~Antonella~
No podía dejar que estuviera en mi vida, no sería sano para los dos.
Aunque sea un chico muy lindo y compartamos cosas en común. No dejaría que se aferre con alguien que solo le hará daño.
—Aún así estés fuera de este sistema solar te buscaré—Dice él mirándome directo a los ojos.
—Margot entiende no puedes estar en mi vida—digo cerrando el contacto visual.
Pude notar un poco de decepción en rostro.
Se levantó y sacó algo de su bolso.
—Me alejaré si eso es lo que quieres—Saliendo me dice eso dejándome con su libro favorito. Yo solo pude ver como se marchaba, me sentía algo mal porque no quería dejarle de hablar, pero sería muy egoísta de mi parte hacer eso.
Pasaron días desde que nos vimos aquella tarde.
Me tuve que salir de la preparatoria por ciertos motivos familiares. En una semana me iba a mudar al centro de la capital.
Lo que mas me costaría de dejar sería a mi casa del árbol. Años de estar días y noches leyendo solo concentrada en mi mundo.
Margot tenía que entender que no existen los cuentos de hadas. No hay un universo o una realidad alterna donde estemos juntos.
Yo le estoy haciendo un favor para que él no sufra.
Eran las 10 de la noche y yo estaba en mi casa del árbol pensando que hacer con todos esos libros. Miles de historias, sentimientos, relatos, las paredes marcadas de cada frase que me llamaba la atención.
Siento que alguien me toma de la mano. Y obvio se trataba de Margot
—¿Dios tú no te cansas?—le digo apartándome de él.
—Solo quería saber cómo estabas—
—Bueno yo estoy bien, gracias— Aunque quería desaparecer.
—No lo estas, tu mirada está apagada y el brillo desapareció— Al decir eso mis lágrimas rompieron con la represa.
Me apoyé en su pecho el cual estaba caliente.
—Ayúdame a bajar todos esto libros—Le digo.
Al bajarlos todos tomé un encendedor y lo tiré encima de ellos.
Margot me quiso detener pero ya era tardé ya las brasas y el calor hicieron su trabajo
—¡Antonella! ¿Por qué demonios lo hiciste?— dice mientras me toma por los hombros.
—Esos libros me los regaló ella y deben irse como ella se fue—
—¿De qué hablas?—Me dice confundido.
—Mi Tía falleció— Caen mis lágrimas al decirlo.
—¿Tu la querías?— que pregunta tan absurda.
—¡Por Dios Margot! Si no la quisiera no estaría así—
—No parece, se que es duro perder ha alguien, te entiendo, Pero lo que estás haciendo es tratar de olvidarla—
Luego cita a un escritor
"La persona que en verdad murió, es la que se fue en físico y de nuestros pensamientos"
—Quiero que imagines un árbol ¿Lo tienes? Bueno ahora piensa que las hojas son tu seres amados, imagina que llega el otoño, todas las Hoja empiezan a caer— empieza a des coser sus labios.
—Tal vez tu tía le tocaba irse de tu vida para que tu crecieras, ella de seguro esta en un mundo, mejor que el nuestro que es una basura—
—La vida es una mierda y eso hay que aceptarlo— Después de eso limpia mis lágrimas y me abrazaPor primera vez un abrazo me hizo sentir muy bien.
—Ya me tengo que ir Margot— Le doy un beso en su mejilla antes de irme.
—Dulces sueños Antonella—
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La Relatividad del Amor
Romance¿Tiempo? Acaso tienes tiempo para visitar ha alguien, que probablemente ya ni recuerde el color de tus ojos. Tantos viajes y el camino sigue avanzando. Igual que el tiempo, nunca se detiene y tampoco te espera. Dime ¿Disfrutaste la última vez que es...