Ni ellos lo entienden✅

33 | La carta

Querida Zoé,

Es la primera vez que hago una carta así que espero hacerlo bien. Supongo que soy un cobarde, porque me resulta más fácil plasmar mis palabras en una carta y no contártelo mirándote a los ojos.

Tienes razón, no te he dejado ver más allá de mí. Estas últimas semanas han sido un infierno, mi madre no hacía más que hablar conmigo y "pequeñas" peleas. Se van a divorciar y faltan unas pocas semanas para que acabe el verano y aun no he decidido nada. Pero la familia Anderson tiene tantos problemas como peces en el mar, no te quería arrastrar a eso. Mi padre arrastró a mi madre hacía una vida de mierda e infelicidad, tenía miedo de que pasara lo mismo. Tenia miedo de que si vieras eso te alejarias, he sido un idiota y te piedo perdon. Por eso decidí marcharnos a la cabaña, pero supongo que los problemas tienen pie propio, te siguen si no los terminas.

Que hayamos roto no significa que no te quiera, no quiero que pienses eso. Zoe Rios te querre mientras el sol y la luna adornen el cielo. Me has enseñado a ser fuerte, afrontar los problemas y los más importante a querer. Cuando no estabas mi mundo era gris y tú lo has pintado de tonos brillantes. Todo es más bonito y fácil de superar contigo, no quiero perder ese color por lo que me voy a esforzar. Me has enseñado mucho y te lo agradezco.

Pero creo que esto no es un final, solo un espacio. Puede que tengas razón, puede que como a Julie y Ebo estemos atados por el destino, que en mi meñique está atado un pequeño hilo rojo que conduce hasta ti. Siempre te recordaré y te querré. Zoe Rios te lo prometo nunca me daré por vencido, el amor no solo suma, tiene que construir y creo que ahora lo entiendo. Supongo que es demasiado tarde.

Te querré siempre

Mike

Tenía la carta en mis manos, no sabia si entregarla. La pequeña chimenea estaba encendida. Recordé aquellas palabras de la bruja. El amor no te salvará. Tenía razón, pero no era lo suficientemente fuerte como para salvarme por lo que me hundiría pero me volvería a levantar porque a pesar de todo ese niño consiguió subir las escaleras, enfrentarse aquel monstruo y conocer la verdadera historia. Si había una cosa que era capaz de hacer era levantarme. Y lo haría y esta vez por mi. Eché la carta al fuego y desapareció volviéndose cenizas.