Una vez más [YOONMIN]

Capítulo 10

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Capítulo 10: El tacto

Antes de que se pueda dar cuenta, la primer semana en la universidad se da por terminada. Y con ella, una gran montaña de sentimientos encontrados le invaden el cuerpo. Aquel encuentro con Seokjin le había dejado una sensación amarga en la boca. Algo dentro de sí parecía no haberse dado cuenta de lo mal que estaba continuar relacionándose con Yoongi, una parte dentro suyo se sintió cómodo, relajado, a gusto, y quiso que aquel sentimiento se mantuviera por un largo tiempo.

Pero la aparición de Seokjin fue como un balde de agua fría que lo regresó nuevamente a la realidad. Una realidad dolorosa y el motivo por la cual se encuentra llorando en su cama la mañana del sábado.

Entre las sábanas y sus almohadas, trata de buscar un refugio... Un alivio, tal vez... Pero no hay nada más lejano de su cuerpo en ese momento que una sensación de tranquilidad. Entonces se recuesta mirando el techo de su habitación y cierra sus ojos, rogando que aquel dolor pasara pronto.

Cuánto le gustaría tener un botón en su cerebro que simplemente apagara sus emociones y le permitiera  continuar con su vida sin sentirse de aquella manera. Tiene que largar un suspiro por lo mucho que le está costando alejar sus pensamientos de lo mal que se siente. Entonces su teléfono suena, casi como un regalo para finalmente poder distraerlo un poco, y ve en la pantalla un mensaje bastante conciso.

"¿Tienes algo que hacer hoy?", lee. Jimin sonríe al ver que su mejor amigo tiene planes para hoy y le está invitando. Honestamente no le vendría mal alejarse un poco de todo lo que tenga que ver con la universidad y sobre todo, su mente.

"Mmh, no. ¿Por qué?", le contesta. Taehyung tarda apenas unos segundos en responder.

"Tengo que comprarle el regalo de cumpleaños a mi hermanito pequeño, ¿podrías acompañarme?". 

Jimin sonríe y prácticamente no es consciente del tiempo cuando dos horas después está parado en el centro de la ciudad con el celular en la mano esperando por encontrarse con su amigo. Éste no tarda mucho más en aparecer, prácticamente, corriendo. 

—¿¡Llegué muy tarde!? —le pregunta preocupado, a lo que él suelta una risa.

—No, ¡está bien! No esperé mucho.

—Es un alivio... —suspira, mirando a su alrededor—. Ahora, ¿dónde debería comprarle el regalo a ese demonio...?

Prácticamente, la respuesta se la da solo, porque no tarda demasiado en encontrar un regalo que le deja satisfecho y por el cual repite una y otra vez que su hermano lo amará todavía más. Jimin desde un principio supo que aquel asunto no tardaría mucho, pero había sido una perfecta excusa para alejarse un poco de sus pensamientos y preocuparse por algo que no sea Yoongi.

Pero claramente se equivoca cuando ambos están sentados tomando un helado y Taehyung, inevitablemente, decide sacar el tema.

—Jimin... —Aquel tono tímido pero preocupado es imposible de no reconocer. Con desgano, deja caer su rostro sobre la mesa apenas se da cuenta de a dónde irá esa conversación—. Sobre Yoongi...