30 | Una sola cama

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Estaba en el baño, solo lo había usado un par de veces. Los azulejos eran de imitación a mármol y todos los armarios de un azul pastel, casi verde. Me estaba poniendo el pijama.

Una pena había invadido mi corazón.

Salí del baño. Él estaba en boxers, unos rojos con las letras rojas. Se le marcaba debido a su descomunal tamaño. Sus abdominales por alguna razón estaban más marcados, en realidad todo él estaba más bueno que de costumbre.

—¿Por qué te has cambiado en el baño? —preguntó. No respondí y me tumbé en la cama matrimonial. —¿A qué viene esto Zoe? —volvió a preguntar, hice caso omiso. —¿De qué coño vas? —soltó mosqueado a escasos centímetros de mi cara. Estaba enfadada, triste...

Se acerco aun mas, malditos ojos verdes.

Le bese.

¿Por qué le besaba?

Él siguió mi beso

Me agarro y me tumbo encima suyo

Sus manos me agarraban el culo como si fueran billetes de quinientos, las mías se colaban por la entrepierna y su cuello, siempre tocando sus abdominales y pectorales.

La tenía dura, estaba tan recta como los miles de árboles del bosque

Se quitó los boxer, estaba completamente desnudo. Me acerco la mano y empecé a masturbarle

Me miró a los ojos y empezó a rozar el miembro en mi vientre mientras gemía de placer

Me quito el pijama, ahora teníamos la misma cantidad de ropa

—¿Puedo terminar en tus tetas? —preguntó. Madre mía, una sensación de calor invadió mi ser, yo asenti.

Me volteo con brusquedad e introdujo su polla entre sus senos

Empezó con movimientos suaves pero poco a poco eran más ariscos y rapidos

El no paraba de gemir y finalmente se corrió

Su semen se esparció por todas mis tetas y algunas llegaron hasta mis labios, los relamí.

Despues empezo a lamerme los pezones mientras introducía sus dedos dentro de mi

Empecé a gemir con fuerza, normalmente sus movimientos eran delicados y suaves, pero esta vez era todo lo contrario

Paró

Estaba sudando, Mike no pares pensé, otra vez me daria igual rogar pero esta vez no, por lo que permanecí callada

Un silencio total inundaba la habitación

Le mire

Me miró

Entonces descendió e introdujo su lengua dentro de mi vulva

No paraba de gemir

Un gran gemido con su nombre nació de mi

Me corri en su boca, él ascendió dando pequeños besos o lamiendo

Llegó a mis labios y me empezo a besar

Me dio un último beso con pasión y se acomodo para dormir

Yo me tumbe en su pecho y nos dormimos o por lo menos fingimos hacerlo 

Ni ellos lo entienden✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora