ADRIÁN LEÓN
Con excepción de que el líder de los cazadores tenga preferencias sexuales masculinas, mi tío no podría asumir la misión asignada a Mary Angelle. La probabilidad de que dicho sujeto sea una mujer es muy escasa, aunque no nula, incluso si así fuera nos pondría en una posición beneficiosa, porque resultaría más fácil controlarla que a un varón, y a menos de que tuviera inclinaciones lésbicas, convendría ser yo quién se acerque.
Me propuse descubrir la identidad del titiritero de parásitos. Si planeara simplemente quitarle la vida como piensa Diego, solo frustraría mis propios objetivos, ya que el líder muerto sería reemplazado por otros, y todo seguiría igual. Morirá, sí, pero en el momento idóneo, después de que su comunidad quede tan aplastada que no pueda renacer nunca. Necesitamos el dominio de todo lo que controla, y la cesión no debe ocurrir a la fuerza, manipularlo es indispensable.
Con todo, son detalles que no le hago saber a mi nuevo colaborador, porque me caen perfectos otro par de ojos hábiles que me ayuden a separar el grano de la paja. Por su parte, Aevë hace un escándalo cuando él decide correr con los gastos de las compras que ella necesita, alegando que esperaba ir conmigo y que fuera yo quién le complaciera los gustos.
—Perdóname que te lo diga, pero está claro que solo intentas sabotear mi tiempo con Aris. ¡Es mi novio! Tengo derecho a hacer estas cosas con él.
—No digas estupideces— Diego suena cansado ya.
—Aevë— intervengo en la discusión —Ustedes necesitan convivir de este modo, es parte del proceso para recuperar el tiempo perdido.
—Tú cállate, ¿Quieres? Deja de meterte como si necesitara de tu permiso para poder compartir con mi hija.
—¡Soy yo la que puede elegir qué compartiremos y que no!, ¡Hay cosas que todavía tienes que ganártelas!, ¡Demostrarme que las mereces!
—Hace diez minutos despotricabas que he estado gastando dinero en tus hermanos sin darte nada a ti.
—¡Esos bastardos no son mis hermanos!, ¡NO LO SERÁN NUNCA!
—Basta— determina tranquilo —Se hará como lo dije y se acabó. ¿Cómo se llama el tipo que te dio el vampiro verde?
El rubio cambia el tema regresando a una pregunta que había quedado antes en el aire. Aevë se cruza de brazos encogiendo los hombros.
—Elijah— responde después de haberle dado varias vueltas, sospecho que para que nos quedemos a solas.
Mi tío nos deja sin agregar ningún otro comentario, Mary Angelle se lanza sobre mí.
—¿Por qué haces esto? —pregunta con su cara contra mis facciones, ronroneándome —No te entiendo.
—Yo soy el que no entiende. ¿No que lo extrañabas?
—No sabía que tendría que escoger entre los dos.
—¿Soy una alternativa?
—¡Nunca!
—Entonces no digas que estás escogiendo. Tú y yo nos tendremos siempre, en cambio con él tienes mucho por reparar— acaricio su mentón —Tienes que ser más decidida, no me gusta que cambies de opinión a cada rato.
—¡Es que no me siento conforme!, ¡No es normal que solo tenga todo a medias! Cuando por fin consigo algo, se me va alguna otra cosa.
—¿Ahora qué se supone que necesitas para estar feliz?
—¡Ufff!— pone los ojos en blanco —¿En un mundo perfecto?
—Adelante.
—Que tú y yo pudiéramos ir a la casa León cada vez que nos venga en gana, ¡Los dos! Con mi papá, con mis tíos. Olvidar que los bastardos existen, sacarlos para siempre de nuestras vidas. Ir contigo a la misma universidad, vivir juntos. Así como venir aquí, ojalá echando a los uncrolar, y remodelando todo para que se vea lindo igual que Montemagno. Hacer que esos esclavos arisanos, buenos para nada, aprendan a coser y me des ropa bonita hecha por ellos, pero también andar libre en el exterior, lo que significa dejar de ser buscada como delincuente.
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Aris | Libro 11
VampireÉl es macabro, sádico, y perverso. Joven primogénito del rey de los vampiros, pero sin un trono al que ascender. Aún entre las cenizas, él encuentra corona. Con el desafío de definir su propia filosofía, la descubre entre los placeres de la más dura...