11"Otra víctima y Fawkes"

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A la mañana siguiente yo no me preocupaba por lo que los demás pensaran, y si me molestaba los miraba mal y ya.

Además si analizo bien, yo soy la heredera aunque los demás no lo sepan, la diferencia es que yo no abrí la Cámara, pero la cerraré, pero no pienso dejar que el basilisco muera, pobrecito, no es su culpa que Voldy esté loco.

Sabía que Harry estaría ahora con Hagrid, mientras yo estoy aquí pensando cuando me puedo convertir en animago, ya tengo la hoja de mandrágora, y en una semana en luna llena debo ir al bosque prohibido para ver a mi animal, espero que no sea una rata, aunque lo dudo, tal vez sea una serpiente, ja, irónico.

Luego de terminar Herbología, me dirigí a la Sala de Menésteres, debo lograr una forma de utilizar la luz para dominar a los dementores, no solo con el patronus.

Se que ellos son débiles a este elemento, peor no creo que una mano brillando les de miedo, tal vez un láser o aún mejor ¡Látigos! Si, eso sería genial, pero no creo que me salga a la primera, debo esforzarme.

Me dirigí por el mismo pasillo en que Harry, al llegar lo divisé viendo a Justin en el suelo y a Nick colgando del techo, me acerqué a él y le toqué el hombro.

-Harry todo estará bien, vete de aquí -lo vi de forma seria.

-No Cara, creerán que tú lo hiciste -me dijo.

-Sabes que a mí no me importa, venga vete -lo empujé.

Pero antes de que pudiera irse apareció Peeves, y yo maldije en mil idiomas.

-¡Vaya si son los Potter! -dijo escandaloso como siempre- ¿Que traman Potters?¿Por qué acecha?

Al darse la vuelta, vio a Justin y a Nick, y antes de que cualquiera de nosotros pudiera hacer algo, gritó:

-¡AGRESIÓN!¡NINGÚN MORTAL NI FANTASMA ESTÁ A SALVO!¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!

Maldito fantasma, ya luego le daré su merecido.

Debido al grito del escandaloso se fueron abriéndose las puertas y llegando alumnos y profesores a donde nos encontrábamos.

A Harry y a mí nos arrinconaron contra la pared, estaba a punto de mandar a todos al demonio cuando la voz de Ernie, de Hufflepuff llegó a mis oídos.

-¡Los han cogido con las manos en la masa! -gritó con la cara pálida, yo solo lo miré amenazante y se calló la boca.

-Suficiente McMillan -dijo severa McGonagall.

Peeves estaba sobre nosotros y comenzó a cantar su estúpida canción, pero no lo dejé terminarla.

-¡Peeves o te callas o te callo, y creéme no va a gustarte! -le dije furiosa y el salió corriendo o flotando, ni idea.

Los profesores y alumnos se dispersaron para llevar a Justin a la enfermería, dejándonos a solas con McGonagall.

-Por aquí, Potters -nos dirigió.

-Profesora -habló Harry- le juro que nosotros no...

-Eso se escapa de mi competencia, Potters -dijo cortante la profesora.

Caminamos por el pasillo hasta que llegamos a la fea gárgola del despacho de Albus.

-Sorbete de limón -dijo la profesora.

Subimos hasta llegar a una puerta, y la profesora nos dijo que la esperarámos afuera.

Vi que Harry miraba el sombrero, sabía que tenía esa duda, pobre, si supiera que Slytherin es mi casa y que estoy en Gryffindor solo para ayudarlo a el y salvar vidas.

La Heredera de Merlín.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora