Luego de que las cosas llegaron a calmarse, llevé a la princesa al jardín, estuvimos en silencio durante todo el camino, y me había dado cuenta que hacía más frío de lo que ella podía soportar con su vestimenta.
- Espere un momento, le traeré un abrigo - Me di la vuelta, pero ella no me dejó seguir.
- Déjalo así, no te molestes - Podía sentir una tensión en el aire, llamenme loco, pero últimamente ella estaba más extraña de lo normal - Disculpame, ¿te puedo hacer una pregunta? Necesito que me respondas con toda sinceridad - Asentí, esperando que prosiguiera - ¿Está mal si no quiero casarme con Bastian? -
Me quedé en silencio, sorprendido por la confianza tan fuerte que me tenía para contarme ese tipo de cosas, estaba seguro que Yelena o cualquiera de sus otras amigas lo deberían saber. Y no una persona de mi clase, aunque tampoco podía quejarme demasiado por ello.
- ¿Acaso su corazón le pertenece a alguien prohibido, que no desea que su padre lo sepa?
Ella no me respondió, solo se quedó mirándome en silencio como si la culpa la llenara por completo, me acerque estando lo suficientemente cerca para poder sentir su respiración contra mi rostro. Si alguien llegaba a vernos, podrían matarme por lo que estaba a punto de hacer, pero no llegaba a importarme lo suficiente como para poder retirarme de su cercanía. Era claro ante los ojos de cualquiera que mi corazón anhelaba al suyo, a su toque y sus labios sonriendo gracias al poder verme una vez más, aunque prefería mantener la distancia frente a los demás, solo para que no me llegaran a arrebatar la posibilidad de observar su magnífico rostro. Acaricie su mejilla, si podía ser sincero estaba temblando de los nervios por su rechazo, solo su negación podía hacerme parar.
- Pense que tu ya sabías al respecto sobre ello, se nota bastante que no deseo tenerlo cerca de mi. No con aquel hombre - Me respondió mirándome directamente a los ojos, podía sentir mi piel erizarse.
- ¿Lo conozco, vive aquí con nosotros?
- Por ahora prefiero mantener en secreto su identidad, creo que me entiendes, no quiero perjudicar su vida por mi culpa. Si mi padre llega a enterarse quien es, podrian pasar muchas cosas y no quiero cargar con eso por el resto de mi vida - Mire cómo sus ojos verdes se endulzaban al concentrarse en los mios - Azael, mi caballero más leal, necesito que guardes el secreto de mis sentimientos, ¿puedes?
Asentí con mi cabeza lo más rápido posible, saque mi mano de su mejilla pudiendo dejar de sentir poco a poco el calor de su cuerpo contra el mío, solté un bajo suspiro y deje que una pequeña sonrisa apareciera.
- No debes pedirme semejante cosa como si fuera a contárselo a los demás, mi boca estará sellada de ahora en adelante, pero espero que pronto puedas presentarlo como corresponde. Después de todo, tu y yo nos conocemos desde hace varios años, pasamos muchas cosas juntos, mi lealtad siempre ha estado mayoritariamente en ti antes que en otros. Eso no puede cambiar de ninguna manera.
Un silencio se formó con el paso de los segundos, me sentía algo aterrado de solo pensar que había un malentendido entre tanta calma, pero al ver como ella me sonreía nuevamente y miraba las estrellas, la idea se fugó de mi mente.
- Las estrellas están más hermosas hoy que habitualmente, ¿no? Es como si ellas supieran que algo sucederá, y se dejan ser como si este fuera el último día de nuestra existencia. - Me dijo, mientras el viento corría sobre su cara, moviendo su cabello.
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𝐂𝐎𝐑𝐎𝐍𝐀 𝐇𝐄𝐂𝐇𝐈𝒁𝐀𝐃𝐀
FantasyACTO UNO Pietro es un escritor mediocre del pueblo Aarush. Sin saber, una oportunidad llega a su puerta, algo que le cambiaría completamente la vida. Zyra, un reino con una maldición, y él, que debería entrar a conocer a sus gobernantes. ¿Podrá co...