservas de Ravenclaw hay muchos, cientos podría decir, y debo decir, que orgullosos es poco para describir su carácter.

-¡Kyaaaaaaaaaa, son hipogrifos!¡Que lindos! -dije con los ojos iluminados y emocionada, siempre quise conocer a Buckbeack.

-Asi es Cara, son hermosos -dijo Hagrid admirándolos- Venga, si queréis acercaros.

-Yo, yo -salté la cerca, y me acerqué sonriendo a ellos.

-Lo primero que tenéis saber, es que los hipogrifos son sumamente orgullosos -dijo seriamente Hagrid- nunca ofendan a uno, a no ser que que sea lo último que queráis hacer.

A pesar de mirar a los bellos animales, también vigilaba a los chicos, y parece que les afectó mi advertencia, están mirando a los animales con curiosidad, sin maldad en sus acciones.