Una vez más [YOONMIN]

Capítulo 31

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Capítulo 31: Podría enamorarme de ti una y mil veces más

—Oh —Es lo que sale de la boca de su mejor amigo. Jimin se separa y le mira, sin comprender. Es entonces que Taehyung señala detrás suyo casi en cámara lenta a aquella persona de cabellera rubia que le mira con unos ojos bastante irritados de llanto.

—Jimin... ¿Podemos hablar...?

En ese momento a Jimin se le corta la respiración. El escuchar aquella voz lo hace quedarse totalmente paralizado en el lugar, sintiendo lo siguiente que ocurre suceder casi en cámara lenta. 

—Los dejo —expresa excesivamente bajo Taehyung cuando se levanta, mirándolo por una última vez con unos ojos que ruegan que las cosas salgan bien. No podría tolerar ver a Jimin llorando una vez más por aquella persona. A continuación, una vez que ya se encuentran a solas, Yoongi no puede ni siquiera sentarse. Mucho menos, comenzar a hablar. No, tiene que quedarse parado, caminando de un lado a otro de la sala intentando calmar un poco sus nervios (aunque en realidad, de esa forma sólo puede empeorarlos).

Cuando intenta decir una palabra, vuelve a quebrar en llanto y acaba dejándose caer con rendición en una esquina de la habitación tapando su rostro. Jimin lo observa de reojo y quita la mirada casi al instante, pues verlo tan, pero tan destruido, sólo le genera una sensación en el pecho que le da unas grandes ganas de largarse a llorar junto a él. Pero los dos se mantienen en silencio por unos cuantos minutos. Ninguno se atreve a ser el primero en hablar. No saben cómo comenzar la conversación. Ni siquiera Yoongi, que fue el creador de aquel momento en primer lugar.

Pero Jimin entiende que Yoongi ha de haber usado todas sus fuerzas para llegar hasta ese lugar y pedir que hablen. Es por eso que ahora mismo ya no puede decir ni hacer nada y él se ve en la obligación de romper aquel silencio que tanto les atormenta y les duele. 

—Yoongi... No es necesario que hablemos si aún no estás listo —intenta calmarlo. Yoongi le observa y niega con la cabeza, tardando otros segundos más en finalmente, explicar un poco el por qué de su presencia allí.

—No... Fui muy injusto contigo. No puedo continuar intentando comprender lo que sucedió si no sé tu versión. Yo... —Es lo que sale de su boca con una voz quebrada—. Honestamente... Agh, no he podido pegar un ojo desde que me enteré lo que ocurrió entre nosotros. Teniendo dos horas de sueño con suerte por día, me siento... Como un idiota. Y lamento no haberte escuchado. Lamento no haber pensado que tú también habías sufrido y actualmente sufres por lo que nos sucedió. Pero... Todo es muy complicado para mí.

—Yoongi, eso nunca estuvo en duda —intenta tranquilizarlo, aún sin permitirse acercarse a él—. Pero me lastimó verte enojado conmigo por algo que yo en ningún momento pude controlar. Si supieras... Si supieras lo que yo intenté que todo esto no pasara... 

El mayor le mira con curiosidad. —Entiendo que ha de ser difícil para ti recapitular todos aquellos momentos, pero me encantaría... Me encantaría escucharte. Más bien, necesito hacerlo —Jimin le observa. Sus ojos demuestran sinceridad y un leve dejo de desesperación. Será éste último el que lo hace refregarse el rostro con sus manos y tener que encontrar las fuerzas para comenzar a contarle lo que sucedió.

—De acuerdo, pero por favor, necesito que escuches cada parte de lo que te estoy diciendo.  En lo posible, preferiría que no juzgues nada de lo que he hecho en todo este tiempo —Yoongi asiente, acomodándose en el lugar para escuchar con tranquilidad. Jimin debe tomar aire antes de comenzar—. Comenzaré diciéndote que tu familia jamás estuvo de acuerdo con nuestra relación. Ambos teníamos que escondernos de ellos para vernos, debía de ir a tu hogar los días en que tus padres no estuviesen, y si tu hermano llegaba a estar en la casa e intentaba entrar a tu cuarto, tenía que esconderme debajo de tu cama o si no había demasiado tiempo dentro de tu closet. Aquellos momentos de adrenalina... Recuerdo que me asustaban muchísimo. Pero también son los últimos recuerdos de sentirme vivo que tengo en mi memoria.