Aris | Libro 11

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Adrián León

El zahojhár comenzó como un chiquero. Tenía instalaciones muy buenas pero totalmente dejadas al descuido, abandonado como búnker fantasma necesitaba reparaciones. Fue aburrido acondicionarlo, sobre todo porque carece de la infraestructura para sistemas eléctricos, de agua, o alcantarillas. Los uncrolar acostumbran a vivir como animales, por eso hasta se rieron de mí cuando pregunté por estas cosas.

—¡He aquí al príncipe de las comodidades inútiles!— me señaló uno, para la diversión de los que rieron —Un vampiro acostumbrado a la vida fácil. Este es el que nos llevará a la gloria— acompañó su sarcasmo con una carcajada —El que no parece capaz ni de sobrevivir por sí mismo.

—¿Qué es lo qué te da tanto orgullo?— cuestioné —¿El que una sociedad inferior evolucione arrinconando a la nuestra? ¿Te parece gracioso que la calidad de vida humana se supere cada vez, sin que los vampiros podamos ser parte de la tierra que debería pertenecernos?

El silencio se hizo entre los presentes. Saqué provecho de su atención.

—¿Acaso no es la suma de los privilegios lo que determina cual es la especie dominante? La humanidad ha diseñado un sistema social que satisface sus necesidades, ese es el comportamiento inteligente, no el aislamiento auto condenado a la conformidad primitiva. El humano expande su hábitat porque sus sistemas, no solo constructivos sino también sociales, están en constante progreso. Su avance urbano es infinito, lo que se traduce en conquista geográfica. Nunca, ninguna extensión de sus ciudades les bastará. Llegará el día en que ni el vampiro más ermitaño pueda mantenerse al margen de la civilización, con la diferencia de que ya no tendrá cabida en el mundo. ¿Comodidades inútiles, dices? El confort, amigo mío, es un auténtico placer, y sin duda parte del éxito. Estamos a tiempo de aprovechar, siempre que se entienda la importancia del desarrollo, lo que ha sido mano de obra humana. No es del todo un problema que hayan construido sus metrópolis, si esta finalmente adquiere administración vampírica.

Pero los grandes sueños necesitan una paciencia tan firme como los cojones en los esfuerzos pertinentes, y por ahora, la severidad del estilo de vida salvaje sigue siendo fundamental. La supervivencia del vorskazaho depende de la precaución de todos, así que los desfiladeros montañosos y el clima agresivo que nos envuelve es el mejor refugio.

Mi lugar favorito en el zahojhár no existía cuando llegamos aquí. Fue construido por los que muchos ahora los llaman esclavos arisanos, diferenciados de los que servían en la casa del sol porque yo no permito que obtengan la sangre zansvrika.

En la noche del rui celum no solo nos deshicimos de los viejos de la corte, sino que también nos apoderamos de los hombres y mujeres a quiénes asesinarían en el festival. A estos yo les di la oportunidad de elegir entre una vida más digna, o bien tener una muerte más interesante. Los que aceptaron la primera opción ahora están para nuestro servicio, sus manos obreras construyeron el nuevo lugar de reposo para Elizabeth.

Acostumbro a venir para meditar sintiéndola cerca, fue de ella que conocí el primer amor maternal, y mi devoción a sus enseñanzas siguen hoy más vigentes que nunca.

Elizabeth es mi zanshiagere, el equivalente a una madrina o a un mentor. Esposa de mi tío Diego, que es hermano de mi madre. Hija del Zethee que le cedió el trono a Daniel. Falleció hace casi diez años por un desorden mal formado en su sangre a consecuencia de reiterados envenenamientos. Su cuerpo no tiene signos de descomposición. Se conserva intacta como si acabara de morir, carece incluso del rigur mortis que debería tener un cadáver de pocas horas.

Las leyendas humanas aseguran que el vampiro mantiene una apariencia saludable después de la muerte, esto es completamente irreal. Elizabeth, sin embargo, recibió una sustancia química que interrumpe la putrefacción. Eso es lo que yo puedo ver. La teoría dice que el propósito básico de la dosis es contener el último suspiro de vida, por lo que de ser cierto, mi zanshiagere podría volver a abrir sus ojos. Resulta lamentable que para validarlo o desmentirlo hagan falta recursos que por ahora no tengo en mis manos, ni antecedentes, ni patrones de otros individuos en la misma condición, y con los que se puedan hacer los respectivos reconocimientos o estudios.

Ha sido decepcionante para mí el que mis padres decidieran sepultarla, negándole la ayuda que necesite, para volver con nosotros, o para descansar. Cumplí el juramento que hice cuando se negaron incluso a abrir la tumba. Yo la destapé por ellos, descubriendo la belleza preservada, y trayéndola aquí, tomando responsabilidad de su destino.

Hoy es un día importante, Elizabeth lo sabe porque vine a contárselo. Antes lo hablé con Talynha, con Kavcora, y con mi hermana mayor. De entre ellas, mi zanshiagere es la única de cuerpo presente.

El jefe de los uncrolar fue llevado a juicio. El Zethee y su ejército conocían la ubicación de su fortaleza, no tenía muchas opciones para escoger. Dadas las acusaciones de aparente complicidad en los hechos del rui celum, Denej también estaba siendo buscado. Se entregó por su propia voluntad para facilitar el proceso y evitar muertes innecesarias, confiando en que por sus declaraciones fallarían a su favor. De los resultados dependen mis próximos movimientos.

Debe venir aquí. Debe salir libre y venir a informarme sobre todo lo que sucede allá afuera. Sé que mi padre tiene mucho encima. Pasado el tiempo de luto, los dolientes de aquellos vampiros aristócratas con descendencia que murieron junto con la corte, están reclamando un lugar para que siga la línea de poder.

Por su parte, Daniel, ante la asfixia económica que atraviesa Montemagno, está tomando medidas que más allá de desesperadas, me resultan absurdas. Hasta repugnantes. Un insulto al orgullo zansvriko que yo quiero fomentar: convirtiendo sin criterio a todo aquel que simplemente disponga seguir sus órdenes, con tal de sostener los negocios.

Mi padre tiene muchas virtudes, la historia lo proclamó un gran estratega militar, y yo admiro sus capacidades para las campañas. Pero desde que estoy estudiando la identidad de la naturaleza vampírica, he comprendido muchas cosas.

La capacidad de nuestros espíritus para ejercer el poderío zansvriko, para desarrollar todos los talentos que nos brinda nuestra naturaleza, radica en la atracción sexual y emocional más intensa que se pueda sentir por alguien más. El consumo de la sangre humana tiene un propósito, conforme que alimentarnos con la vida de ese alguien especial también.

Yo lo entendí con Talynha. Amo a Damara, quiero que tenga una larga existencia, nunca podría desearle otra cosa, y agradezco que me haya concebido. Pero para desgracia del actual Zethee, él nunca conseguirá la totalidad de sus aptitudes porque no la mató.

Tal vez por eso siga cometiendo esta clase de errores.