9. Alejados

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Luego de que ella entrara a su casa, pude ver que uno de los libros se salvó. Estaba un poco sucio por la ceniza.

Era el libro que ella me había mostrado "Otoños sin ti".

Decidí llevármelo sin decirle nada ha Antonella.

El día siguiente en clases.

En mi hora libre pude ver ha Antonella con unos libros y papeles. Me acerqué para saludarla, pero ella se apartó rápido de mi lado.

¡Dios nunca la entenderé!

—Antonella— Le tomo de la mano.

—Margot es mejor que te apartes y te olvides de mí— Me dice con la mirada baja.

Permanecí varios segundos en silencio.

—Solo dame un motivo que no sea esa estupidez— Digo mientras le planto la mirada.

—Te haré daño— Suelta una pequeña lágrima.

—Me hace daño ver como estás, cada vez mirada se apaga más— Le limpio la mejilla.

—Me voy a mudar— Suelta ese comentario que me deja sin respuesta.

No sabía reaccionar.

—Me voy al centro de la capital y no se cuándo volveré— Dice mientras se aleja por el pasillo.

La tomé de la mano y le robé un beso.

Mientras sentía la suavidad de sus labios, ella colocaba su mano cálida en mi mejilla.

Ella se apartó de mi y dijo.

—Adiós Margot— se dirigió a la salida de su próximo destino.

Y a veces el puto destino nos hace dudar de lo que queremos.

Y la partida de Antonella me dejó con muchas frustraciones y un sentimiento de agonía.

Podremos estar alejados, pero hay un libro que nos mantendrá juntos.

Otoño.

La Relatividad del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora