- La comida está deliciosa, buen trabajo Máximo - dijo mi padre con una sonrisa en su rostro, limpiando su boca con la servilleta.
- Me hace muy feliz que le guste su alteza, lo hice especialmente para usted - respondió el chico, devolviendo su mirada al plato.
- ¿Cual es el motivo de su llamado, majestad? - Aquella voz masculina que conocía por completo hizo que se me eriza la piel, los latidos de mi corazón se elevaron y respiré profundo intentando calmarme.
- Me alegro de que preguntes querido, los he llamado porque se acerca un día muy importante para ustedes y creo que todos saben de qué se trata. ¿No es así, princesa? - el rey me observó con una mirada puntiaguda, mis hombros se encogieron ligeramente al punto de que quede en una postura algo incómoda para mi cuerpo, sentía todas las miradas clavadas sobre mí, tomé una respiración profunda y jugué con los dedos de mi mano.
- La semana que viene se llevará a cabo el evento de los dioses, como ustedes saben, ustedes saben que esto no ocurre frecuentemente por lo que tenemos que estar completamente preparados para la visita de cada uno y recibirlos con el mayor respeto posible. Es por eso que todos deben estar presentes sin importar si su dios no se encuentra - mi mirada se posó sobre Pietro, el cual asintió con la cabeza - Por lo tanto, los preparativos empiezan mañana por la mañana, si así lo desean, pueden invitar a sus familiares.
- ¿Lo dice de verdad? se lo agradezco princesa - Dijo Yelena con una sonrisa, mirando a su hermano - Maximo, no te olvides de mandarles una invitación a nuestros padres.
- ¿Invitarás a tu padre, Arlet? - preguntó mi madre.
- Puedo intentarlo, aunque no se si él desearía dejar la carnicería. Pero espero que acepte, no lo he visto en meses - respondió el castaño.
- Estoy muy seguro de que te vendrá a ver a la primera oportunidad que se le de, y avisale que iré más seguido a su puesto para comprarle su carne - Comentó Máximo.
- ¿Invitarás a tu madre? - la pregunta de Azael llegó inesperadamente a Pietro, el comedor quedó en completo silencio por aquello.
- Creo que no me acercaré por mucho tiempo a mi casa luego de todo lo sucedido, invitarla sería como si hubiera olvidado todo lo que hizo - Una mueca se formó sobre los rostros de ambos, mi padre tosió para llamar la atención.
- No creo que les sorprenda que el príncipe Bastian esté en el evento, a pesar de lo sucedido en el baile es completamente importante su presencia. Así que, si alguno llega a tener alguna queja o una sugerencia, este momento es el adecuado.
Cuando todo se quedó en silencio, aproveche para poder arrastrar el plato frente a mi juntando mis manos y levantándome de mi asiento. El simple hecho de verlo otra vez después de todo lo que había sucedido me carcomía por dentro y mataba mi apetito. Dolía tanto que mi padre le dara igual las cosas que me sucedian, y mi madre lamentablemente no podría llegar a hacerlo cambiar de parecer, necesitaba contárselo a alguien para poder quitar el peso de mis hombros, desahogarme con el.
- Disculpen pero me retiraré a mis aposentos, Azael, ¿podrías acompañarme? - pedí, esperando que me siguiera.
Me di prisa para salir del comedor, sintiendo los pasos de él detrás de mí, siguiéndome, una vez que estuvimos en los pasillos totalmente solos, me permití llorar, mis piernas se pusieron débiles dejando que cayera al suelo arrodillada, sentí sus brazos alrededor de mi cuerpo intentando levantarme, su semblante serio cambio a uno de preocupación.
- Mi princesa, por favor no llore, sabe que me rompe el corazón verla de esa manera. Vayamos al jardín para que tome algo de aire fresco, yo la acompaño - Deje que me cargara entre sus brazos y puse mi cabeza sobre su pecho, mis ojos estaban ligeramente rojos, que los dioses me perdonaran si alguien más me llegara a ver de esta manera.
Para mi suerte el jardín estaba completamente vacío, aunque la naturaleza persistía allí, me ponía nerviosa al pensar que estaba sola en un lugar con el hombre que amaba en secreto por tantos años. Me bajé de sus brazos para poder acomodar mi vestido, lo mire por el rabillo del ojo y mi piel volvió a erizarse cuando me di cuenta de que él ya me estaba mirando.
- ¿Desea hablar del porqué no terminó su comida y terminó llorando o de lo increíblemente guapo que me veo hoy? - preguntó con un tono burlón, haciéndome soltar una risa.
- Creo que sabes muy bien porque estoy asi, pero si quieres que lo diga, lo haré - respire hondo preparándome para no romperme frente a él otra vez - Puede ser que el tema de que Bastian venga de nuevo, ando con el miedo constante de tener que casarme con él y vivir infeliz el resto de mis días. Solo de pensarlo me hace perder toda esperanza de estar con el hombre que realmente amo - explique, mi voz se quebró.
- ¿Terminara diciendome de quién se trata algún día? - se sentó sobre uno de los bancos frente a la fuente de agua.
- Por supuesto que te contaré pronto, solo debo esperar el momento indicado para hacerlo. Tal vez lo haga en el evento, pero no te prometo nada - le sonreí sentándome a su lado, mirando el agua caer sobre la fuente.
- Entonces hágalo ese día, espero que pueda tener un final feliz, no importa si llega a casarse con el. Usted debe llegar a serlo consigo misma y rodeada de personas que le quieran, pienselo. Ahora permítame llevarla a sus aposentos, debe descansar para todos los eventos de mañana - Se levantó unos segundos después, tomándome del brazo para volver al interior.
Al llegar, lave mi cara para refrescarme del calor, Azael se quedó conmigo hasta que pude dejar de llorar y tomar una siesta profunda. Mis sentimientos por él estuvieron desde una temprana edad, siempre pensé que se trataba de un capricho de niña, pero fue claro de que no lo era cuando siguieron vigente todos estos años, realmente me quede encantada por la manera en la que se comportaba conmigo, que me respetara a mi nunca sumó puntos porque siempre debía hacerlo. Pero con él se sentía tan correcto, respetaba mis decisiones, mis gustos, mi forma de ser, la forma en la que me rio, o como jugaba con mi cabello al ponerme nerviosa por algo. Todo eso fue excelente para él, pero para nadie más.
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𝐂𝐎𝐑𝐎𝐍𝐀 𝐇𝐄𝐂𝐇𝐈𝒁𝐀𝐃𝐀
FantasyACTO UNO Pietro es un escritor mediocre del pueblo Aarush. Sin saber, una oportunidad llega a su puerta, algo que le cambiaría completamente la vida. Zyra, un reino con una maldición, y él, que debería entrar a conocer a sus gobernantes. ¿Podrá co...