Una vez más [YOONMIN]

Capítulo 32

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Capítulo 32: Algo acaba de romperse

Las siguientes semanas comenzaron a pasar de forma rápida. Muy, muy rápida. Será el haber pasado por la presión de los primeros exámenes lo que hizo que el resto de las clases fueran mucho más relajadas al saber que faltaría para los próximos. Todo ha comenzado a mejorar en su grupo de amigos desde que la incomodidad de Yoongi y Jimin desapareció. Ahora ya todo logra ser risas, claro, excepto por el hecho de que... Jungkook efectivamente ha dejado la carrera.

Habrá sido dos semanas luego de los exámenes. Se tomó su tiempo para poder hablarlo con sus padres, quienes por supuesto no lo tomaron para nada bien. Por eso tuvo una semana de tener que asistir por obligación y las cosas estuvieron bastante tensas. Momentos como la previa a las clases en donde no aparecía, sino que llegaba tarde (claramente a propósito, pues Jungkook llegar tarde jamás). Comenzó a importarle cada vez menos la carrera al punto de discutir con ciertos compañeros y lograr que le echaran de una de las clases.

La charla en el almuerzo luego de eso fue bastante divertida. Hoseok no paraba de burlarse de él y su faceta de rebeldía. 

—¡Debían verle la cara de odio! —chillaba—. Nunca pensé que lo vería así. Ni siquiera conmigo pude verlo tan enojado.

—Ese sujeto nunca me cayó bien, se podría decir que me quité las ganas —chasqueaba la lengua Jungkook, a lo que Hoseok volvía a estallar en risas y le abrazaba con cariño.

Sin embargo, Jimin sabía que detrás de toda esa faceta rebelde estaba su enojo por culpa de sus padres. Es por eso, que cuando aquel lunes no apareció y los tres días siguientes tampoco, comprendió que algo había hecho "click". Hoseok se notó un poco —bastante— preocupado. Lo vio texteando más de una vez en la clases (y siendo llamado la atención por los profesores por esto mismo otras tantas), pero parecía que no había respuesta del menor de todos. 

Será por ese motivo que finalmente, el viernes por la tarde, Hoseok se ve parado en la puerta de la casa de Jungkook con las manos totalmente sudorosas del miedo. Toca un timbre titubeante, al punto que no está seguro si le han escuchado o no, pero corrobora que sí cuando una mujer de unos cincuenta y tantos abre la puerta con un gesto fruncido.

—El correo ya ha pasado el día de hoy.

—Ah, no, disculpe... Vengo a ver a Jungkook...

—¿Jungkook? Está ocupado en este momento.

—Oh... ¿Podría decirme cómo está? Es que no responde mis mensajes y estoy preocupado...

—Se le ha quitado el celular. Le fue pésimo en su presentación de mitad de año.

—¿Ya le han evaluado? ¿Y le fue mal?

—¿Qué te sorprende? Lo único que ha hecho este mes fue comportarse como un adolescente rebelde, es fastidioso —Hoseok sonríe ante aquel adjetivo, recordando cómo se comportaba en la universidad—. ¿He dicho algo gracioso? De verdad, estoy ocupada. Si no tienes nada más que decir, puedes marcharte.

—Mmm... En realidad sí hay algo más —contesta, tomando aire y pegando un grito con todos sus pulmones—. ¡Jungkook-ah! ¡Sigue así, eres increíble! 

"¿Hoseok?", se pregunta Jungkook, frenando su baile y limpiándose la transpiración. Escucha un portazo de la puerta de entrada y observa a su madre subir las escaleras enojada, farfullando cosas que no logra comprender. Al perderla de vista, corre hacia una de las grandes ventanas de su casa y la abre, observando la silueta de Hoseok alejarse de la casa. Debe mirar atrás, corroborando que nadie le esté observando y pega un salto, huyendo de la casa y corriendo hacia el sujeto que le ha venido a visitar.