5 | Emma Brown

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11:00 (11 horas antes del encuentro)

Habían pasado ya tres días desde la pesadilla o lo que fuera eso. Ese mismo día se lo conté todo a mi madre, contacté con una psicóloga con experiencia en casos como este. Hacíamos videollamadas dos veces a la semana. Solo había tenido dos sesiones con ella. Me explicó que es lo que le había pasado a mi cerebro después de todo lo que pasó. Como esa pesadilla fue mi forma de aceptar y medio superar el trauma, y que las pesadillas se harían algo mas comunes a partir de ahora.

Era sábado, estaba tumbada en la cama. Arriba estaba Olivia escuchando música o viendo algún estúpido vídeo. A veces le daban rachas de no querer salir de casa. Se encerraba en la caravana y salía lo imprescindible. Cuando eso pasaba era casi imposible echarla, la única que a veces lo conseguía era mi madre y a duras penas.

Me había levantado con una sensación rara, con más energía de lo normal. Positiva. Con esperanza. Hacía mucho tiempo que no me sentía así. Normalmente me levantaba siempre plof, y a medida que pasaba el día eso se pasaba, aumentaba o se quedaba igual.

—Oye, Olivia ¿Quieres ir a dar un paseo? —le pregunté

—NO —me contestó desde arriba.

Subí, la litera no era muy alta, era de madera y algo frágil. Mediría unos dos metros. Cuando llegué arriba me tiré encima de ella y empecé a molestarla para que dejara el móvil.

—Vamos a dar un paseo o algo. Ahora que por fin soy libre —cuando le conté a mi madre todo lo que había pasado me retiró el castigo y casi dos horas de besos y abrazos. Nadie más lo sabía excepto ella, no me apetecía ser la noticia matutina del camping —Porfa, porfa, porfa —puse cara de perrito para que aceptara.

—Muy energética te has levantado tu hoy —gruño y se tapó la cara con las mantas.

—Me preparo y nos vamos. Vaya que más o menos una hora —le respondí entre risas.

Baje y fui directamente al armario para decidir mi outfit. Decidí ponerme un vestido azul pastel que quedaba pegado a mi figura. En el abdomen tenía una abertura que permitía que se me viera el ombligo. Era la combinación perfecta entre algo elegante y sexy. Después de tomar la primera decisión difícil, fui al baño a maquillarme. La verdad no sé cuanto tiempo pase dentro. Desayune una tostada con mermelada de frambuesa y un café.

Me mire al espejo antes de buscar a Olivia. Mi pelo por el verano se veía más rubio y mi piel se había vuelto algo más oscura después de pasar las tardes bajo el sol. Mis labios se habían vuelto algo más gruesos gracias al maquillaje y mis ojos azules resaltan gracias al vestido. Fui a buscarla. Llevaba unos vaqueros y una camiseta corta. A pesar de no haberse arreglado iba guapísima, llevaba el pelo recogido con una coleta y creo que se puso algo de gloss y rimel. Escribí una nota para mi madre y mi padrastro diciendo que no íbamos a comer con ellos. La pegué en la nevera para que la vieran bien. Le di un abrazo y salimos por la puerta.

12:00 (10 horas antes del encuentro)

Llevariamos una media hora andando. Estábamos dando un paseo por el paseo marítimo, si seguiamos asi llegariamos al pueblo vecino. Desde lo lejos se podía apreciar el mar y las familias que iban a pasar el día. Había niños jugando en el agua, parejas jugando a las paletas... Me encantaba observar paisajes así. Olivia tenía la cabeza en las nubes, estaba pero a la vez no. El sol estaba en lo alto del cielo, y creaba miles de estrellas en el mar.

—¿Eres feliz? —me preguntó Olivia de la nada. La pregunta me sorprendió, que difícil era responder con lo sencilla que era aquella pregunta.

—Sabes una vez un amigo me dijo que teníamos dos vidas. Una era la vida que vivíamos, la que dejábamos que el tiempo pasara, la que vivíamos por obligación. Pero teníamos otra, cuando vivíamos vivíamos. Cuando disfrutabas de esos momentos especiales, cuando solo importa eso en ese momento. Así que supongo que mi respuesta es a ratos. Cuando estos momentos llegan —le respondí. Se me escapó alguna lágrima al darle mi respuesta. Ella de la nada comenzó a llorar.

Ni ellos lo entienden✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora