¿Alguien entiende el amor? Zoe lo sentirá y pondrá su mundo patas arriba. ¿Aprenderán ella y sus amigos lo que es y conlleva amar?
Zoe una chica de 16 años que va a veranear a Noja. A el camping las palmeras. Después de una terrible fiesta, tendrá q...
Era ya la segunda semana de julio. Habían pasado ya tres semanas desde el primer día de vacaciones. Había pasado tanto. Hoy inauguraban la feria, que estaría hasta finales de agosto. Se situaba más allá del puerto. Este año no habían reparado en gastos, era más grande que los últimos años. Más fuegos artificiales, más puestos, más atracciones...
Mencionaron en el grupo para ir todos juntos, pero yo tenía en mente una pareja mejor. Sobre las doce iban a haber fuegos artificiales. Esas mariposas que sentía en el estómago desde lo de anoche no desaparecieron, eran constantes y se hacían más fuertes cuando pensaba en él. Olivia no estaba y era la única que estaba al tanto de la película, cuánto la echaba de menos. Menos mal que volvía la semana que viene.
Saque el teléfono móvil.
Me metí en insta.
Después al DM.
Busque el chat de Mike.
Entre.
Saque fuerzas de donde pude y le mande un mensaje:
- Hola, no se si puedes pero quieres ir a la inauguración de la feria?
Tardó varios segundos en responder.
- Ok, quedamos en el parque a las 8??- Respondió Mike
- Ok
Madre mía, tardé varios segundos en creer lo que había pasado. Eran las once y media de la mañana. ¿Qué haría yo hasta las ocho? Cogí el portátil y empecé una serie en Netflix.
Mientras estaba viendo un capitulo de Riverdale me llego un mensaje de Carol:
- Hola bitchh, Quedas?? Necesito contarte algo.
- Siii, ven a mi caravana. Estoy sola. - Mi madre había salido como de costumbre y mi padrastro al no estar Olivia se marchó de vacaciones con un par de amigos.
Unos minutos después tocaron a la puerta. Era ella. Tenía grandes ojeras y los ojos hinchados por haber llorado. Esa luz que tenía la había perdido.
—¿Qué pasa? —pregunté yo preocupada.
—Nos mudamos —dijo ella entre jadeos. Estaba llorando.
—¿Como?
—A mi padre le han ascendido y nos mudamos a Madrid. Además vamos a vender la caravana- Dijo ella con más lágrimas que antes.
No sabía lo que decir. Así que solamente le di un abrazo. Así estuvimos un par de minutos. Ella llorando y yo como su apoyo. Solía ser al revés, en esas noches en las que mis pensamientos me ganaban.
No lo podía creer, era nuestro último verano juntas, aun nos quedaban tantas cosas por hacer.
—Siempre nos tendremos la una a la otra —le susurre al oído —tu y yo contra el mundo.
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